— Yo... Me tengo que ir un rato — y me levanté brusca.
— Ariana...
— No Holly... Déjame — la detuve antes de que dijera algo — y porfavor nadie me siga.
Salí de ahí, había como un pequeño pasadizo de plantas y sólo lo seguí, mientras más alejado de esa fiesta mejor, no quería que nadie me viera, corrí hasta llegar a un arco lleno de luces o no se como se llama eso, pero estaba lleno de luces, tenía una bancas y muchas flores creciendo a su alrededor, llegue a la banca y lo solté todo.
Empece a llorar como antes lo hacia, no podía, no era tan fuerte como creí que estaba. Los extraños demasiado, no puedo con esto.
Sentí un fuerte olor a cigarro y limpie mis lágrimas rápidamente, temía que alguien me viera así, alce la vista y mis ojos se encontraron con esos ojos celestes que tanto me desenfoca.
Iván me mira como inspeccionando la situación, me mira tan fijamente que me dio miedo, y odio sentir miedo, no quiero sentirlo.
Tiene un cigarro entre los dedos, le da una calada y lo bota, se acerca a mi lentamente y se pone en cuclillas frente a mi.— ¿Que te pasa? — me mira con preocupación.
— Nada que te importe — dije cortante.
— Estas llorando, siempre es bueno hablar con alguien para desahogarte — aparto un cabello de mi cara, mierda porque tenía que hacerlo?.
— Tu eres una de las últimas personas con las que hablaría de algún tema personal — dije tan brusca.
Quería seguir llorando, no sabía cuando tiempo podría seguir así de fuerte frente a el.
— No porque llores significa que eres débil, llorar significa que a pesar de ser fuerte e intimidante aún eres humana, eso no te debilita sólo te hace más fuerte — dijo con un tono tranquilizador.
Sólo basto que dijera eso, para ponerme a llorar. No podía tenía que llorar, para estar más tranquila, tenía que desahogarme con la persona que en la vida hubiera pensado que le contaría mis cosas.
Su mano cálida agarro la mía y la apretó, sabía que el podía entenderme, eso me hacia sentir su cálido agarre.
— Yo no puedo con esto Ivan, te juro que no puedo — llore y suspire tratando de calmarme.
Necesitaba un abrazo, pero de los que Dereck solía darme, los que me hacían sentir protegida, los que me consolaban, abrigaban y acogían en las noches que yo tanto sufría por el bullying que recibía.
No se si leyó mi mente o no, pero de un momento a otro sus brazos rodean mi delgado cuerpo, sus brazos me hacían sentir segura, protegida y cuidada, justo esa sensación tuve cuando pude despertar de la pesadilla, lo mire a los ojos, el seguía abrazandome, no quería que me soltara.
Nunca.
— ¿Lo extrañas cierto? — yo asentí — como sabes lo que...
— Vi la ceremonia desde el patio, vi lo que le regalaron a tu mamá, vi tu cara momento antes de salir corriendo — miro hacia las plantas — sabía que querías llorar, se notaba a millas.
— Los extraños, ellos eran todo para mi — dije ya un poco más calmada pero con la voz quebrada.
— Te entiendo también perdí a mi padre — suspiro el y lo mire con pena — casi no hablo de eso, pero como estamos con las confesiones que más da — suspiro con pesadez.
— Yo perdí a mi padre y a mi hermano, hace ya dos años atrás — volví a llorar — sigo culpándome, yo tuve la culpa yo los mate Iván — está vez no fue el, si no fui yo quien lo abrazo, no esperaba que el lo hiciera, pero me respondió al abrazo.
— ¿Porque lo dices? — se apartó del abrazo y me miro preocupado.
— Esa noche... Estábamos todos en la casa estábamos tan bien joder, pero a mi se me antojo comida, insistí tanto a Dereck y a mi padre que me fueran a comprar comida, fue tanta mi insistencia y tantos Pucheritos que a ellos le encantaban, que aceptaron — suspire al tratar de calmarme — en la puerta de mi casa, ellos se despidieron, pero yo me acerque hasta ellos y les di su beso, diciendo cuanto los amaba, raras veces se los decía pero ese día me nació del corazón — un lágrima silenciosa caía por mi mejilla — ellos me respondieron que también me amaban, y que yo era siempre su niña y su favorita, después de eso se fueron — muchas lágrimas silenciosas salieron — y nunca más volvieron.
