—¡No podéis retenerme aquí para siempre! —exclamé.
Jordan rió.
—¿He oído un reto?
Apreté los dientes.
—¡Voy en serio!
Declan sopló.
—Naomi, es por tu propio bien.
—¡No, no lo es! —repliqué—. ¡Y no podéis encerrarme aquí!
—En verdad, sí podemos —dijo Bennett, siendo sincero.
Gruñí y me volví a desplomar sobre la cama. Los chicos estaban justo detrás de la puerta cerrada, dejándome privacidad.
Sigo en la misma habitación en la que me desperté. La cual descubrí que era la de Bennett. Lo cual no es nada sorprendente. Lo que es sorprendente es que no es la casa de Bennett, más específicamente, la casa de sus padres. Es su apartamento. Por lo que dice Jordan, es un apartamento de soltero. Vive aquí solo con solo una criada que viene los lunes, miércoles y sábados. Pero en donde estoy ya no me importa tanto. Lo que me importa es por qué sigo aquí.
Realmente me van a encerrar aquí en contra de mi voluntad. Les dije que ya me sentía mejor (mayoritariamente). Les dije que podía volver al colegio. Me dijeron que no. Les dije que podía volver a casa. Me dijeron que no. Les dije que podía ir al baño sola. Me dijeron que no.
Se negaron a dejarme salir de esa habitación. No puedo perderme otra día de instituto, incluso si Jordan usara sus habilidades con el ordenador para engañar a mis padres y el instituto. Tengo ganas de hacer el trabajo de clase y los deberes que no he hecho (es una cosa de nerd), no le puedo pedir a nadie del instituto que me pase lo que me he perdido (es una cosa de Naomi), y obviamente no les puedo preguntar a los chicos.
Han sido suspendidos por tres semanas. Sí, tres semanas. No estoy sorprendida porque estén suspendidos. Estoy sorprendida porque están suspendidos por tres semanas. La Directora Barnes no podía dejarlos libres tan fácilmente, especialmente con lo que hicieron los tres el lunes. Deberían haber sido suspendidos por un mes, a lo mejor hasta dos. Hay gente que ha sido suspendida por más tiempo habiendo hecho cosas menores. Una vez una MPA (Muestra Pública de Afecto) de una pareja fue pillada por la Directora Barnes mientras estaban en el armario del conserje. Ambos fueron suspendidos durante dos meses en momentos diferentes para que no se pudieran ver mientras el otro no iba al instituto; no se vieron en cuatro meses seguidos.
Pero Jordan me explicó que en verdad Bennett sobornó a la Directora Barnes para que les suspendieran por tres semanas, una semana para cada sumada. Él dijo que era "un hueso duro de roer", sus palabras, no las mías. No me atraparán diciendo esas palabras. Bennett hizo lo mismo que le hizo al gerente de Starbucks. Solo que la Directora Barnes no estaba tan dispuesta hasta que Bennett subió el precio más y más. Jordan me dijo que ambos llevaban tan buenas caras inexpresivas que las podías ver en un diccionario. No fue hasta que Bennett lo trajo a cuatro dígitos multiplicado por tres que la Directora Barnes parpadeó y cedió un par de dólares más tarde. Ninguno de los padres de los tres fueron llamados en el instituto, Bennett se encargó de eso todo solito.
—Hey, Naomi —preguntó Jordan con indecisión desde el otro lado de la puerta—. ¿Sigues enfadada?
El cojín se chocó contra la puerta. Oí un aullido que debía de haber venido de Jordan. Sonreí triunfante.
—No lo sé. ¿Qué tal si entras y lo ves tú mismo?
Hubo una pausa.
—Nah, estoy bien.
Fulminé a la puerta cerrada donde los tres habían estado acampando.
Le amenacé:
—Tienes suerte de que haya una puerta entre nosotros-
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TRADUCCIÓN: The Good Girl's Bad Boys: The Good, The Bad and The Bullied.
Humor-Es bastante simple en realidad -me dijo Bennett. -Tú serás nuestra chica buena -dijo Declan. Jordan sonrió. -Y nosotros seremos tus chicos malos. Estuve en silencio por un momento. Los miré, a contrato y otra vez a ellos. Después, calmadamente pus...