—Y si podéis pasar a la página 314 para ver nuestra nueva lección sobre el Teorema de la Divergencia —dijo con monotonía el señor Roberts, escribiendo el término en la pizarra.
El Sr. Roberts, un raro hombre de treintaymuchos con fino pelo y un hueco calvo en medio de su cabeza. Se volvió a sentar en su silla, alisándose la corbata sin estarse quieto. Juegueteaba con sus gafas, limpiándolas con un pañuelo antes de volvérselas a poner. Todos jadearon y sacaron sus libros para ir a la página 314. El único ruido de la habitación era el de las páginas.
No pude evitar dejar escapar un bostezo, descansando mi cabeza en mi brazo, que estaba apoyado contra la mesa. Incluso una diplomada nerd como yo se aburría en esta clase. Claro, vivo para aprender y todo eso, pero incluso yo me puedo aburrir de vez en cuando. El Sr. Roberts levantó la mirada del libro y se aclaró la garganta.
—¿Sí... —Paró un momento, probablemente buscando el nombre que combinaba con la cara—... Parkins?
—Casi —dijo alguien—. Es Parker.
Todo el mundo se giró para seguir la mirada del profesor y vio a alguien levantando la mano con una cara llena de aburrimiento. Sabía quién era, era Park O'Neil. Un quarterback del equipo de fútbol americano. De pelo corto marrón con reflejos naturales, brillantes ojos azules y una encantadora sonrisa; muchas chicas tienen el típico flechazo con él. Como la mayoría de los jugadores de fútbol tiene la misma complexión, altura y está bastante musculado. Llevaba la chaqueta del colegio prácticamente cada día para demostrar que estaba en el equipo de fútbol americano y que nadie debía olvidarlo. Es bastante popular, como es lo normal. Normalmente bromea en clase igual que no presta atención. De hecho, nunca levanta la mano en clase. Así que es bastante sorprendente lo que está haciendo con la mano alzada. A lo mejor solo se está estirando, a lo mejor.
El Sr. Roberts sacudió la cabeza.
—Perdón, Parkins-
—Parker —le volvió a corregir.
—Parker —el profesor se corrigió a sí mismo—. ¿Tienes alguna pregunta?
—Seh, es sobre el tema del teorema de la demencia —dijo Parker.
Todo el mundo rió por su error. Era tan estúpido, que hasta yo no pude evitar soltar una risilla. Pero, obviamente, el Sr. Roberts no pilló la broma y parecía aún más confundido.
Sus cejas se juntaron en solo una.
—Es el Teorema de la Divergencia. ¿Y qué pasa con él?
—Bien, tengo una teoría hecha por mí —enunció con atrevimiento.
—Una teoría es para la ciencia, un teorema para las matemáticas. Pero algo me dice que eso no hará ninguna difere-
—No, no la hará —declaró Parker.
Suspiró.
—De acuerdo, entonces, Parkins-
—Parker.
—Es verdad, Parker. Pues escuchemos esta teoría tuya aunque estemos en cálculo —dijo, pacientemente.
—Mi teoría es que si consigo que te salgas del tema lo suficiente, tendremos menos tiempo de clase —anunció Parker de forma engreída, con una sonrisa de superioridad.
Hubo unas cuantas risas disimuladas de mis compañeros. Otros lucían entretenidos, gustando la idea de malgastar el tiempo en bromas que en mates.
El Sr. Roberts frunció el ceño.
—¿Y es tu gran teoría correcta?
Realmente no se estaba salvando. Parker claramente estaba interrumpiendo la clase así que él no seguiría con la lección, por lo que estaba siendo inocente y cayendo en la trampa. Simplemente me apoyé en el respaldo de mi silla y observé adónde llegaba esta conversación.
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TRADUCCIÓN: The Good Girl's Bad Boys: The Good, The Bad and The Bullied.
Humor-Es bastante simple en realidad -me dijo Bennett. -Tú serás nuestra chica buena -dijo Declan. Jordan sonrió. -Y nosotros seremos tus chicos malos. Estuve en silencio por un momento. Los miré, a contrato y otra vez a ellos. Después, calmadamente pus...