CAPÍTULO 32

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Stiles se encontraba en su sofá con la vista en el televisor apagado. Procesaba todo lo que ahora sabia... Porque no estaba en ese momento con Lydia? Lo intento, pero sus amigos lo impidieron.

—Necesito ir a verla ahora —se puso de pie listo para marcharse.

—No no puedes

—De que hablan? No estaban ansiosos de que por fin quiera hablar con ella? Necesito verla y arreglar mi desastre

—Si es lo que queremos, sin duda...pero no creo que ahora sea un buen momento

—Porque no? No puedo dejar pasar más tiempo

—Es que... Lydia se a mudado

Stiles sintió como su corazón se rompía de nuevo.

—Se fue?

—Si, bueno no así... Se ha mudado de con su madre

Stiles le dio una mirada impaciente a Allison.

—Y no pudiste simplemente decirlo así? —sus amigos aguantaban una risa— vamos este no es momento para bromas, NECESITO. IR. CON. LYDIA. AHORA.

—Ok, ok te daremos la nueva dirección pero de verdad no puedes ir ahora

—Por que no?

—Es que ahora está con su padre

—Su padre está aquí?

—Si está aquí hace unos días, se ofreció a ayudarle con la mudanza y no creo que haga falta que te recuerde que te odia

La relación entre el papá de Lydia y Stiles no era nada buena, el no tenía ningún agrado por el, siempre que Lydia esperaba ansiosa por el , el se las apañaba para qudarle mal y fallarle, ella terminaba llorando, lo que Stiles odiaba, incluso cuando un día apareció termino haciéndola llorar y Stiles no pudo soportarlo, le reclamo y terminaron a golpes, haciendo que el señor Martín no lo quisiera cerca de su hija y ahora que el que la había herido era el, mucho menos.

"Se va en dos días" no podía esperar dos días. Golpeteaba sus dedos con su pierna con ansia, no puede esperar. Tomo sus llaves y subió a su auto y comenzó a conducir, cuando llegó al lugar su móvil comenzó a sonar. Scott.

—Dime que solo fuiste a la tienda

—Scott, si estuvieras en mi lugar no hubieras esperado ni una hora

—No, no lo haría

—Asi que debes entender que no puedo esperar ni un segundo más

—Lo se

—Tengo que arreglar las cosas

—Lo se, buena suerte

Trataba de calmar sus nervios pero eso era una misión imposible, bajó del auto y todo el lugar se encontraba en completo silencio lo que aumentaba sus nervios, entro al edificio y camino hasta el que supone es el que corresponde a Lydia, su respiración se agitaba conforme se acercaba, frente a la puerta inmóvil y sin articular un movimiento como si su cuerpo hubiese dejado de funcionar.

—Me estás diciendo que ahora podrías estar esperando un hijo de ese? —su cuerpo se tenso más al escuchar lo siguiente.

Sin darse cuenta su mano se encontraba llamando a la puerta, el padre de Lydia es quien abre con rostro furioso.

—Debe ser una broma —dijo al verlo— que haces aquí? No crees que has hecho suficiente?

—Yo...

Stiles no sabía que decir, seguía en un pequeño shock.

—Stiles? —dijo Lydia limpiando el resto de lagrimas— que haces aquí?

—Nada, no hace nada porque ya se va, no te quiero cerca de mi hija

Si el tono con el que el padre de Lydia hablaba no dejaba claro que se encontraba furioso, quizá el empujón que le dio a Stiles si. El seguía sin poder articular palabra.

—¡Papa!

Su padre la ignoro lanzando un golpe al rostro de Stiles, quien pudiendo regresar el golpe decidió no hacerlo, además su cuerpo parecía no responder, cuando el padre de Lydia estaba por dar el siguiente golpe Lydia lo detuvo.

—Basta, no tienes ningún derecho, lo perdiste cuando decidiste marcharte —dijo poniéndose entre ambos y su padre la miro herido— vete porfavor

—Lydia, hija...

—Por favor

Soltó un suspiro e intento acercarse a Lydia quien se apartó retrocediendo, se marchó dejando a Stiles en el suelo.

—Lo-lo siento —dijo ella ahogando un sollozo mientras ayudaba a Stiles a ponerse de pie. Lo dejo en el sofá mientras ella conseguía algo de hielo para el— que estás haciendo aquí?

Stiles trago saliva nervioso, parecía que había perdido la voz, Lydia presiono el trapo con hielo sobre el golpe haciendo que Stiles diera un gesto de dolor, Lydia se disculpó y agachó la mirada para ocultar su rostro a punto de llorar de el. Stiles la tomo por la barbilla obligándola a verlo y limpiando con sus pulgares el resto de lágrimas y la miraba a los ojos. El pego su frente con la de ella y ella cerró sus ojos con fuerza, Lydia contenía su respiración ante su cercanía, el beso su frente.

—Lo siento —dijo al fin con voz frágil— soy un imbécil

—Stiles? —dijo con confusión— que-

—Lo se todo —la interrumpió— se la verdad, soy un tonto por creerle perdóname por favor

//No sé porque siempre pongo al padre de Lydia muy disfunciónal, yo tengo muy muy buena relación con el mío así que no es un reflejo de mi vida jajaja

The red stringWhere stories live. Discover now