Capítulo XXXIV

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Lo sabia, sabía que era Zack.

- Eras tu...- Dije en voz baja.
- Si.- Rasco su cabeza nervioso.
- Pero...-.
- Te veo en el lugar y a la hora que dijiste. Debes de entrar a tus clases.- Me interrumpió.
- De acuerdo.- Me fui a mi salón y continúe con mis clases. Impaciente de que llegara la hora en la me viera con Zack.

No dejaba de pensar en todo esto. Andrew peleo con él, incluso creo que por su culpa volvieron a suspender a Andy y fue cuando al fin tomó la decisión de ya no venir. También por él Cat a estado jodiendo durante estás semanas, pero en realidad no era su culpa... creo. No es como que él le dijera a Cat que se enamorará de el.

- Ahh...- Suspire resignada, solo quedaba esperar a que fue hora.
 
 
2 horas después...
 
 
Guarde mis cosas con prisa y fui la primera en salir del aula. Me dirigí al jardín trasero, no había nadie. Tal vez no venga. Camine hasta el árbol más grande y deje mis cosas en el suelo, llevé una mano a mi estómago.

- ¡Auch! - El golpe dejará un gran moretón.
- ¿Aún te duele? - Gire a ver a Zack, quien iba llegando.
- No, es solo el moretón... estoy bien.- Acomode mi cabello.
- Perdón por no llegar antes.- Dejo su mochila a un lado.
- Descuida, igual voy llegando.-
- Bien.- Dio un paso en mi dirección, por inercia retrocedi.
- Sé que la primera impresión importa mucho. Solo quiero disculparme por nuestro primer encuentro.- Tenía la mirada fija en mi, lo que me ponía más nerviosa.
- Primera impresión...- Repetí en un susurro.

...
 

- Ya viste al chico nuevo.-
- Si, esta guapísimo.- Murmuraban las chicas sentadas delante de . Al parecer hoy había llegado un chico nuevo, va en el mismo grado que Andy pero en un salón  diferente.

El sonido del timbre anuncio el cambio de clase. Todos tomaron sus cosas, como de costumbre fui la ultima en salir. Tenia examen de biología y no había estudiado, caminaba con la vista fija en mi libro. Las risas de un grupo de chicos hizo que volteara al frente pensando que estaba a punto de chocar con ellos.

- Jajaja eso estuvo genial.- Hablo Cameron, el capitán del equipo de Fútbol Americano.
- Eres bueno Foster.- Dijo otro chico.
- Lo sé.- Contestó un chico de tez un poco morena y ojos marrones. No lo había visto antes, supongo que él era el chico nuevo. Se dio cuenta de que lo estaba viendo y giro a verme, después todo el grupo tenía su mirada puesta en mi.
- ¿Qué vez, fenómeno? - El más alto del grupo hablo.
- Largo.- Con prisa me fui a mi salón, no serviría de nada discutir y además mi clase ya estaba por empezar.

Fui la primera en terminar el examen así que el maestro me dejo salir temprano a receso. Solo faltan 10 minutos para ek timbre y Andy aún está en clases, iré a la biblioteca hasta que sea hora de vernos.

Llegue a la biblioteca, me senté en una mesa y saque un libro. Note la presencia de alguien parado frente a mi, alce la cabeza y ahí estaba parado el chico nuevo.

