Sonríe, Tn... 💌 Souta Nimura Washū

💌 Decimonovena Sonrisa

Era una noche normal en Tokyo.
Tn caminaba por Kabukichō con sus audífonos puesto y bebiendo una lata de café. Entró a su departamento, dejó su bolso sobre el sofá y se encaminó a la cocina, sin embargo, en el trayecto vio una carta sobre la mesa; curiosa, la tomó y la abrió, leyéndola:
 

‹Tn,

  Quiero verte, tengo algo muy importante que decirte. Te espero en el Jardín Nacional Shinjuku Gyoen, cerca del lago tras las casas de té, a las 16 hs.
  Espero verte.

Atentamente,
Nimura›
 

– ¿Nimura?

Tn ladeó la cabeza con confusión, pues por lo general Nimura solía ser mas insistente y "dulce", sin embargo, lo atribuyó a que quizá había sido frío en la carta porque estaba molesto por irse corriendo aquel día sin siquiera decirle adiós. Suspiró y dejó la carta a un lado; asistiría solo para saber qué es lo que ese idiota querría.

[Día siguiente...]

Cuando el reloj marcó las 15:40 hs, ella se colocó su chaqueta y salió, el recorrido eran solo 17 minutos a pie, por lo que llegaría a tiempo. Al llegar, se adentró al jardín y caminó hasta las dos casas de té que había allí, pasando entre ellas hasta acercarse al lago. Miró la hora: 15:59:45.

«Ya debería estar llegando, supongo...», pensó.

– Señorita Tn Midorikawa.

– ¿Si? –preguntó mientras se giraba.

Los ojos de Tn se abrieron como platos. Frente a ella estaba de pie un joven de cabello negro, ojos rojos y costuras rojas vestido de negro, sonriendo con inocencia y a la vez con sadismo; tras él estaba un hombre alto de largo cabello negro, un joven rubio, otro castaño, y un pelinegro mas, todos vestían de negro y llevaban en sus brazos derechos una banda con el número trece en romano (XIII).

– Soy el Clase Especial Suzuya –se presentó, enseñando su placa.– Le voy a pedir que por favor coopere con nosotros...o me veré en la obligación de retenerla a la fuerza.

Mas hombres llegaron, todos vestían con trajes de combate gris y estaban listos para pelear si la situación lo ameritaba. Tn comprendió todo de inmediato; la carta era solo un señuelo, la verdadera razón por la que la habían citado a aquel lugar era para que el CCG la capturase.

– Comprendo –dijo ella finalmente.– ¿No creen que es un operativo muy grande para capturar a una simple mujer?

– Bueno...Nos estamos enfrentando a Agrath, la ghoul que tiene seis distritos bajo su mando, varios locales y bares, y además nos atacó con bombas en variados atentados terroristas –miró a uno de sus subordinados.– ¿No es cierto, Hanbee?

– Así es, Suzuya-senpai.

El de costuras sonrió y volvió la vista a la fémina.

– ¿Quién fue el traidor?

– No estoy autorizado a decir eso. No, digamos que realmente no lo sé; solo me enviaron aquí a capturarte. Ahora, levanta las manos y no hagas nada estúpido, o te cortaré la cabeza –rió.

Tn suspiró y sonrió levemente, levantando las manos. Cuando uno de aquellos de traje gris se le acercó, ella sacó su kagune y lo atacó, arrojó varias bombas de humo y corrió al otro lado del parque, ocultándose en uno de los baños; Suzuya movilizó rápidamente a todos, ordenando que encontrasen a la chica.

– Responde, responde –murmuraba.

– ¿Jefa?

– ¡Nao! –cubrió su boca.