Enredados (J-hope y tu) (En Corrección)

°•6•°

El asombro al ver que el lugar que un día anterior había estado todo tranquilo y casi vacío, estaba totalmente repleto de muebles.

El lugar parecía tener vida.
Su madre y padre seguían relojeando el lugar.

Padre: no falta nada verdad??

Madre: nada, esta tal como se los pedí.

El lugar estaba más cambiado, en los diferente muros había fotos familiares,unos cuadros de vaya a saber tú de que pintores. Había algunos cuadros que habia pintado su madre.

La cocina estaba preparada con todo lo necesario, Parecía la cocina de un gran chef.

Madre: tendrás que salir a comprar los insumos, ayer no pude hacerlo.

Ella asintió con la cabeza, sin perder ningún detalle ante sus ojos.

Para ella sus padres seguían exagerando con todo.

Habia muebles con algún que otro objeto de decoración.

La sala estaba toda alfombrada, una pequeña mesa ratona y a su alrededor varios sillones.

Sus ojos se dedicaron a ver el lugar, pero sin querer dieron con un color chillón que llamaba  mucho la atención.

Genial!!

Una sonrisa boba se le escapó al ver en la entrada de su nuevo hogar las pantuflas que su madre se había empeñado en comprar.
Esa pantufla se distinguía de las otras.... y como  No??!! Ese tono de color no era muy discreto entre todo el blanco de las demás.

Madre: sabía que te gustarían... -- una sonrisa de satisfacción era la dicha de su Madre -- a segurate de usarlas mucho!!

(___): por supuesto!!, como no usarlas??

Ambas explotaron en risas, después de todo sus padres  eran lo más preciado que ella podría llegar a tener.

Ella los amaba y ellos la amaban a ella.

A pesar de todo, su vida no fue tan mala.

Descontando los viajes frustrados a todo el mundo.

Su vida al lado de sus padres era perfecta.

Ya casi era la hora de que sus padres se fueran rumbo hacia el aeropuerto.

Al salir del lugar su padre le marcó como era que tenía que hacer con la puerta y cuales eran sus dígitos.

Se sorprendió al ver que sus padres habían elegido como contraseña la fecha de su nacimiento.

Padre: para que no lo olvides!!

En medio de las risas, el chico del pijama de bananas salió. Pero esta vez estaba con una ropa más acorde.

Llevaba su pelo algo revuelto, unos jeans ajustado de color negro, una Camiza Blanca con los dos últimos botones abiertos, estos dejaban ver la perfecta clavícula del chico.

"Una imagen perfecta, yo quiero vecinos asi"

Los típicos comentarios de su Madre, siempre decía lo que pensaba.

Antes de que pudiera reaccionar la madre y su padre se dirigieron al chico cuyo nombre era desconocido.

Madre: Muy buenos días. -- saludo su Madre con algo de euforia