Pasaron unas largas horas y André había logrado dormir más que bien, e incluso más de lo necesario, sentía haber repuesto todas sus energías, pero aún se encontraba recostado en cama; estaba boca arriba sin ninguna sábana en su encima, pero sí una suave almohada por detrás de su cabeza que le permitía mirar directo a sus pies sin la necesidad de forzar su cuello. Justo a un lado, en la misma línea horizontal en la que veía sus pies cubiertos por sus blancas medias, con un ojo entreabierto observaba a su padre aún tras el timón, el hombre tenía la vista bien puesta en la ruta; André lo veía inclinar la cabeza de un lado a otro como tratando de desestresar el cuello, movía los hombros como alas de mariposa tratando de liberar tensión, parecía ya estar cansado; el padre giró la cabeza de pronto, y plantó la mirada en André quien rápidamente cerró la vista y fingió continuar dormido. André pudo escuchar un fuerte y extenso bostezo por parte de su padre... era indudable, el hombre se hallaba bastante exhausto.
En realidad, no se trataba de ningún egoísmo o de algún tipo de venganza por parte de André para con su padre, nada de eso; André tenía una arriesgada idea en mente, fruto de su insaciable curiosidad y necesidad de revelar el misterio que guardaba el barco; pero no se trataba de un típico "chisme" al cuál quería entrometerse, para nada era esta la real intención, él tenía un motivo casi justificable para querer ir en contra del sistema, pues hace solo unas horas... mientras debatía con su padre, el recuerdo de su madre y Candry le tocaron el alma... y es que un supuesto caso de que su idea acerca de que las personas en este barco desaparecían luego de un tiempo, no habría razón del porqué pensar que su madre y Candry no fuesen la excepción; aterrorizado pensaba de que en cualquier momento ambas podrían desaparecer, e incluso rogaba a todo de que esto no haya ocurrido ya; de cualquier forma, si el destino era este y no había manera de remediarlo o evitarlo, sentía la necesidad de volver a verlas, abrazarlas, conversar, pasar un momento más a su lado, e incluso despedirse antes de no poder volver a saber algo de ellas nunca más, pues a este paso, viendo cómo era la ley y el iracundo reglamento del barco para con los sirvientes, la idea era más que probable.
André no había compartido esta deducción con su padre, pues ya había quedado más que claro, que jamás lograría persuadirlo para semejante "hazaña" que estaba ideando en secreto... aunque en verdad no era una idea hábil ni nada calculada; pero antes que nada, André debía lograr salir de esa habitación como sea, lograr abrir de cualquier forma tan dichosa puerta... la única puerta de esa cabina que al parecer, solo el mayordomo, o el "Gran sirviente" como lo llamaba su padre, podía abrirlo. André necesitaba realizar todo su "plan" fuera de la atención de su padre... y permanecer paciente; aguardar en cama también era parte del plan.
Pasaron un par de horas más, y André continuaba aún recostado sobre el colchón aparentemente dormido, observando de reojo a su padre, este último soltaba grandes bostezos sin moderación alguna, el cansancio lo estaba haciendo padecer. Nunca antes el padre de André lo había despertado de su siesta para indicarle que vaya a reemplazarlo para conducir el barco, pero el agotamiento de energía y la tentación de hacerlo por primera vez ya lo estaban matando; justo se encontraba anclando el barco a las orillas de un extenso y caudaloso río; el padre descendió las escaleras e hizo abordar al pasajero. Con el barco aún detenido, André observó con un ojo entreabierto a su padre dirigiéndose hacia él, seguramente para despertarlo; no cabía duda, el hombre no podía seguir piloteando, el cansancio tras más de 15 horas continuas conduciendo el barco lo habían agotado por completo.
- André... - el cansancio del padre se sentía hasta en la voz - ...vamos hijo, ya has dormido bastante.
El padre tomaba a André del hombro y lo sacudía un poco con la intención de despertarlo; André no podía evitar sentir cierta culpa de hacer padecer a su padre con el trabajo, pero pensó que ya había sido suficiente, así que "despertó", abrió lentamente los ojos, parpadeaba cual sueño interrumpido, y hasta estiró los brazos hacia el techo para complementar su actuación...
