III. Un misterio tras la puerta (Pt. 2)

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He publicado la Pt. 1 de este capítulo (corregido), no lo saltees.

 "Seguramente las personas que suben a este barco no están acá por mucho tiempo". Es lo que André, fijando la mirada en su padre, había deducido fielmente.

- ¿Estás seguro de eso? – preguntó el padre de reojo.

- Pues no creo que el barco tenga capacidad infinita.

- Hijo... - el padre de André soltó una pequeña risa - ...cada día vemos a este barco flotar por el universo, y hasta te convertiste en una montaña según me contaste – el hombre ahora fijó la mirada en su hijo – cualquier cosa es posible ahora.

André contempló dicha respuesta de su padre por unos minutos, "tienes razón" le respondió, e hizo la vista a un lado; ciertamente volvió a desanimarse aunque sin exagerar. André volvió caminando lentamente hasta la cama, pero en medio camino le nació otro debate de preguntas...

- ¡Capitán! – exclamó André.

- ¿Si marinero? – preguntó el padre.

- Papá - esperaba debatir sin desanimarse de nuevo - no se me había ocurrido esto hasta ahora pero... ¿Cómo trabajabas antes de que yo viniese aquí?

- ¿A qué te refieres?

- Me refiero a los momentos en que debías descansar – cuestionó con mucha curiosidad - ¿acaso alguien más te ayudó?

- Pues sí, tuve dos ayudantes hijo – reveló.

- ¡¿Enserio?! – exclamó André muy sorprendido.

- Así es.

- ¿Y quiénes fueron?

El padre de André suspiró mucho, pues empezaría a narrar una historia...

- Cuando el barco me recogió y llegué a este cuarto por primera vez, encontré a un señor piloteando el barco... era un poco más joven que yo, se llamaba Fabián, y por lo que él mismo me contó... él había estado piloteando este barco por casi ochenta años.

El padre de André narraba esta historia por primera vez, y lo hacía como un padre narra un cuento a su hijo...

- ¡¿Ochenta años?! – replicó André – pero... ¡un segundo! – dedujo algo – cuando subí con Candry y vinimos hasta aquí, no vi a ese señor Fabián por ningún lado.

- En realidad... pasó algo muy extraño.

- ¿Qué fue lo que pasó?

- Un día antes de tu llegada... Fabián se mostraba muy cansado de todo – por su tono de voz, el hombre lucía aún extrañado de la situación.

- ¿Te refieres a que ya no tenía ganas de nada? – preguntó André.

- Exacto – aseveró – y fue muy extraño, porque un día antes de eso él se encontraba con una actitud muy alegre... como lo era siempre.

- ¿Y que más pasó? – André se mostraba muy impaciente de saber más.

- Pues el mismo día en que Fabián se hallaba desanimado y agotado, el "Gran sirviente" llegó y abrió esa puerta... - el padre de André señaló aquella puerta que daba el ingreso y salida de la cabina -...que no había sido abierta desde que yo llegué.

Donde los deseos nacen // MADLV (2da. Parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora