CAPITULO 11

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Estoy corriendo hacia una persona, lo se porque a lo lejos veo su silueta, está de espaldas, pero aun en la distancia puedo saber de quién se trata, lo conozco tan bien, conozco que forma tiene todo de él. Cuando estoy a una distancia donde se el podrá escucharme me detengo, trató de regularizar mi respiración y aunque no lo logró del todo, hablo.

—Stiles! —el se gira lentamente y me mira confundido y no dice nada, solo espera a que continúe hablando— perdón, perdóname, fui una tonta, debí...yo-yo debí esperar, te amo y jamas he dejado de hacerlo perdón

El me mira con sorpresa, pone su mirada al suelo y no dice nada, yo tengo miedo, tengo miedo de que sea tarde, más tarde.

—Lydia...yo-yo lo siento, pero yo no, yo ya no siento nada por ti, me lastimaste y lo sigues haciendo no-no eres buena

Una lagrima cae por mi mejilla y de repente veo como se aleja de mí sin dejar de mirarme.

—Stiles? Stiles!

—STILES! —me despierto agitada. Ha sido un sueño— que mier...que me pasa?

Miro la hora, 3 am. Han pasado dos semanas desde la cena con Stiles y hemos salido de vez en cuando, con Scott y Malia, a veces Alli y su novia Kira se unen, a veces solo Alli y solo unas cuantas veces lo hacemos solos, nada romántico, solo dos amigos pasando el rato, si, fuimos novios, pero ya no hay nada entre nosotros, los dos tenemos nuestras vidas hechas. Me desconcierta el haber soñado con el, y mas el porque es precisamente este sueño, cuando recién termine con él, tenía este mismo sueño, no deje de tenerlo por un año, y ahora, ha regresado.

—Lydia... —escucho lejanamente como alguien dice mi nombre— cariño, despierta

—Huh? —abro lentamente uno de mis ojos y alcanzo a ver a mi madre— que-qué hora es?

—Mediodía...

—Que!!!!?

Me levanto de golpe. He dormido mucho, bueno, ni tanto, después de despertarme en la madrugada, me costó volver a dormir, no podía dejar de pensar en el sueño y en él porque había vuelto.

—No pasa nada cariño, escucha, tengo que salir, veré a Victoria y a Melissa, en el refri deje algo de comer, lo puedes calentar o hacer algo más como gustes, nos vemos

Mi madre ni siquiera me ha dejado decir algo más cuando se ha marchado, no sabía que conocía a la mamá de Allison, ni mucho menos que salieran, espero no hable de mi nunca. Me pongo de pie y caminó hacia la ducha, necesito un baño y mucho café.

Malia me tiene empujando el carrito de compras mientras caminamos por los pasillos mientras ella solo hecha y hecha cosas para la pijamada de esta noche, Allison, Kira, Malia y yo pasaremos tiempo de chicas, no hemos tenido una desde que estoy aquí, así que es tiempo de una, según Alli. El carro se encuentra lleno de botanas y alcohol, más alcohol que botanas.

Una vez en casa de Malia, tenemos todo listo, sabritas en recipientes, vasos para el alcohol y ahora esperamos a que la pizza que ordenamos, Kira y Allison lleguen y como si las invocamos, tocan el timbre. Malia abre y después aparecen, con más alcohol.

—Parece que no pasaremos sequía —digo y se ríen.

—Eso jamas —contesta Malia. El timbre vuelve a sonar, Malia vuelve con la pizza en sus manos— ahora si que esto empiece

Hemos puesto una película, no tengo idea de que va, y dudo de que Kira y Allison lo sepan, se han estado tomando selfies y riendo, me parecen lindas, Malia parece ser la única que pone atención.

—Qué es lo que te pasa?—me susurra y la miro confundida— has estado rara todo el dia, que pasa?

Me giro a ver si las chicas nos prestan atención y cuando compruebo que no, miro a Malia y suspiro.

The red stringWhere stories live. Discover now