Capítulo XXXI

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Narra Amanda
 
 
El timbre sonó, anunciando el inicio del receso. Todos en el salón tomaron sus cosas y salieron corriendo como animales. Termine de anotar las cosas de la pizarra para poder guardar mi libreta y salir en dirección a mi casillero.

 
Un cosquilleo en mi me hizo alzar la vista y darme cuenta que un chico me observaba desde el otro lado del pasillo.

 
Era Zack Foster, el chico con quien peleo Andy y la nueva "presa" de Cat. Al darse cuenta de que lo descubrí observándome corrió su mirada a sus amigos.
Guarde todo en mi mochila y emprendí camino hasta mi casillero para poder pasar el resto del receso en los jardines traseros de la escuela.

 
El cosquilleo continuaba en mi nuca pero no volteé, escuchaba los murmullos de los chicos que estaban observándome. Desde que Andy no viene, me he quedado completamente sola. Soy el punto de mira de todos, como un trozo de carne dentro de una jaula de leones.

 
Llegue a mi casillero, un papel estaba pegado en el, simplemente lo tome sin cuidado alguno de romperlo o no.

"Seguramente es otra estúpida nota"

Han estado dejando letreros y notas en mi casillero con mensajes estúpidos como...

"Largate de una maldita vez como el idiota de tu amigo"

"Perra"

"Jodida drogadicta"

"Vete de una buena vez bruja"

- Malditos estúpidos.- Pronuncie entre dientes arrugado aún más el papel azul. Mire mi mano hecha puño con la nota en ella.

"Para Amanda..."

Logre leer en el interior del papel.

Lo desdoble tratando de quitar algunas arrugas de la nota para poder leer; al parecer es una carta y no una simple nota.

"Para Amanda...

Espero que te hayan gustado las flores que te di. El otro día vi la pintura en la que estás trabajando en el taller de artesanías, realmente tienes talento. Cada vez que te veo en los pasillos mi corazón late más rápido de lo normal, tu belleza me deja sin aliento y muero por que tus ojos se posen en mi tan solo por un segundo. Espero tener el valor necesario para poder estar contigo pronto...

Atentamente: R."
 


 

Gire mi vista a ambos lados del pasillo, la gente caminaba encerrados en su mundo. Me sentía observada pero esta vez no pude encontrar a quien me estuviera viendo.
 


 
Vi a Cat acercase con su séquito de falsas amigas. Cerré el casillero rápido y salí de ahí antes de que pudiera verme.
 
 
Chocaba con varias personas pero no me detenía a disculparme, necesitaba salir y poder esconderme detrás de algunos árboles.
 
  
Empuje la puerta, el viento no tardó ni un segundo en tocar mi rostro, todo el lugar estaba tranquilo... sin nadie que pudiera hacerme daño, por ahora.
  
  
Me senté en el césped, saque una manzana de mi mochila y le di un mordisco, la paz en este lugar era impresionante, pareciera que estuviera lejos de todo el desastre que es la secundaria. Aunque este lugar también era algo melancólico; los recuerdos del tiempo que pasaba aquí con Andy, pasaban en mi cabeza como si se tratase de una vieja película.
   
   
- Mandy, te prometo que no te dejare sola y siempre voy a estar ahí para ti.-
  
  
Ya 6 años de que Andy me había prometido eso... pero ahora no estoy muy segura de que lo siga cumpliendo.

 
6 años es mucho tiempo, quizás ya se había aburrido de mi.
 
 
Pero que estoy diciendo él es mi amigo, nunca me dejaría de lado, simplemente... necesita un respiro y Scout se lo está dando. Me alegra que este con ella, digo, Scout es muy bonita, es buena persona, carismática y hace feliz a Andy, eso es lo único que importa.

  
La imagen de cuando dimos nuestro primer beso apareció en mi mente probando un sonrojo en mi. Negué con la cabeza, no era correcto que pensara en eso, el está con Scout, ella es su novia, ella es quien debe de... besarlo. Por eso es ella su novia y yo su amiga, ese beso sólo paso por accidente.

 
El pensar en ellos dos besándose me hace sentir mal por algún motivo.

 
Tengo miedo... de que Andy se aleje de mi.

 
Tome una libreta y comencé a dibujar en una de las ultras páginas.
 
 
Líneas, trazos pequeños y uno que otro borrón. Al inicio sólo había comenzado a hacer garabatos pero poco después empezó a tomar forma el dibujo.

 
La silueta de una pareja besándose fue el resultado.
 
 
Un suspiro escapó de mi boca, arranque la hoja con frustración.
 
  
El timbre sonó por todo el lugar, si mal no recuerdo me toca historia. Abrí la mochila para darme cuenta que no traía el libro, tengo que volver a casillero y pasar a la biblioteca de la escuela por otro libro que ocuparía en la misma clase.

 
Me levante con la hoja del dibujo en mi mano, lo doble y guarde en el bolsillo de mi suéter.
 
 
Camine hasta el edificio, todos iban a sus respectivos salones, subí las escaleras para ir a la biblioteca primero.
 
 

- De acuerdo, imbécil. Será mejor que me lo des por las buenas.- Escuche a alguien decir cerca de los baños, me acerqué para ver que era lo que estaba pasando.
- Por favor no me hagas nada.- Dijo con voz temblorosa el delgado chico que era sujeta bruscamente por alguien que fácilmente le doblaba en fuerza.

 

- ¡Hey! Suéltalo.- Sujete el brazo del chico antes de que le diera un puñetazo en la cara al flacucho indefenso.
- ¿Amanda?-.
- ¡Zack!-. Los solté de inmediato, él me miraba confundido y giro a mirar al que sujetaba contra la pared.
- Tú, largo de aquí.- Le ordenó y el otro chico obedeció enseguida, corriendo asustado.
 


 

Zack posó su mirada en mi, por mi parte yo retrocedi un poco. Pude ver en su mano algo de sangre en los nudillos. Al parecer venía de otra pelea.
 


 

- ¿Por qué ibas a golpearlo?- Mi tono de voz era bajo, por un momento pensé que ni siquiera me había logrado escuchar.
- Ese no es tu asunto.- Respondió en tono serio, mi ceño se frunció ante su tonta respuesta.
- Tarado.- Dije entre dientes y me gire para seguir caminando.
- Espera. ¿A dónde vas?- Me tomo de la muñeca reteniendome.
- Ese no es tu asunto.- Respondí de la misma manera que él y me zafé de su agarre.
 


  

Pase cerca de un cesto de basura y tire la carta que estaba en mi casillero junto con el dibujo que había hecho hace unos minutos.


Después de ir a la biblioteca y no conseguir el libro, decidí ya no ir a clase de historia, con 10 minutos de retraso el profesor no me dejaría entrar.
 
 
Los pasillos estaban completamente solos, tengo que salir del edificio si no quiero que un prefecto me encuentre.
 
 
Iba pasando por uno de los últimos pasillos y vi a Zack, me escondí antes de que se diera cuenta de que estaba ahí. Me asome un poco para asegurarme de que ya se hubiera ido.
 
 
Mi cuerpo se heló cuando lo vi con un ramo de flores igual al que me habían dejado en mi casillero. Término de escribir algo y después se fue.
 
 
Una gran curiosidad me invadió y no pude evitar ir hasta el lugar donde se asomaban las flores.

"144"

Mis ojos casi se sale de su lugar al ver mi casillero con otro ramo de flores y una carta.
 


 

Tome la carta para abrirla y lo que más temía era cierto. Era la misma caligrafía de la nota de esta mañana.

"¿Le gusto... a Zack Foster?"

Amor De Niños || Andy Biersack ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora