CAPITULO 4.

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Era de mañana cuando Stiles ya estaba despierto para otro día de trabajo la única diferencia había sido que se había levantado más temprano de lo habitual, se sentía más alegre de lo habitual, había dormido bien como no en mucho tiempo había pasado. Scott salía de su habitación con cara de cansancio, tallándose sus ojos, Stiles lo miraba gracioso mientras tomaba su café.

—Alguien no tiene ánimos hoy —dijo con burla.

—Y parece que tu sí, es muy tarde o porque te has levantado antes que yo

—Muy gracioso, pero no sé, por alguna razón me he levantado de buen humor y a tiempo

—Sí, oye... —decía Scott no muy seguro de hablar.

—Me encantaría hablar pero no quiero llegar tarde, hablamos en la noche si es que estas aquí y no con Malia

—Sti...

—Adiós

Stiles salía de la casa dejando a Scott con la palabra en la boca. Su teléfono comenzó a sonar contesto al instante

—Hola amor

—Hola...

—Le dijiste?

—No

—Scott...

—Lo sé, tiene que saberlo, pero no me dejo hablar, salió antes que yo, estaba de muy buen humor, tal vez no deba decirle

—Tienes que! Scott se va dar cuenta, sabrá que tú lo sabias y que no le dijiste, por favor no te demores, de llamo más tarde adiós

Malia colgó la llamada.

Stiles se encontraba de muy buen humor, normalmente se encuentra serio, no sonríe muy a menudo, en el trabajo lo catalogan como alguien sarcástico y un tanto amargado, solo sus más cercanos lo veían con alguna sonrisa.

—Alguien se levantó con el pie derecho —dijo su papa— me han dicho que hasta llegaste temprano

—Sí, no sé porque es como si el sol esta mañana fuera distinto

—Wow

—Qué?

—Me acorde de aquel Stiles de 18 años

—Que gracioso

—A veces extraño a ese Stiles. Feliz todo el tiempo, optimista a muerte, siempre haciendo feliz a los demás

—Papa...

—¡Avanza!

Stiles rodaba los ojos, era verdad que desde años atrás ya no era el mismo, no sonreía todo el tiempo, ya no era el optimista que encontraba algo bueno en todo, ya no se preocupaba por la gente como antes, solo su familia y mejores amigos. Su teléfono comenzó a sonar anunciando una llamada.

—Hola

—Hey... comamos esta tarde

—No puedo, ya quede con Alli

—Cancélale por favor, es importante

—Importante?

—Si Stiles, importante

—Mmm de acuerdo, no va estar contenta

—No me importa

—Wow, okey, ahora le llamo que gruñón andas

The red stringWhere stories live. Discover now