Casa de Pervertidos [BTS×Tú]

S I E T E

— Eres el arte en persona, ____.— abrí mis ojos.

Había estado cantando con los ojos cerrados todo el rato.

— Gracias...— dije avergonzada.

Young Soo me miró sonriente.

Salí del cuarto y me dirigí a ellos.

— Tenias razón Hiro, tengo una gran competencia...— me miró unos segundos y luego se dirigió a Hiro.

— ¿De qué hablas? — intercambiaba la mirada entre los dos.

— Soy uno de los chicos que participará en el concurso.

— Oh. Lo siento.— le sonreí algo nerviosa.

— Hiro tengo que hablar contigo.— una chica entró por la puerta y todos giramos a verla.

Era rubia y muy delgada, con decir que se notaban sus costillas es poco. Traía tacones muy altos y finos, un top negro que parecía más un sostén que un top, una falda que no dejaba nada a la imaginación, literalmente, y maquillaje muy notorio. Young Soo la miró con mala cara y resopló, Hiro hizo una expresión de cansancio frente a su voz tan chillona y replicó.

— ¿Ésta es la nueva? — me señaló.

— Trátala bien, será quien te deje fuera del concurso.

Miré al autor de esas palabras. ¿Acaso quieres que ella me odie, Young Soo?

— Lo que tu digas.— se rió un poco.— ¿Vienes Hiro? — lo miró sonriente y se giró bruscamente haciendo que su falda se levantara.

— ¡Podrías tapar lo que no tienes, Mina! — le gritó Young Soo, puesto que la rubia se había ido.

Su comentario me causo bastante risa, la verdad. Él me miro y rió sin cautela. Hiro sonrió y negó.

— Vamos ___, falta hacer más cosas aún.— me sonrió.

— ¿No tienes que hablar con esa chica? — pregunté. 

— Eso puede esperar a después, lo nuestro no.— me jaló del brazo hacia afuera.

Me arrastro, literalmente, por todo el piso 4 hasta llegar a un estudio de ¿Fotografía?

— Am... Hiro, ¿Qué es esto?

— Te van a hacer un par de fotos, es cosa del concurso.

— Oh...

Miré un poco el lugar.

— ¡Hiro! ¿Ella es la famosa, ____? — un chico se acercó a mí mirándome con un notable asombro.

— Sí, es ella.— sonrió.

El chico me inspeccionó, demasiado diría yo.

— ¡ERES HERMOSA! — su grito me hizo retroceder un paso con temor.— Oh, perdón pequeña, no quise asustarte. Es que me emocione.— sus ojos se achinaron debido a la gran sonrisa que se dibujo en su rostro.

— Gracias...

Rápidamente me tomó de la mano y me hizo girar.

— Hiro no miente. Tenemos bastante competencia para el visual.

— ¿Tú...? ¿También estas en el concurso? — lo miraba confundida.

— Oh, sí lindura. Esta preciosidad estará contigo lo que queda del año.

La pose que mantuvo por unos segundos me causo gracia y ternura a la vez.

— Am... ya veo.— le sonreí nerviosa.

— ¿Por qué tan nerviosa cariño? No voy a violarte ni nada de ese estilo.— se acerco a mí.— Prefiero lo masculino.— se alejo y me guiño un ojo.

Wow mis sospechas se confirman, es gay. Me sentí, por un lado, aliviada y, por el otro, divertida.

— Hiro, corazón. ¿Puedes acompañarla a que se cambie y esas cosas?

Hiro asintió divertido y me tomo del brazo para sacarme de allí.

Entramos en una habitación que estaba a unas dos puertas del salón fotográfico y cerró la puerta detrás de él.

Los chicos se encontraban en la habitación mirando unos conjuntos de ropa que estaban acomodados en perchas colgados de una barra pegada a la pared.

Al cerrarse la puerta los chicos me miraron.

— Nos volvemos a ver, princesa.

— Pues sí.— le regale una sonrisa a Jin.

— Ven ____, ponte esto.— Hiro me entregó una camisa blanca y una pollera tableada negra con una raya blanca casi al final, junto con un lazo que simulaba ser una corbata y un par de botines negros de taco alto pero algo cuadrado.

Miré a Hiro con cierto desconcierto.

— ¿Es necesaria esta ropa? — él solo asintió.

Suspiré y me adentré en el cuarto que me indico.

Me cambie la ropa por el conjunto que Hiro me dio. A decir verdad me queda algo... justo, diría yo.

Abrí la puerta del lugar y salí.

— ¿Qué hago con mi ropa?

— Déjala allí, luego vendrás a cambiarte linda.— Hiro me sonrió.— ¿Qué tal se ve chicos? — me hizo una seña de que me acercara a él.

Al momento de cruzar miradas con los chicos, uf. De verdad me miraban muy atentos.

— Se ve hermosa como siempre.— Jin me sonrió, lo que en cierto punto me tranquilizo.

— Hermosa es poco, mi querido Jin. Tan solo mírala.— Hiro alzo mi mano haciéndome girar.

Maldita seas, no me hagas esto.

Miré el suelo nerviosa. No estaba soportando el peso de los ojos de aquellos chicos sobre mí.

— Am... ya vamos Hiro.

Levanté la mirada encontrándome con seis chicos pendientes de mis movimientos.

— Bien, vamos.— enredó su brazo en el mío y me jalo hacia afuera. Dios mi falda se levanto un poco, solo espero que los demás no lo vieran.