- ¿Sí papá?... – preguntó incluso bostezando.
- Creo que ya ha descansado mucho capitán – el padre de André le hacía señales con ambas manos para que este se pusiese de pie – yo ya estoy... - bostezó - ...muy cansado.
- ¡Sí Capitán! – André brincó fuera de la cama – ya debe descansar – le ordenó.
- Gracias jefe... - volvió a bostezar - ...date prisa que ya debes zarpar el barco.
El padre de André estaba tan agotado que ni siquiera se quitó los zapatos, se colocó a un lado del colchón y se dejó caer boca abajo y al parecer se quedó dormido en el acto, su perfil terminó apuntando hacia una de las paredes, y su sombrero terminó deslizándose desde la coronilla hasta ocultar su vista; un leve ronquido empezó a emitir. André fue hasta el timón y rápidamente zarpó el barco, y lo llevó hasta el espacio en tiempo récord.
Una vez que se hallaba recorriendo el universo, André estabilizó el barco, tomó la palanca de velocidades y lo puso en mitad de posición; la nave ahora viajaba lentamente por las estrellas. André dejó el timón de lado, habiendo encaminado previamente al barco en una trayectoria recta, y empezó a caminar cautelosamente hasta la puerta para no interrumpir el pacífico sueño de su padre, quien se notaba por sus ronquidos, estaba profundamente dormido.
André se paró en frente de la "extraña" puerta; y es que resultaba extraña pues no tenía ningún tipo de cerradura en alguno de sus bordes ni en ningún otro lado; este tampoco recordaba haber visto algún tipo de pestillo o picaporte del otro lado de la puerta las veces que llegó a esta cabina, así que primeramente y con cierto cuidado intentó empujarla; después de un par de intentos aplicó un poco más de fuerza; finalmente, el intento de abrirla resultó ser en vano, ni siquiera había de donde sujetarla para tratar jalar de ella en lugar de empujar; André confirmó entonces que dicha puerta podía ser abierta, aparentemente, solo por el mayordomo, pues recordaba haber visto al "Gran sirviente", abriendo dicha puerta por ambos lados y hacia ambas direcciones, e incluso sin ningún esfuerzo; pero no recordaba haber visto si porsiacaso había alguna forma "especial" de hacerlo.
El no poder abrir la puerta, era algo que no sorprendió mucho a André, ya tenía una ligera sospecha con respecto a esto, de lo contrario dicha puerta no resultaría ser tan "especial" como la cuidaban. André sabía que debía seguir siendo paciente, pues el plan aún continuaba en marcha; se dirigió hasta su padre, quien de no ser por sus ronquidos, pareciera encontrarse desmayado; André le daba unos suaves empujones por la espalda para intentar alarmarlo, pero no hubo ningún movimiento como respuesta, el padre se encontraba profundamente dormido; André volvió a situarse frente al timón... ahora solo debía esperar.
Los minutos pasaban y André se encontraba frío por los nervios; en su interior nacía un manojo de ansiedades, pues lo que estaba por venir a causa de sus próximas acciones, no era algo que se podía contemplar a la ligera. Si André quería ver aquella puerta abrirse, debía llamar la atención del mayordomo; gritar y llamarlo no era la mejor opción, pues si lo hacía podría despertar a su padre, y si este despertaba, no sabría cuál sería su reacción, pero sin duda se opondría a que su hijo faltase al reglamento y deber que tenía asignado como piloto. Tal vez si André desobedecía su trabajo sin que su padre se enterase, lograría su cometido. El tiempo se tornaba lento; una gota de sudor le recorría la sien, André jugaba suavemente con el timón mientras aguardaba su cometido; hasta que finalmente la alarma comenzó a sonar, y quizás, el momento más arriesgado del plan había dado marcha.
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Donde los deseos nacen // MADLV (2da. Parte)
FantasySegunda parte de la saga "Más allá de la Vida" Después de los trágicos sucesos ocurridos en el valle donde vivió, André finalmente encuentra un momento de paz junto a su padre, siendo ahora ambos responsables de un trabajo muy especial en el 'cielo...