Capítulo Cinco: Uno Para Todos, Y Todos Para Uno

5.2K 460 74
                                    

Miré fuera de la clase, comprobando que tenía luz verde. Miré a la derecha, izquierda y de nuevo a la derecha. Cerré los ojos, dejando escapar un suspiro de alivio. Abrí la puerta y me mezclé rápidamente con la muchedumbre de chicos. Pensé que seguro estaba a salvo ya que me había camuflado con la gente. Estaba usando el mismo ritmo al andar, con la cabeza abajo mirando al suelo. Pero de alguna manera, me encontraron.

Aullé por la sorpresa cuando sentí un repentino tirón en el cuello de mi jersey. Me tiraron hacia atrás y me levantaron del suelo. Cuando me giré, me encontré con mi captor, más específicamente, captores. Los Mosqueteros me miraron con la misma sonrisa. Declan era el que me estaba cogiendo del jersey.

—Bueno, hola, Naomi —dijo alegremente Jordan.

Suspiré derrotada.

—Hey.

—Sabes... —meditó—. No te hemos visto en todo el día. Y si no supiera hacerlo mejor, diría que nos estás evitando.

Dejé escapar una carcajada.

—¿Yo? ¿Evitándoos? ¿De qué estáis hablando?

—Eso es lo mismo que les estaba diciendo a los chicos —señaló Jordan—. No había manera posible de que nos evitaras a los tres.

—Hasta que te hemos visto en el pasillo y has empezado a andar hacia otra dirección —dijo Bennett.

Los tres asintieron de acuerdo.

Volví a suspirar derrotada.

—De acuerdo. Os estoy evitando. Pero no os lo toméis como algo per- Bueno vale, tomáoslo como algo personal.

Jordan se cruzó de brazos y negó con la cabeza decepcionado.

—Oh, Naomi. Ya deberías saberlo.

Achiné los ojos.

—¿Saber el qué?

Sonrió de forma traviesa.

—No puedes escapar de los Mosqueteros.

—No es posible.

—De. Ninguna. Manera.

Por tercera vez, suspiré derrotada.

—Ya lo he notado.

Declan me devolvió al suelo y me dio palmaditas en la cabeza, regalándome una pequeña sonrisa.

—Ahora la pregunta que tenemos en mente es... —dijo Jordan, mientras me arrinconaba—, ¿por qué nos estás evitando para empezar?

—No parecía importarte estar con nosotros el sábado —dijo Declan.

—Y nos dijiste que te podíamos recoger hoy —me recordó Bennett—. Pero cuando hemos llegado a tu casa te hemos estado esperando durante una hora hasta que nos hemos dado cuenta de que posiblemente ya te habías ido.

Los tres me miraron con la misma mirada interrogatoria.

—Cojo el bus para ir al instituto —respondí directamente. Aunque no de la manera que estáis pensando.

—Pero eso no explica por qué nos has estado evitando hoy —dijo Jordan.

—B-bueno, es porque... —Me fui callando y miré a otro lugar—. Es porque no quería ser una incordio.

—¿Un incordio? —preguntaron los tres al unísono.

Pestañeé.

—¿Ensayáis eso?

—No —dijeron simultáneamente.

Se miraron entre ellos.

—Parad.

TRADUCCIÓN: The Good Girl's Bad Boys: The Good, The Bad and The Bullied.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora