💌 Cuadragésimasexta Sonrisa

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Tn estaba sentada en la cama aún, viendo como Furuta sacaba toda su ropa del armario para meterla dentro de valijas de viaje. Todo la había tomado por sorpresa, y cuando reaccionó, dejó los boletos sobre la mesa de noche y llamó su atención.

– Nimura... –llamó, pero él no le prestó atención.– Nimura... ¡Souta!

El pelinegro volteó, mirando a la chica.

– ¿Qué sucede cariño?

– Espera.

– ¿Qué?

– Tú...N-No puedes llegar así decirme que me vaya, es decir...dame un momento para asimilarlo todo.

– Oh...Lo siento.

Furuta dejó la ropa que tenía en la mano y se acercó a la cama, sentándose frente a ella.

– Tn, cariño –tomó sus manos.– Lo siento, me apresuré, pero...quiero que te vayas de aquí antes de que las cosas empeoren.

– ¿Pueden empeorar más?

– Tal vez. Matsuri busca matarme...y no sé qué planea para ti. Sea lo que sea, no quiero saberlo.

– ... ¿Hablaste con Aki y Nao?

– Sí, les dije del viaje y los mandé a empacar.

– ...De acuerdo. Haré lo que quieres, empacaré y me iré a Berlín.

– Perfecto –sonrió.– Prometo no tardar mucho –besó sus manos.– Y cuando menos lo esperes, estaré allí contigo –la besó.– Lo prometo.

– ...Esta bien...

Furuta sonrió más y volvió a besar a su chica, recostándola lentamente sobre la cama, subiendo la intensidad del beso, metiendo su lengua dentro de la boca de la fémina. Cuando el aire se les acabó, se separaron un poco, con un hilo de saliva aún uniéndolos; sonrió de lado.

– Eres hermosa... –susurró, acariciándole el rostro.

– Volviste muy intenso del trabajo.

Él rió.

– Es cierto –la besó.– Y verte me pone aún más intenso –besó su cuello.

– Nimura...

El pelinegro soltó una risita continuó besando el cuello de la fémina, mientras sus manos acariciaban su cuerpo. Tn jadeaba y soltaba leves gemidos, mientras cerraba los ojos.

– Nimura~ –gimió.

Furuta sonrió de lado y acercó su rostro al oído de la chica, y metió sus manos bajo su blusa lentamente.

– Te amo, Tn –susurró.

[Por la mañana]

Tn estaba de brazos cruzados mientras un sujeto cargaba su equipaje y el de sus amigos en el baúl del vehículo; Nao y Aki conversaban mientras tanto; y Nimura sonreía, abrazando a su mujer por la cintura con un brazo. Ella vestía con un vestido negro y un largo tapado blanco, junto a un par de tacones; los hermanos, por su parte, vestían de taje, pareciendo hombres de negocio.

– Todo listo –dijo el hombre mientras cerraba el portaequipaje.

– Perfecto –habló Nimura. Miró a la pelinegra.– Bien, escúchame Tn.

La fémina levantó una ceja mientras lo miraba.

– Éste auto los llevará al aeropuerto de Narita, allí tomarán el avión hacia Berlín. Éste hombre los escoltará, es de V.

– Bien.

– Llámame cuando estén en el aeropuerto, cuando subas al avión, cuando llegues a Berlín y cuando llegues al departamento.

– ¿Departamento?

– Oh. Cierto –rió.

Nimura metió la mano en el bolsillo de su pantalón y sacó de allí un par de llaves, las cuales entregó a la chica.

– Son las llaves del departamento que compré en Berlín. En el aeropuerto van a esperarte otros hombres de V, y ellos te llevarán ahí. Está equipado, tiene comida y todo lo que necesitas.

– Entiendo... –dijo tomando las llaves.

– Disculpa –interrumpió Nao.– No lo había notado, pero los pasajes tienen otros nombres.

– Son sus nuevas identidades.

El pelinegro sacó de dentro de su saco un sobre de papel madera, el cual entregó a su esposa. Tn lo tomó algo confusa y lo abrió, sacando de dentro tres pasaportes y más papeles con otros nombres.

– ¿O sea que ahora debo llamarme "Anika Böttcher"?

– Así es –sonrió.– Al menos hasta que nos hayamos instalado bien y sepamos que nadie nos persigue.

– A ti es a quien quieren, Souta.

– Lo sé, pero Matsuri de seguro busca matarte a ti también –tomó su mano.– Solo ve y no llames la atención, ¿Si?

– Claro.

 – Bien –la besó.– Llámame, avísame de todo.

– Sí, ya te oí.

El hombre abrió la puerta del vehículo a Tn, ella se despidió de Nimura y subió, luego subieron también Aki y Nao, y finalmente aquel sujeto, quien comenzó a conducir. Furuta observó el vehículo alejarse con una leve sonrisa, extrañaría muchísimo a aquella chica, pero necesitaba alejarla de todo aquello para mantenerla a salvo; en cuanto el auto desapareció de su vista, regresó a reunirse con agentes de V.

Mientras el vehículo avanzaba, Aki tecleaba en su laptop y conversaba con Nao y Tn.

– ¿Ubicaron a Kaneki?

– Sí.

– Y Furuta ya salió de Kabukichō –dijo Aki, mirando por las cámaras de seguridad en su laptop.

– Perfecto. Hazlo ahora, Nao.

– Entendido.

El mayor se movió hacia adelante mientras sacaba una jeringa de su bolsillo, la cual incrustó en el cuello del conductor en cuanto aquel se detuvo en un semáforo en rojo; cuando aquel hombre cayó inconsciente sobre el volante, Nao y Aki bajaron del auto, bajaron al sujeto y lo cargaron hasta el portaequipaje, sacando algunas maletas para poder meterlo allí, subieron las maletas al asiento trasero y luego abordaron el vehículo, sentándose el mayor adelante y el menor atrás. Tn se pasó al asiento delantero y se acomodó en él.

– Bien, volvamos.

Nao comenzó a conducir de regreso a Kabukichō.


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Mi amada Tn,

   Que bueno que hayas aceptado irte.
   De verdad, no soportaba la idea de que estuvieses aquí y algo llegase a pasarte.
   No te preocupes por nada. Hombres de V te cuidarán en Berlín, y nada va a faltarte. Solo relájate y espera a que yo vaya.
   Estoy protegiéndote Tn...
   Por favor, llámame cuando estén en Berlín y manténme al tanto de todo, quiero saber si estás bien, si duermes bien, si comes bien...La madre de mis hijos debe cuidarse, ¿Sabes? Al menos hasta que yo esté allí para cuidarte.

Sonríe, Tn
Eres todo lo que tengo
y todo lo que necesito...

Sonríe, Tn... 💌 Souta Nimura WashūDonde viven las historias. Descúbrelo ahora