Sonríe, Tn... 💌 Souta Nimura Washū

💌 Vigesimosexta Sonrisa

En el camino a la puerta principal, alguien los interceptó.

– Así que tenía razón. Tus amiguitos vinieron a sacarte –dijo, sonriente.

– Nimura...

– ¿Ya te vas, Tn? Sabes que no puedo dejarte ir, es mi trabajo.

Nimura se acercó a Tn, pero ella comenzó a retroceder mientras todos le apuntaban con armas.

– Tranquila, no voy a hacerte nada.

– ... ¿Qué quieres?

– Despedirme.

– ¿Qué?

– No te retendré ni te haré quedar aquí, si lo hago, ese viejo te llevará al Jardín –se acercó mas.– Además, dije que te sacaría de aquí, ¿Verdad? –acercó su rostro al de ella.– Vete. Ten cuidado, no quiero que te vuelvan a encerrar aquí.

– Nimura...

Nimura tomó a Tn del mentón y se acercó a su oído.

– Cuídate –susurró.

Nimura sonrió de lado y miró a Tn un momento, para luego besarla. Separaron sus labios unos escasos centímetros.

– Me encantas –murmuró sobre sus labios.

Nimura se separó, sonriendo de lado, y continuó su camino. Tn estaba estática, aún no comprendía que acababa de suceder.

– ¿Qué fue eso?

– Ah...No sé.

– ...Como sea. Vámonos.

Continuaron avanzando, sin embargo, mas adelante se encontraron con el "segador".

– Tn.

– Kishou.

– ¿Te vas?

– Sí. Me aburrí aquí.

– ...Bien –se acercó a ella y le revolvió el cabello.– Ten cuidado afuera.

Arima siguió su camino, dejando a todos desconcertados. Tn se giró para mirarlo.

– ¿Ni siquiera intentarás detenerme? Es decir, eres el "Segador del CCG".

– Ya no importa. Yo moriré hoy –la miró.– Si te retengo aquí o te dejo ir, no importa. Además...no quiero que estés aquí. Vete.

– ...Gracias –sonrió.

– ... –sonrió.– Ten cuidado.

Arima se giró y continuó su camino.

– Okeeey –dijo Aki, confundido.– No entiendo.

– Es su medio-hermano, idiota –dijo Nao.

– Ah. Cierto.

– ... –rió y los miró.– Vámonos.

– Sí, jefa.

[Piso S]

Kaneki y Hinami corrían por los pasillos, con el objetivo de huir. Nimura los detuvo.

– ¿Queeeee? –preguntó, sonriente.– El Clase Especial Asociado transportando a un ghoul encarcelado en un momento así...o lo que sea que esté haciendo.

Ambos lo miraron con sorpresa, era la persona a la que menos querían ver en aquel momento.

– Vaya, vaya, ¿Qué tenemos aquí? Oh querido. Por qué, por qué.

– Retírate –ordenó Kaneki.

– Justo cuando iba a rematar con un chiste de manera nice. ¿Al menos entiende lo que está haciendo, mi pequeño jefe? No tengo mas opción que hacerlo, pero... –sacó su quinque.– ¡Mi posición precisa pelear contigo! –gritó, agitando la quinque en forma de motosierra.