— ¿Tu crees que por tu los mandaste fue tu culpa? — yo asentí.
— Porque la fue Ivan, si yo no hubiera insistido tanto ellos estarían vivos y conmigo — llore — me culpe todos estos años, me sigo culpando todavía — está vez lloraba y sollozaba.
— Déjame decirte que estas bien estúpida, lo siento la palabra en estos momentos pero debes ver la realidad — tomó mis manos fuertemente — ellos fueron porque ellos querían complacerte, tu no fuiste el conductor imbecil que los mato, tu no fuiste el —acaricia mi rostro.
— Nunca voy a dejar de sentirme culpable Ivan — llore — los amo tanto, papá, Dereck y yo éramos tan unidos, los perdí a los dos en el mismo día — cubrí mi cara con mis manos.
— Yo no tengo una buena relación con mi madre, ella olvido a mi padre en menos de un año de fallecido — suspiro con pesadez — salía con un hombre a escondida, nunca se lo perdone — sus ojos se mostraban rojos pero no soltaba ninguna lágrima, sabía que el hacia un gran esfuerzo por no llorar — llegue a la conclusión de que ella ya no amaba a mi padre, me dolió — sollozo — carajo lo amo tanto, lo extraño, más de lo que nadie se imagina, el es mi héroe, mi gran admiración — sonrió triste.
— Yo creo que el estaría muy orgulloso de ti — sonreí hacia el agarrando su mano.
— Aveces pienso que no, pero me he esforzado para llegar a donde estoy que aveces tan solo quiero rendirme y ya. Pero se que esa no sería una opción para papá.
— Aveces siento que ellos están conmigo — sonrió débil.
— Yo también lo siento cuando hago algo bueno, como ahora — sonrió mirando al piso.
— Gracias Ivan — sonreí — de verdad — suspire con alivio y mire al cielo.
— Gracias a ti también Ariana, no suelo hablar de esto con nadie, ahora que lo hice me siento con un peso menos — sonrió mirando sus dedos.
De un bolsillo saco una cajetilla de cigarrillo, lo mire divertida y reí.
— ¿Qué? — dijo inocente sacando un cigarrillo y poniéndoselo entre los labios.
— ¿Que no me vas a ofrecer? — dije divertida y quitándole la cajetilla.
— Lo siento, pensé que no fumabas — dijo con el cigarro en su labios, agarro el encendedor y lo prendió, dio una calada y lo agarro entre sus dedos — crei que por eso me miraste raro.
— Fumaba cuando estaba muy estresada o triste — puse el cigarro entre mis labios, lo encendí y le di una calada — te mire raro porque yo creía que tu no fumabas — el rió.
— Lo se, pero me libero con esto — le dio otra calada al cigarro.
Luego de un largo rato de risas y varios cigarros, decidimos salir de ahí.
Mis ojos ya estaba de vuelva normal y no había rastro de que había llorado.Salimos conversando de cosas triviales, como Marvel, lo siento me gustan sus películas.
— Bueno iré con Emilio... — bufo — no quiero pero debo, mi madre se pondrá como loca — sin decir más se despidió con la cabeza y poniendo sus manos en los bolsillos de su traje se fue en dirección contraria a la mía.
— No es tan malo después de todo... — susurre para mi sola y sonreí.
Ubique la mesa donde estaba antes y no había nadie, la pista de baile estaba llena de gente bailando musica lenta y aburrida, que parecía que todos se sabía la coreografía porque todos bailaban igual. Eso era raro pero a la vez majestuoso.
Estaba pasando entre la gente bailando cuando siento una mano unirse con la mía, estaba destina a gritarte pero cuando vi quien era me calle.
— ¿Bailas?...
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Guerra de Gemelos
Teen FictionEsta Guerra se da un dia de cada mes, en donde los Gemelos muestran quien es el mejor en las bromas. Los Gemelos Dolan Los Gemelos Martínez Las Gemelas Collins Estos gemelos se juntan, para crear una historia de vida, en donde se ven diferentes v...