💌 Decimoquinta Sonrisa

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Tn despertó y se colocó una bata sobre su pijama, fue a la cocina a prepararse un café y desayunó mientras oía música clásica y navegaba en internet desde su laptop. Minutos después, se cambió el pijama por una camisa y una falda junto a unas medias largas; se colocó una chaqueta y se arregló el cabello. Oyó algo de disturbio afuera, por lo que salió al balcón mientras encendía un cigarrillo. Abajo estaba Nimura, discutiendo con los guardias del edificio para que lo dejen pasar.

Nimura discutía fuertemente con los guardias, pues estos no le permitían el paso, armando un pequeño alboroto. Miró hacia arriba, viendo a la chica a la que buscaba en el balcón, fumando.

– ¡Agrath!

– Souta... –frunció el ceño.– ¿Qué quieres?

– ¡Déjame pasar! Tenemos cosas que hablar.

– No tengo nada que hablar contigo.

– Sobre lo de anoche.

– Oh, eso –rió.– Ten un souvenir.

Tn metió la mano en el bolsillo de la chaqueta, sacando un condón sin abrir, el cual arrojó a la cara de Nimura.
El pelinegro frunció el ceño confuso, pero cuando tomó aquello que la fémina le había arrojado volvió a hervirle la sangre, estaba molesto.

– ¡EY!

– ¡Ten un buen día, Nimu! –sonrió.

Ella arrojó la colilla del cigarrillo en la frente del contrario y entró al departamento de nuevo.
Él frunció mas el ceño en una mueca de disgusto, apretó los puños furioso y se fue.

Tn tomó su teléfono para llamar a alguien, cuando oyó un ruido provenir del balcón; se giró, preparándose para pelear. Por el balcón entró Nimura, a quien se le notaba la cólera en el rostro.

– ¿Nimura? ¿Qué haces aquí? ¿Cómo entraste?

– Distraje a tus francotiradores y entré por el balcón. Ahora es mi turno de preguntar: ¿Quién era el que estaba contigo anoche?

– Mi novio –mintió.

– ¿N-o-v-i-o...?

– Sí.

– ... –rió.– No es cierto, tú no tienes novio.

– ¿Entonces con quién me acosté anoche? Idiota –se cruzó de brazos.– Tengo un novio, y es muy guapo y bueno en la cama.

– Mientes. Si tuvieses un novio ya lo habría matado.

– ¿Matado? –rió.– Mírate, no matarías ni una mosca con ese aspecto de idiota. Mejor déjate de tonterías y lárgate.

– No hasta que me digas la verdad.

– Ya te la dije.

– ¡No es cierto!

Nimura tuvo un ataque de ira, en el cual tomó a Tn del cuello para acorralarla en la pared.

– S-Suél-ta-me...

– Dime la verdad...Dime que no tienes un novio, que nadie tocó tu cuerpo.

– Ya...te lo...dije...

– ¡Mientes! –apretó su agarre.– Di la verdad, Tn –ordenó, serio.

El aire estaba escapándose de los pulmones de la fémina, por lo que no tuvo opción mas que decir la verdad antes de que aquel la matase.

– Tienes razón –confesó.– No...tengo...novio...Te men-tí...

– ¿Y lo de anoche?

– Fue solo...una...b-bro-ma –logró articular.

Sonríe, Tn... 💌 Souta Nimura WashūDonde viven las historias. Descúbrelo ahora