X.

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Harry y Kevin aterrizaron sin problemas el avión en el aeropuerto del Cairo y tras coger su equipaje y saludar a los colegas de profesión en la terminal, fueron llevados en un minibús, hasta el hotel junto a los demás auxiliares del vuelo.

—No me gusta nada viajar a estes lugares, hace demasiado calor, es sofocante. De verdad no entiendo como esta gente puede soportarlo—dijo Gloria dándose aire con una revista que había cogido.

—¿Habías viajado alguna vez a este país Louis?—dijo de repente Kevin.

Harry que estaba medio recostado con los ojos cerrados, los abrió y levantó la cabeza un poco para poner atención entre la conversación de los dos.

Louis se dio cuenta y decidió jugar para fastidiar un rato, le daba igual si  jugaba con fuego y se quemaba  total que más le daba, él comandante ya lo tenía entre ceja y ceja.

—Pues no la verdad. En la compañía que estaba no llegaba tan lejos pero sabes querido, yo soporto muy bien el calor y me encanta sentir como resbala el sudor sobre mi piel. ¡Uff!, me gusta mucho porque así también puedo dormir desnudito y con la ventana abierta, para sentir que la suave brisa de la noche acaricie mi cuerpo.

—¡GUAU Louis!, ¿puedo dormir en tu habitación?—preguntó Kevin mordiéndose el labio.

—Claro Kevin, en Roma estuve muy solito.—dijo coqueto.

Harry estaba que lo llevaba el demonio pero cuando escuchó la respuesta de Louis fue el colmo y no pudo evitar intervenir.

—De eso nada, la distribución de las habitaciones seguirá como siempre. Las auxiliares chicas en un cuarto, el piloto y el copiloto en otro y los auxiliares hombre en otro—dijo Harry riendo triunfante.

—Oh es una pena Kevin, lo pasaríamos tan bien—dijo Louis fingiendo un puchero pues ni de coña se acostaría con Kevin tan pronto y mucho menos después del chasco  que se había llevado con Harry pero era muy divertido hacérselo creer.

Gloria y Tiffany miraban anonadadas a los dos chicos que no paraban de coquetear pero cuando Louis les guiñó un ojo lo entendieron todo.

Harry estaba deseando llegar al hotel pues le dolían los oídos de escuchar a los dulces tortolitos lanzarse piropos y además también le dolían los ojos de ver como Louis coqueteaba descaradamente.

El comandante sentía hervir su sangre y las manos le picaban por caerle a golpes a su copiloto, ¿desde cuando había empezado a interesarse en Louis?, hasta donde él sabía, Kevin era hetero.

Estaba realmente furioso, tanto fue así, que al pararse el minibús bajó rápidamente, cogió su maleta y entró en el hotel sin esperar a nadie, dejando a los demás atónitos.

—Parece que el comandante está muy cansado. Se muere por irse a dormir—dijo Louis irónicamente arrancando la risa de sus compañeras.

Cuando llegaron a recepción para coger sus respectivas llaves de habitación, el comandante ya subía al ascensor, éste pulsó el botón muy serio y le echó una mirada fulminante a Louis, la cual le caló hasta los huesos.

Cuando llegaron a recepción para coger sus respectivas llaves de habitación, el comandante ya subía al ascensor, éste pulsó el botón muy serio y le echó una mirada fulminante a Louis, la cual le caló hasta los huesos

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—Joder, hasta así de cabreado es jodidamente sexy, el hijo de puta—susurró el ojiazul para sí mismo.

Louis se quedó dormido casi sin darse cuenta pues estaba rendido y ni siquiera se quitó el uniforme, había llegado a la habitación, había cogido sus cosas de aseo de la maleta y después se había entretenido con el móvil para mandarle unos mensajes a Liam, el cual al parecer estaba "cenando" con Zayn.

Harry por el contrario no podía pegar ojo, no era ni por el calor, ni por el colchón o la almohada, no era por pesadillas, ni por el yet lag, todo era debido a un pequeño demonio tentador de ojos azules y con una rebeldía que lo enardecía.

Harry se levantó y se fue a dar una ducha fría pues lo hablado en el minibus le vino a la mente y múltiples eróticas imágenes de Louis desnudo, con el sudor resvalado y acariciando su dorada piel, como lo había redactado éste, invadieron su mente.

Harry estaba muy excitado y confuso pues jamás nunca nadie lo había traído así de loco, quería follarse a Louis furiosamente hasta desquitarse de lo molesto que estaba y quería hacer que este se olvidase para siempre, de la idea de follar con otro.

Volvió a hacerse otra paja pensando en el pequeño auxiliar, su polla expulsaba numerosos hilos de semen que se mezclaban con el agua, para luego perderse en el desagüe mientras recuperaba el aliento, tras la dulce sensación de haber alcanzado el clímax.

32. Quiero aterrizar en tu corazón-Larry Stylinson 💕 Terminada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora