Halfway - KihyunxReader *TERMINADA*

FINAL PT 3

17:28

Siento ganas de vomitar, he estado llorando como idiota fuera de la habitación de Kihyun, Christopher me había dicho que sería un error venir a verlo, dijo que me arrepentiría pero me ayudaría a hacerme fuerte, a saber cuál es el destino de las personas remarcando que tenía el poder de decidirlo yo, contra su voluntad. El destino de las personas que yo quiero atacar lo decido yo, porque soy una Moon, porque tengo poder y ellos no, porque soy heredera legítima de fortuna, porque para mi no existe ley, porque yo soy la ley, yo soy Dios. Las personas deben rogarme por clemencia, que se arrodillen frente a mi, que me adoren, que me respeten.

Soy la peor pesadilla de las personas.

Yo decido si mueren o viven, yo controlo sus mentes y sus acciones.

Y ahora decido por la vida, ahora decido el destino de otras personas, mi decisión final es que quiero que Kihyun viva sin importar qué, mi decisión es que esto se acabe, el destino de Christopher está decidido, yo decido que muera, que todas las personas que trabajan para él queden para mi, que ellos luchen por el bien junto a mi, sacar adelante las vidas que dependen de las macabras decisiones de Christopher, que vivan sin miedo.

Limpié mis lágrimas con brusquedad y arreglé mi lujosa ropa. Tomé la postura elegantemente correcta de Christopher. Terminaré lo que mi abuela comenzó, con o sin Kihyun a mi lado.

*

Ella estaba en una esquina, miraba con recelo al hombre que amó casi toda su vida, él estaba drenando a su padre. ¿En qué se estaba convirtiendo? No lo lograba reconocer, la persona amable, linda, cariñosa que conocía ya no estaba. Ni rastro de la persona que amaba.

- Madeleine, te necesito, ven aquí. –Él le sonrió–.

- Me siento mal. –Se llevó una mano a su cabeza–.

Se acercó a ella, la abrazó cálidamente. Su boca se acercó a su oído.

- No debes temer, Madeleine. Todo estará bien.

Ella se estremeció. Retrocedió dos pasos, el enfoque de su vista era escasa.

- Es por tu propio bien.

Sus piernas se debilitaron y su cuerpo se azotó fuertemente contra la pared, luego en el frío mármol que adornaba el suelo de la sala. ¿Qué le pasaba? Las lágrimas comenzaron a salir y su corazón por cada latido dolía más y más. Un fuerte ruido se apoderó de sus oídos y la respiración se dificultaba.

- Madeleine, cierra los ojos. –Ordenó–. Nos veremos pronto, te lo prometo.

Su corazón trabajaba con dificultad y cada vez su respiración era más escasa.

- ¿Qué me has dado? –Jadeó–.

- Recuerda que todo es por tu bien.

Él se arrodilló ante ella y acarició su mejilla. Todo dolía, más de lo normal. Dio un fuerte grito de dolor, comenzó a sentir algo húmedo en su mentón y su nariz, sangre, comenzó a toser, sólo salía sangre, era todo lo que veía. Estaba destruyéndose. Estaba muriendo.

- No puedo seguir con esto. –Warden se levantó y comenzó a desordenar su cabello–. ¿¡Qué mierda hice!?

Buscó entre las cosas, entre el desorden un arma, se acercó temeroso y apuntó directamente la cabeza de su amada.

- Lo siento tanto. –Él cerró los ojos y jaló del gatillo sin pensarlo dos veces–.

*