Estaba empezando a impacientarme.
—¡Daros prisa! —dije—. Vais a llegar tarde.
—¡Ya venimos, ya venimos! —lloriqueó Jordan.
—Casi hemos acabado, ¡lo prometo! —juró Declan.
Bennett maldijo.
—¡Solo danos un segundo!
—¡No tenemos un segundo! —mascullé.
—¡Sí, lo tenemos! —dijeron los tres al unísono.
—¡No, no lo tenemos! —repliqué de vuelta—. ¡Venga, chicos! ¡La peli está a punto de empezar!
Era una tarde de domingo, el sol brillaba, los pájaros cantaban y era casi la una en punto, la hora en la que la película empezaba. Después del "incidente del Re-Contrato de Starbucks" de ayer, decidimos ir a ver una película al día siguiente. Como si nada hubiera pasado, como si las últimas dos semanas no hubieran ocurrido. Y estoy un poco agradecida por ello. No quería pasarme las siguientes semanas, a lo mejor meses, temiendo lo que había pasado en esas dos semanas. Y no quiero guardarles rencor a los chicos por ese, vale, esos dos errores. Prefiero seguir con mi vida y ver una película. Lo cual es exactamente lo que estamos haciendo.
—No es mi culpa que estos idiotas quieran comprar todo lo que hay para comer durante la peli —gruñó Declan mientras fulminaba a Jordan.
—No lo estoy comprando todo —dijo Jordan. Se podía notar que había rodado los ojos por su voz—. Bennett sí.
—Es un placer, Jordan —le dijo—. Un placer.
—Bueno, ¿habéis acabado de comprarlo todo? —exigí, antes de tomar un sorbo de mi bebida.
—Casi —aseguró Jordan—. El cajero lo está sumando todo.
—El total son $97 —dijo alguien alegremente de fondo.
Casi escupí mi bebida.
—¿¡Qué!? Jordan, dime que no os habéis gastado $97 en comida para esta peli.
—Bien, técnicamente con el impuesto sería al menos- ¿cuanto es con el impuesto? —Hubo una pequeña pausa hasta que contestó—: De hecho, sería un total de $102.
—Jordan... —gruñí.
—De acuerdo, de acuerdo —confesó—. Sonará como que es mucho. Pero uno: todo el mundo sabe que la comida de los cines es carísima —De acuerdo, tengo que admitir que tiene razón—. Y dos: somos tres chicos adultos-
—Hombres —corrigió Declan.
—Buen punto —dijo Jordan—. Tres hombres que comerán todo lo que ellos quieran.
—Tú quieras —volvió a corregir Declan.
—Buen punto —repitió Jordan.
—Bien —empecé, con mi voz como un mortífero susurro—, esto tres hombres adultos no vivirán mucho si no traen sus traseros a esta peli antes de que empiece.
Jordan soltó una risilla nerviosa.
—Vas en serio... ¿verdad?
—Mucho.
—Um, ¿señorita? —llamó alguien en un bajo susurro.
Levanté la vista para toparme con un acomodador, debía de tener 30 largos con un grueso bigote bajo su puntiaguda nariz. Llevaba el típico sombrero de acomodador cubriendo su fino pelo y llevaba puesto el uniforme de acomodador de un nítido color rojo. La sala de cine estaba ligeramente oscura, pero no tanto como cuando la película empieza. Aún así, el acomodador me apuntó con su linterna justo a los ojos. Instantáneamente aparté la mirada, escondiendo mis ojos con la mano.
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TRADUCCIÓN: The Good Girl's Bad Boys: The Good, The Bad and The Bullied.
Humor-Es bastante simple en realidad -me dijo Bennett. -Tú serás nuestra chica buena -dijo Declan. Jordan sonrió. -Y nosotros seremos tus chicos malos. Estuve en silencio por un momento. Los miré, a contrato y otra vez a ellos. Después, calmadamente pus...