—Así que, ¿cuánto os ha tomado hacer esto? —pregunté, refiriéndome al montón de hojas que estaba sujetando.
Estaba sentada en un cómodo sillón de cuero en Starbucks. Los Tres Mosqueteros, que son los mismísimos Bennett Frazier, Jordan Wallace y Declan Lynch están sentados enfrente mío en los mismos cómodos sillones de cuero. La sorpresa es que el Starbucks está vacío excepto por nosotros cuatro, y ahora mismo estamos haciendo negociaciones.
La cosa es que los Tres Mosqueteros quieren hacer un contrato conmigo, llamado El Contrato de Starbucks. Sí, también me pregunto quién fue el genio que lo llamó así. De todas formas, por alguna razón quieren ser mis... amigos. No ven a la chica no popular, nerdy e indefensa que yo veo.
Es decir sí lo hacen, pero ese no es el punto.
Dicen que ven algo más en mí. Cómo me enfrento a mis matones, cómo los aguanto, cómo sobrevivo a los golpes cada día. Y de alguna manera me entienden porque también son unos marginados del instituto, aunque por diferentes razones. Mientras que yo soy la marginada del instituto porque soy una nerd. Ellos son los marginados del instituto porque son chicos malos. Y por eso todo el mundo los evita, no los enfrenta, y las chicas no coquetean con ellos. En serio que la vida tiene que ser dura con ellos.
Pero a lo mejor yo puedo ser la excepción. Podrías decir que son vistos como monstruos, son temidos. A lo mejor eso podría ser igual de malo como los tratos que recibo yo. Claro que yo recibo un par de heridas y golpes, he vivido con eso toda la vida. Pero imaginad que sois nuevos en el instituto con tus otros dos amigos y todo el instituto os tiene miedo. Obviamente que la situación no es tan mala como la mía, nada podría ser tan malo como lo mío, pero está cerca. Los cuatro entendemos lo cruel que puede ser la sociedad, y de alguna manera eso nos ha conducido a esto.
Jordan respondió:
—Como un día.
Pestañeé.
—¿Un día? —Apenas nos conocimos ayer viernes, y aquí está el contrato el sábado. Hay pruebas pero no lo puedo creer.
Se encogió de hombros, intentando restarle importancia.
—No ha sido nada del otro mundo, solo me ha tomado-
—Espera, ¿tú has hecho esto? —Sacudí el contrato en el aire.
—Sí, yo-
Miré a Declan y a Bennett.
—¿En serio? ¿Lo ha hecho él? De vosotros dos, me lo creería, ¿pero de Jordan?
—¡Hey! Estoy justo aquí, sabes.
Bennett se encogió.
—Es el que escribe más rápido de entre nosotros tres.
—El tío puede ser un friki si se lo propone.
Jordan apretó los dientes.
—Como iba diciendo, las negociaciones y todo ese rollo son cosa mía. El contrato tiene un par de secciones y artículos con un par de datos que se deben saber.
Miré al contrato más de cerca y vi que habían más de un par de secciones, mientras que cada sección tiene un par de artículos debajo.
—Pero esto está trabajado muy a fondo, ¿seguro que solo te ha tomado un día para hacerlo?
—Bueno, hoy es sábado y ayer fue viernes, te conocí el viernes. No me gustan las mates pero creo que eso iguala a un día —dijo con una sonrisa—. De todas maneras, el contrato es libre de recibir cualquier enmienda aunque los cuatro tendremos que estar de acuerdo con esta enmienda.
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TRADUCCIÓN: The Good Girl's Bad Boys: The Good, The Bad and The Bullied.
Humor-Es bastante simple en realidad -me dijo Bennett. -Tú serás nuestra chica buena -dijo Declan. Jordan sonrió. -Y nosotros seremos tus chicos malos. Estuve en silencio por un momento. Los miré, a contrato y otra vez a ellos. Después, calmadamente pus...