Casa de Pervertidos [BTS×Tú]

T R E I N T A Y D O S

— ¡____! Tae Hyung me explico lo que pasó, lamento mucho eso, asumo que los chicos ya deben haberte puesto al tanto sobre la situación.

—  Hola Hiro, si tranquilo, ya me lo explicaron, solo espero no causar más problemas...— sonreí desganada.

— No causas ningún problema cariño, ya verás que todo se solucionará.—  me sonrió.—  Bien, ayer no tuvimos ensayo ya que me salió un problema personal antes de que empezáramos y tuve que irme corriendo.  

— Oh, ¿Está todo bien? — me animé a preguntar.

— Sí, pequeña, tranquila. Es solo que mi gato tuvo una crisis y es mi vida literalmente así que corrí al veterinario. Pero ya se encuentra bien, suelen cada tanto aparecer esas molestias, aunque no es nada que no se solucione con medicación y amor.— hizo una cara muy tierna que me provocó una sonrisa. 

— Me alegro de que todo esté mejor, Hiro. Entonces no me perdí de nada, genial. No me gusta faltar.— hice un puchero.

— Ya me lo imaginaba, corazón. V me dijo que querías venir pero él no te dejó.— largó una pequeña risita.

— Sí, me cuida demasiado diría yo.— reí con él. 

— Eso es bueno, hermosa, créeme. En fin, tengo una noticia para ti.

— ¿Cuál es?

— Recordarás que aun no dije quien haría solitario en esta etapa, y dado que ya falta menos de un mes para la presentación he decidido dártelo a ti. Bailaras y cantaras Serendipity en esta etapa. Además de que los chicos te eligieron para su especial.  

— Am, no se si podré con todo Hiro, no quiero decepcionarte pero...

—  Nada de peros, yo sé que puedes, por eso te lo doy a ti, además de que eres perfecta para esta presentación. 

Suspiré.

— Está bien, daré lo mejor de mí, lo prometo.

— ¡Así se habla, hermosa! Ven, vamos que te enseño la coreo antes de que los demás vengan, mañana veremos el especial de los chicos y el lunes el de ustedes. Veo que han elegido a Kay y a Young Soo.

— ¡Sip!

— Perfecto, quedarán geniales ambos. Bien, empecemos.

 ***

— Hola, princesa.

— ¡Jin! — corrí a abrazarlo.— ¿Por qué te fuiste sin decirme? — le recrimine enojada.

 Echó una carcajada.

— Perdón, preciosa. Tenía que, luego te explico, ahora vayamos a casa que de seguro estás muy cansada y con hambre, ¿Verdad?

Asentí fugazmente y jale de su brazo en dirección a la puerta del edificio.

En el camino hablamos de como estaba todo en casa y lo que había pasado con Jimin. Me dijo que lo sospechaba desde un principio pero había querido confiar en que no pasaría otra vez, sin embargo me aseguró que él es muy buena persona, solo tiene este defecto, por supuesto que lo entendí, aunque aun tenía mucho miedo por lo que pasó.

 Sin duda alguna Jin era la persona en la que más podía confiar en este mundo luego de mi mamá. Recuerdo que el día que ella murió, permaneció dos días fuera de mi cuarto para asegurarse de que estuviera bien.

Luego cuando pasó lo de mi tio, fue él quien lo busco, ato de pies y manos y lo entregó a la policía para que ya no me hiciera daño.

Es como mi ángel guardián.

— Oye, ¿Puedo contarte algo que siento? Pero no puedes decírselo a nadie porque no creo que sea así...

— Sabes que puedes confiar en mí, preciosa.— desvió su mirada hacía mí por un segundo y me guiño un ojo.

— No te enojes con él, ¿Sí? Pero Tae Hyung me ha besado, y yo le correspondí aunque, no lo sé. No sé que piensa de mí o si le gusto, no sé. Estoy muy confundida. ¿Qué crees que pase?

Suspiró.

— Ay, mi niña, estás creciendo.— fingió llorar a lo que reí.— Veras, conociendo a V, debe estar yendo en serio, él nunca es de demostrar sentimientos ni mucho menos besar mujeres...— pensó.— El tiempo te lo dirá, solo ten cuidado, y si tienes dudas pregúntale que es lo que siente. Quizás está en una situación como la tuya y está confundido.

 Se lo tomo mucho mejor de lo que esperaba, siempre fue sobre protector conmigo y los chicos, por lo general no le agradaba ninguno que me hablara o insinuara mínimamente algo.

Quizás sabe que Tae Hyung no me lastimaría ni haría lago malo...

— Pero si deciden avanzar con algo como una relación o demás deberé hablar con él para dejar algunas cosas claras.— puso un semblante serio.

Reí.

— Tú no cambias, ¿No?

— Claro que no, menos contigo.

Reímos.

— Te amo, Jin, gracias por ser mi familia.

— Yo también te amo, preciosa. Sabes que siempre serás mi niña.— me sonrío.

Sin dudas su sonrisa me sana el alma.