Donde los deseos nacen // MADLV (2da. Parte)

XII. El último grupo (Pt. 2)

El Padre trató de calmarlo, pues las preguntas no tenían cuando acabar; pero la paciencia de El Señor era incomparable...

"Hijo... ¿qué te pareciera si todos nacieran en cuna de oro y con la vida arreglada; con padres que lo tienen todo e inclusive hasta la salud perfecta?... hay quienes les ha ocurrido y ya viven de esta manera en el mundo... pero ¿qué pueden saber ellos del amor sincero? ¿Qué pueden saber de las amistades desinteresadas que los rodean? ¿Qué pueden saber del valor y el esfuerzo? ¿Qué tanto pueden saber de cuán valiosos son sus padres, si nunca han visto la escasez? ¿Qué pueden saber de afrontar preocupaciones y miedos? ¿Qué pueden saber de plantearse metas? ¿Qué pueden saber de amor al prójimo?... podría seguir con más y más preguntas al igual que tú, pero nunca acabaría... lo que quise ver en ti fueron muchas cosas... aún no te das cuenta... pero te has convertido en alguien fuerte... pudiste conocer el cariño sincero... supiste apreciar el trabajo y lo que esto significa... has logrado superar miedos de los que casi nadie se atrevería a afrontar... Carlos fue un niño asignado a tu vida para mostrarte del miedo y a poder enfrentarlo... aunque por su parte, él ha fracasado rotundamente en las pruebas que se le asignó... Candry es alguien más especial de la que hablar... ya sabes en dónde y cómo está ahora... y en cuánto a 'por qué se marchó tan pronto de tu vida'... es porque solo piensas en el gran mal que se te ha hecho a ti... pero no tenías idea, de que ella pertenecía al 'último grupo' de personas, al mismo grupo que pertenecía tu madre... como verás, la partida de ambas lograron formar un nuevo destino en otras personas... uno de ellos fuiste tú..."

- ¿Y por qué yo no pertenecí a ese grupo? – peguntó André.

- Nadie te asigna a pertenecer a un determinado grupo de personas hijo... - reveló El Padre - ...tú mismo lo determinas de alguna forma u otra... existen varias maneras de hacerlo, siempre y cuando tu destino sea hallar respuestas y soluciones, el resto conspirará para que obtengas lo que mereces...

- Solo tengo claro el hecho de que cometí muchos errores – admitió cabizbajo André – pero entonces... ¿qué debí haber hecho?

- Continuar, afrontar y luchar para vencer – afirmó El Padre.

- Luchar... ¿luchar?... ¿por qué luchar?... ¿a eso vinimos al mundo? – cuestionó André - ¿para luchar?

"La vida es el más grande juego al que te enfrentarás hijo: naces en una situación única; en cualquier lugar del mundo; con una determinada familia y hasta con una cierta posición económica; rápidamente llegarán amigos y enemigos; y vivirás desde el inicio todo tipo de experiencias que podrán formarte para bien o para mal... En el camino se presentarán pruebas y situaciones en las que tendrás que 'luchar', y junto a estas vivencias, habrás adquirido valores, ideas y pensamientos que definirán el estado en el que se encuentre tu alma... Al final de todo, cuando llegue el momento de partir... lo harás con lo mejor que hayas vivido..."

André admitió con total sinceridad...

- No suena a algo que yo quisiera.

- No eres el primero, ni serás el último en pensar de esta forma – dijo con total calma El Señor - ¿ya descubriste el misterio que guardaba el barco?

Los ojos de André se exaltaron como la más grande sorpresa que haya recibido, dicha pregunta llamó toda su atención...

- ¿Cómo dice?

- Supe que armaste todo un lío en el barco – sonrió El Señor – sé que lo hiciste por ver a tu madre y a Candry, pero también sé que pudiste notar algo que para los trabajadores está prohibido saber, pues es solo un gran beneficio de los que solo son pasajeros.