Casa de Pervertidos [BTS×Tú]

T R E I N T A

— ¡Bajen a cenar, chicos!

Al llamado de Jin todos bajamos, parecíamos soldaditos a la orden de un jefe.

— Y, ¿Cómo te fue hoy, bebé?

Creo que Hobi quería hacer esto lo menos incomodo posible ya que Jimin no paraba de mirarme con odio. A veces no entiendo que quiere, ¿De verdad no se da cuenta que me asusta? Me pregunto si la vez que hablamos no le importó lo que dije.

Nam Joon hace unos días me dijo que debe estar obsesionándose conmigo y eso me asusta el doble porque sé como termina cuando eso pasa, mi tío sentía lo mismo por lo que dijo.

— Bien, bebé. Hoy hicimos los especiales, y mañana seguiremos con lo mismo por ahora. Capaz el viernes ya probemos todo de una.— sonreí.

— Falta poco para la presentación, ¿Nerviosa? — no sé porqué pero la voz de Tae Hyung lograba calmarme demasiado.

— Un poco quizá, pero sobre todo ansiosa.

— Te vi ensayar mucho hoy, estás en muchas coreografías, ¿No? — Tae Hyung desvío su marada hacia él.

— ¿Y tu desde cuando tienes tiempo para mirarlos ensayar, Jimin?

— Bueno, he pasado por el pasillo y ha estado la puerta abierta, por eso lo recuerdo.

Okey, V creo que está un poco enojado, o quizás preocupado por la forma en la que Jimin me vigila a cada minuto del día. Realmente cada vez creo más conveniente hablar con Jin.

El resto de la comida continuo en un silencio absoluto, aunque nadie más que yo, Tae y Hobi nos veíamos nerviosos.

Jimin no para de mirarme, no deje de sentir el filo de sus ojos ni un segundo sobre mí.

Cuando todos acabron de comer me dispuse a levantar los platos de la mesa y lavarlos.

— Hoy lavaré yo, tranquilo.

— Oh, gracias princesa. Los pies me matan y solo quiero dormir.— me miro con una cara adormilada y agradecida.

— Ve a dormir tranquilo.— le sonreí.

Suga se esforzaba muchisimo por la banda, sin duda todos lo hacen.

— ¿Te ayudo?

Me voltee al escucharlo.

— Estoy bien, mejor ve a descansar, tranquilo.

— Tú te ves igual de cansada, preciosa.

Ama escuchar salir de su boca pequeños halagos hacia mí.

— Pero seguro que menos que tú, Tae.

— Dejame estar contigo antes de dormir, por favor.

Sus manos rodearon mi indefensa cintura y pegó su pecho a mi espalda dejando caer su menton en mi hombro derecho.

— E-está bien.

Sin duda alguna este chico me pone muy nerviosa.

Tomó un plato con la mano izquierda y mi mano con la esponja y totalmente enjabonada con la otra y empezó a limpiarlo. Me limité a mirar como usaba mi mano para lavarlo y sin pensarlo de un momento al otro me encontraba agarrando su mano con la que sostenía el plato.

Sentía su respiración pegada a mi cuello y eso hacía que se me erizara la piel.

— Me pareces la persona más preciosa del mundo, ____.

Su voz ronca al raz de mi oído logró enloquecerme.

Voltee la cabeza hacía su lado quedando a centrimetros de su rostro. Mi mirada divago entre sus ojos y sus labios unos segundos; hasta que él me volvió a besar.