- ¿Cómo te llamas? - Tenía una voz ronca a pesar de su edad. Voltee a los lados esperando ver a los demás chicos con los que estaba hace rato pero no había nadie.
- Eh... Amanda.- Dude un poco en contestar, tal vez los demás estarían escondidos pensando en jugarme una broma pesada.
- ¿Tienes novio? - Se apoyo en la mesa donde estaba.
- ¿Disculpa? - Su pregunta me desconcertó.
- ¿Quisieras ir a dar la vuelta?... Tal vez podrías mostrarme la escuela.- Su tono de voz era un poco arrogante.
- Es una broma cierto.- Cerré el libro en mis manos. Justo en eso sonó el timbre.
- ¿Qué? No... ¿Por qué...- Una pequeña risa lo interrumpió, de uno de los pasillos salió Cameron.
- Imbécil.- Dije entre dientes. Guarde todo y salí de la biblioteca.
- ¡Hey! ¡Espera! - Ignoré al chico y seguí caminado, debía llegar al casillero de Andy, ahí lo esperaría.
- Te juro que no sabia que estaba ahí.- Se paró enfrente de mi.
- Si claro.- Me hice a un lado pero me acorralo.
- Qué dices, me mostrarás las escuela.- Sonrió de lado.
- No, déjame en paz.-
- Vamos será divertido.- Su mano esta a punto de tocar mi mejilla.
- ¿Qué crees que haces, idiota? - Llegó Andy justo a tiempo para separarlo de mi.

...
 
 

- Oh...- Desvíe la mirada.
- ¿Entonces me perdonas? - Se acercó a mi y tomó mi mano, di un pequeño brinco al sentir su tacto.
- Si, después de todo me ayudaste con Cat.- Retire mi mano, no me sentía cómoda con su cercanía.
- No muerdo.- Sonrió de lado. Que le divierte.
- Lo sé, pero eres miembro de la pandilla de Cameron. Eres un bravucón.- Lo mire obvia.
- ¿Quisieras volver a empezar de cero? Juro que me comportare.- Me tendió la mano. ¿¡Qué rayos?! Pero Andy peleo con él, no estoy segura... se disculpo conmigo pero no sé como reaccione.
- Está bien.- Estreche su mano.

- Me alegra oír eso. Oye... respecto a las flores y las cartas...- - Viste lo de ayer.- Pregunté nerviosa.
- Si.- Cubrí mi cara con mis manos.
- Perdón, no creí que Andy las fuera a tirar. Discúlpame.- Podría jurar que mi cara esta como un tomate de la vergüenza.
- ¿Son novios? -.
- ¿Qué? ¡No! Solo somos... amigos.-
- Oh. ¿Te gustaría ir por un helado saliendo de la escuela? -.
- Hey tranquilo.- Reí nerviosa, se supone que solo somos "conocidos". Pensé que solo seria eso y ya.
- ¿O a las 4? - Propuso.
- No puedo, hoy tengo planes.-
- ¿Con Andy? -
- Si.-
- ¿Mañana? - Volvió a insistir.
- Sí digo que si, me dejarás tranquila.- Hable cansada, es muy insistente.
- Si.- Sonrió victorioso.
- Iré, pero no quiero más cosas en mi casillero.-
- No te gustaron las flores que te deje. ¿Cuáles te gustan?-
- No me gustan las flores.- Conteste sería.
- Ok, ok no más flores.- Su forma de ser es muy hiperactiva.- Me tengo que ir, nos vemos.- Se colgó su mochila en el hombro y corrió hacia los salones.

¿Qué acabo de hacer?

Después de que terminara mi última clase salí a esperar a que Ando llegará, hoy iríamos al cine con Joe. Corey se quedaría en la casa de uno de sus amigos y mi mamá pasaría por el cuando saliera del trabajo.

- ¡Amanda! - Zack se acercó hasta donde yo estaba. ¿Y ahora qué?
- ¿Qué pasa? -.
- Sólo quería confirmar, mañana saliendo de clases vamos por un helado, cierto.-
- Si...- Qué no le había quedado claro.
- Perfecto. Ten, son para ti.- Saco de su mochila un puño de dulces.
- No era necesario.- Varios chicos que iban saliendo del instituto se nos quedaban viendo, en especial las chicas.
- Aceptalos, por favor.- Pidió amablemente. Los murmullos comenzaban, de nuevo me sentía expuesta ante los demás.
- Sólo está vez, no quiero más.- Este chico no entiende.
- Seguro. Bien, nos vemos mañana.- Con un simple gesto se despidió y se fue.

Que chico tan raro...

- ¿Mandy? - Rayos.

Amor De Niños || Andy Biersack ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora