💌 Cuadragésimanovena Sonrisa

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[3 horas antes]

Nimura caminaba de un lado a otro con su teléfono en la mano, ignorando a todos y todo a su alrededor, su mente estaba enfocada en una sola cosa, o más bien, una sola persona: Tn.

– Vamos Tn... ¿Por qué no me llamas aún, cariño? –murmuraba preocupado.

Soltó un suspiro, ya cansado de esperar. Se suponía que su esposa debía llamarlo al llegar al aeropuerto, al subir al avión, al llegar a Berlín y, finalmente, al estar ya en el departamento; pero no había recibido ni una sola llamada, ni siquiera un mensaje. No sabía de ella desde que la vio subirse a aquel vehículo negro que la llevaría al aeropuerto, y eso le preocupaba muchísimo, demasiado.
Ya rendido, decidió llamar al conductor que llevaría a la chica al aeropuerto; lo llamó unas 15 veces, pero nadie contestó. Bufó y llamó a la persona que buscaría a su esposa en el aeropuerto de Berlín, pero aquella persona le informó que ella nunca llegó. Asustado y más preocupado, decidió llamar a la aerolínea.

– Lo siento señor –se disculpó la mujer.–, pero la persona que usted menciona nunca abordó el avión.

– ¿Y ellos?

– Tampoco. La señorita y los jóvenes que menciona nunca llegaron a abordar el avión. Se los esperó unos minutos, pero jamás llegaron.

– ...Entiendo. Gracias –colgó.– ¡Maldición! –gritó con frustración.

Apretó sus puños con ira, estaba molesto, frustrado y preocupado. Suspiró y peinó su cabello hacia atrás con una mano, luego volvió a realizar otra llamada, esta vez a su esposa. No hubo resultado. Tras haber llamado unas 30 veces sin éxito, gritó mientras arrojaba su teléfono al suelo.
Caminó de un lado al otro, pensando en qué hacer. De pronto se detuvo, tenía una idea: rastrearía a la chica con el chip de rastreo que él mismo había colocado en el anillo de bodas que le dio a su esposa.

«Espero que estés bien, Tn», pensó mientras tomaba su teléfono del suelo.

Nimura salió de aquella habitación, volviendo a su departamento en busca de su laptop, con la que rastrearía a la chica.

[Actualidad]

– ¡Su reportero Nimura aquí! ¡Ahora mismo estoy en la escena en a miltitienda del Distrito 4! –habló el pelinegro.– ¡Miren! ¡Mostruos comiendo humanos! ¡¿Es esta la demencia misma?! ¡¿O el diablo jugando con nosotros?! –dijo, mientras detrás de él se veían a varios monstruos atacar personas.– Voy a intentar ¡Tener una entrevista con uno de esos monstruos ahora mismo!  

– ¿Qué demonios hace ahí? –preguntó Tn, confusa.

– No lo sé... –habló Kaneki.

– ¡Empecemos la entrevista! –se acercó a los monstruos tras él.– Mi buen señor, ¿Cuál es su nombre?

Una de aquella criaturas se giró y lo atacó, provocando que cayese al suelo. Furuta se levantó y tomó el micrófono de nuevo.

– Al parecer nuestro invitado tiene un mal día. Quizás fue un error interrumpir su comida.

De repente, una gran cantidad de militares llegaron a donde él estaba; todos iban armados y listos para batallar.

– ¡¿Qué es esto?! ¡Los finos caballeros de la JGSDF* han arribado! –anunció.– Dios, que motivados se ven –murmuró.– ¡Y antes de poder emitir palabra, comienzan a atacar! –gritó, mientras los soldados atacaban a los monstruos.

Sonríe, Tn... 💌 Souta Nimura WashūDonde viven las historias. Descúbrelo ahora