T R E S

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Desperté.

Ayer Jung Kook me había traído a mi cuarto, puesto que me dormí en el camino de regreso. Se porto muy amable, me acostó, me arropo y besó mi frente. Fue tan tierno.

Eran las 8:12 de la mañana. Por lo que sé los chicos se despiertan en menos de media hora.

Me levanté lo más rápido posible y corrí sigilosamente a la cocina.

Tomé lo que necesitaba de los estantes y preparé un desayuno para los 7, en parte para agradecerles por lo de ayer y también para establecer una "tregua".

Poco después de terminar de arreglar todo se escucharon pasos que venían hacia el lugar donde me encontraba.

- ¿___?

- Buenos días.- sonreí.

- ¿Nos preparaste el desayuno? - me miró tierno.

- Sí.

Nos sonreímos mutuamente, amaba ver sonreír a Jin.

- ¿Quieres ayudarme a despertar a los demás?

Asentí divertida.

Nos encaminamos escaleras arriba y nos dirigimos al primer cuarto.

Nam Joon.

Jin llamó mi atención y señaló la cara de RM.

- Aprietale las mejillas.- susurró.

Asentí y me acerqué al líder.

Pellizqué sus mejillas.

- Oye, Nam Joon. El desayuno está listo.- reprimí algunas risas.

- Jin. Ya te he dicho que... ¡¿___?! - se sobre salto y fijo su mirada en Jin, quien explotó en risas.- Te he dicho que nada de tocar mis mejillas.- espetó enojado.

- Oh, vamos Nam. ¿Se lo negarás a ____? Que insensible.- ambos reímos un poco.- Ya baja, ___ cocinó esta vez.

Nos dirigimos a la siguiente sala.

Jimin.

- Espera.- se detuvo.- Quiero que le hables súper "sexy", ¿Va?

- Mhm...- dude un poco.- Está bien.- va a ser divertido.

Entramos y caminamos a su cama.

Jin se colocó muy cerca de su cara y me hizo señas para que hablara.

- Mhm... Jimin~.- alargué su nombre.- Necesito decirte algo, despierta...

Jin sufría con mis palabras, ya que no aguantaba más la risa estando tan cerca.

- ¿___? Sabía que vendrías.- abrazó a Jin, supongo que pensado que se trataba de mí.- ¿Qué necesitas hermosa? ¡AHH! ¡¿Jin?! Por dios.

Se levantó bastante asustado y con una mano en el pecho.

Explotamos, literalmente.

- Debiste ver tu cara, dios.

Jin ya casi no respiraba.

- ¿A qué se debe esto? - preguntó el castaño más tranquilo.

- El desayuno está listo, baja.- le sonreí y bese su mejilla. Tomé a Jin, quien de verdad no respiraba y lo saqué fuera de la habitación.

Caminamos a la siguiente puerta.

Yoon Gi.

Espere a que todo se calmara y entramos.

Casa de Pervertidos [BTS×Tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora