Capitulo 13

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Hoy ya es sábado. Si la semana paso un poco rápido, pero eso no quitó la maldita marca morada que tengo todavía en mi cuello, el grupo social con el que me junto me ha estado molestando todo el tiempo, claro pero Iván no se queda atrás, ha recibido regaños por parte de las maestras por dejarse hacer eso, que el es un caballero y etc... A mi me decían lo mismo, que eso no hacen las damas y etc... Mi mama en vez de regañarme, se rió de mi, mi hermano me hizo una "pequeña" escena de celos, seguido de un interrogatorio.

Diciendo: ¿Quien te lo hizo? ¿Cuantos años tiene? ¿Tuvieron sexo? ¿Hace cuando salen?... Y así tanta mierda y estupidez que dijo.

Hoy en la mañana pude notar que a Ivan se le nota todavía el chupetón un poco más fuerte que a mi pero se nota, el mío tiene unas tonalidades de entré verde y un poco de morado. Eso significaba que ya estaba bajando.

Jodido Ivan que me devolvió la broma.

Pero esto así no se quedara, a mi nadie me devuelve las bromas, el no será la excepción.

— Niñas a desayunar, ahora — grito el niñero.

Todas nos levantamos con cierta pesadez y nos peinamos un poco, una coleta alta y salimos.

— Buenos días chica vampiro — escuche ni bien salí de mi cuarto, jodido Ethan.

— Tan temprano jodiendo Ethan — dije con un mala cara.

— Es divertido verte molesta por la mañana — bufe.

— Sigo sin creer que eso te haya hecho Ivan Martínez, ósea simplemente no me lo creo — dijo entre risas Grayson.

Estúpido.

— Fue una venganza porque yo le hice los mismo — reí y sonreí al recordar su cara, un sentimientos de satisfacción se apoderó de mi.

— Sigue siendo extraño que Ivan te haya podido seguir el juego, simplemente el te hubiera humillado en frente de todos como lo hacía o no — dijo un calmado Ethan.

— Que más humillación que su fea marca en mi cuello — dije en un mueca — más horrible es que la gente piense que tenemos algo — fingí vomitar — me da ganas de vomitar tan solo pensarlo — todos rieron.

— Pero si está bien guapo el chico — dijo Katlyn — yo le daría y no son consejos — abrí mis ojos como platos y sonrió picara.

— La pervertida presente — bromee y ella se puso muy roja — la que le quiere dar a Iván — reí al igual todos.

Llegamos al comedor y lo que vi me dejo en shock. Todas las chicas tenían la misma postura al comer, el mismo antifaz para dormir y sinceramente parecían robot. Yo fruncí mi ceño y mire a las chicas que me miraban igual de extrañadas.

— Esto si es jodido hermana — susurre a Holly.

— Parecen robots — susurro en respuesta.

Todas alzaron su mirada hacia nuestro grupo y nos miraron con un expresión neutra, esto daba miedo.

Llegamos a nuestra mesa y nos seguían mirando, empezamos a comer y aún seguían mirándonos con una mirada tan penetrante que molestaba.

— ¡Podrían dejar de mirarnos por el amor de Dios! ¡Eso es enfermo! — grite perdiendo la paciencia, todo el mundo pego un salto — ¡Concentrense en sus cosas, Jesus! — todo el comedor quedo en silencio, yo solo seguí comiendo.

— ¡Guau! nadie nunca en toda la historia de la escuela había hecho eso — dijo Ethan.

— Yo la apoyo sinceramente estaban irritandonos — hablo con brusquedad Hailey.

— Eso es cierto — añadió Grayson.

El desayuno paso entre risas y alguna malas caras, pero no nos importo en absoluto.

***

5pm y todas estaban un manojo de nervios, yo estaba en el sillón mirando Teen Wolf, a mi en lo personal arreglarse no va conmigo, yo dije que iría natural no pueden obligarme a hacer algo que no me gusta, sólo me rizarán el cabello y ya, tampoco es la gran cosa, no quiero maquillaje aunque Katlyn se ofreció a ponerme como diosa, no acepte, así me evito eso que están haciendo ahora las muchachas.

— Hola está es la habitación de Ariana Collins — voltee rápidamente a ver quien me nombraba una chica con un uniforme rosa y rubia estaba parada en la puerta con un maletín enorme.

Mire extrañada a la chica y a la maleta, esto tiene que ser una broma.

— Emm... Yo yo soy... — la mano para que me mirara.

Ella sonrió ampliamente al verme y llamo a otra tres chicas más, por que de la nada salieron y se pusieron a su lado.

— Nosotras seremos sus maquilladoras — sonrió y mis ojos casi se salen.

— Emm... Yo no pedí esto — dije en tono brusco.

— El joven Grayson dijo que las arreglemos a todas, son órdenes — todas empezaron a chillar y yo bufe con la aburrida que soy.

— Bien... — no quería discutir así que sólo asentí con mi cabeza y deje que hicieran lo que sea conmigo.

— Chicas casa una a sus puestos —  dijo la rubia líder y casa quien agarro a una de mis amigas y mi hermana.

— Bueno... Nada exagerado, no extensiones, no máscaras dolorosas, no me pintes el cabello, no quiero quedar como prostituta, algo sutil — sonríe — y como no se una verga de maquillaje te salvaste que no menciones muchas cosas.

— Bien Relajate, tengo órdenes estrictas de dejarte más bella — al oír eso me sonroje.

Me coloco en una silla comida y me puso y ¿mandil? ¿delantal? ¿Protector de ropa? Yo que se, algo parecido, y empezó a masajear mi rostro, empezó a hechar muchas cremas y no se que más, depilo mis cejas, que por cierto duele como la mierda, más de una vez la insulte pero luego pedí perdón, no soy tan imbecil.

— Y... Auch, Ya habías trabajado con ¿Grayson? — el asintió.

— Si, soy la estilista preferida de su mama y su hermana, siempre nos llama para sus eventos — dijo orgullosa — está vez me sorprendió que me llamara para maquillar a un grupo grande de chicas.

— Si... Nisiquiera se lo pedí, lo voy a golpear por esto —dije bufando.

Auch mierda si que duele cuando que jalan un mísero pelo de la ceja.

— El es un chico muy apuesto — abrí mis ojos y ella estaba sonrojada — tienes tanta suerte en estar con el.

No pude evitar partirme de la risa, ¿Grayson y yo? Ni en mis más locos sueños.

— Cariño, eso nunca pasara. Sólo acepte porque me lo pidió, odio esas fiestas — dije sería.

— Lo siento señorita Collins, yo pensé que era su enamorada, es muy bonita — dijo concentrada en su trabajo.

— Gracias, pero no, no es mi tipo, en realidad nadie de este internado en mi tipo — bufe.

Treinta mil años más tarde, la chica paso a maquillarme es rostro, después de una manicure, pedicure, depilación facial y de mis piernas, que por cierto casi muero en esa depilación pero logre superarla como la macha pecho lampiña que soy.

Luego de otro rato más término mi maquillaje y paso a mi cabello, me hizo algunas ondas y un poco de fijador, si se preguntan como lo se es porque la chica me lo repetía  a casa rato.

Al final la chica por fin pudo dejarme verme en el espejo.

— Oh My God....

Guerra de GemelosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora