Cap.6 - Amigos o enemigos

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Poco a poco nuestras habilidades van aumentamos, Zed es capaz de suspenderse en el aire cada vez más tiempo y realizar pequeños tornados

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Poco a poco nuestras habilidades van aumentamos, Zed es capaz de suspenderse en el aire cada vez más tiempo y realizar pequeños tornados. Su fuerza a la hora de lanzar con su habilidad objetos ha incrementado mucho, pero concentrar su poder para crear tornados es muy distinto. En cuanto a mí, he cambiado tanto mental como físicamente. Mi pelo tiene ahora las puntas rojas, aunque en sí sigue siendo blanco, mis ojos en cambio siguen siendo iguales.

Los entrenamientos cada vez son más duros, Zed tiene pequeñas quemaduras en los brazos y piernas, yo sin embargo tengo arañazos por todo el cuerpo a causa de los elementos que arrastra el viento de Zed. Mis heridas curan rápido, pero cuando curan, ya me he hecho nuevas. El inútil con el que comparto casa también está empezando a curarse más rápido que una persona normal.

Caemos al suelo del jardín exhaustos, llevamos unas 5 horas entrenando sin parar, cada vez aguantamos más.

-Está claro quién es el mejor de los dos.

-Sabes que si utilizara también el tiempo en vez de sólo el fuego tú no estarías tan sonriente.- Le bufo mientras me dirijo a darme una ducha.- Siempre iré un paso por delante de ti.

Zed hace cómo que se clava un puñal en el pecho y empieza a rodar por el suelo mientras imita gritos de dolor, los cuales no duran mucho ya que nuestras carcajadas nos envuelven.

Entro al baño y cierro la puerta tras de mí, aunque antes de meterme en la ducha reviso mil veces que el pestillo esté echado.

"No me apetece recrear la típica escena de película en la que Zed entrara en el baño mientras me ducho, ugghh."

Contemplo como mis arañazos se van cerrando poco a poco, es hipnótico, aunque a la mayoría de gente le parecería repulsivo. Mientras me enjabono pienso en las prácticas que tocan mañana, las hemos organizado de forma que yo cada día entrene un poder distinto. De lunes a domingo por la mañana mientras Zed trabaja, yo entreno con los dos poderes a la vez, combinándolos. Los lunes, miércoles y viernes la práctica de habilidades se centra en fuego contra viento, de este modo mi fuego poco a poco se irá haciendo más fuerte. Los martes, jueves y sábados las habilidades que practicamos son tiempo contra viento, así Zed puede practicar sus estrategias. Por último, los domingos, trabajamos en ataques combinados fuego-viento-tiempo.

"Una ducha después de un entrenamiento es lo mejor de este mundo". Hoy ha tocado fuego contra viento por lo que estoy exhausta.

-¡Thea, tenemos visita, baja en cuanto puedas!

Abro sorprendida los ojos y la boca de par en par. "¿Visita, aquí?". Me visto con unos pantalones negros, me pongo una camiseta de tirantes y me hago una coleta lo más rápido que puedo. Estoy preparada para lo que pueda pasar, ahora no nos podemos fiar de nadie por inocente que parezca.

Bajo un momento y me encuentro con un Zed sonriente, pero no tiene su típica mueca característica, por lo que se que en realidad está estudiando detenidamente al chico y los dos niños que se esconden tras de él.

-¡Hola!- Saludo formalmente y con una gran sonrisa falsa- Soy Thea, vivo aquí con Zed.

La chica, me mira y vuelve a esconderse detrás del chico mayor. Los chicos se ríen y más tarde nos miran.

-Soy Adam y estos son mis hermanos pequeños, Gab de Gabriel y Ele de Eleanor. Vivimos a diez minutos de aquí, pero dado que es la casa más cercana a la de nuestros abuelos, nos han dicho que nos presentemos. No vive mucha gente a las afueras del pueblo. Estaremos por aquí una temporada...

Adam parecía tener la edad de Zed, era alto y de pelo y ojos marrones, sin embargo, sus dos hermanos eran pelirrojos, el niño debía tener como unos 12 años y la niña unos 7 más o menos.

-Encantados, todavía no habíamos podido conocer a gente de nuestra edad por aquí.- Zed se retira un poco de la puerta y después añade.- Íbamos a hacer la cena y después ver una película. ¿Qué os parece?

Adam sonríe a los niños esperando una respuesta. Gab no tarda en asentir enérgicamente con la cabeza.

Me pongo de cuclillas delante de la pequeña Ele para poder verla mejor.

-Tengo batido de chocolate. ¿Quieres un poco?

Eleanor sonrió y poco a poco salió de detrás de su hermano mayor.

Pasaron las horas y era bastante agradable pasar el tiempo en compañía de otras personas. Adam nos contó que sus padres se acababan de divorciar, por lo que se quedarían unos meses con sus abuelos paternos. La pequeña Ele parecía haberse encariñado con Zed, no se separaba de él, Gab mientras tanto no dejaba de mirar a su hermano e imita todo lo que él hace.

-Veo que os lo montáis bien viviendo solos, y os lleváis demasiado bien. Mis hermanos y yo discutimos las 24 horas.

Zed y yo empezamos a reír.

-No somos hermanos, aunque pueda parecerlo. Sólo amigos, los dos nacimos con el pelo blanco. Nos conocimos en el medico, a mí me estaban haciendo unas pruebas para determinar porqué mi cabello tiene este color tan característico, ya que como te podrás imaginar, no es algo muy normal.-Dije echando una mirada cómplice a Zed.

-Y ahí estaba yo, esperando mi turno cuando ella salió al terminar sus pruebas. Cada mes nos veíamos en el hospital, por lo que empezamos a hablar como método para matar el tiempo mientras esperábamos nuestro turno.- Zed se estiró y cogió el último trozo de pizza.- Somos buenos amigos por lo que decidimos vivir juntos.

Adam se lo ha tragado.

-y, sois... ¿pareja?- dijo Gab.

Zed y yo nos miramos sorprendidos

-PUAAAAJJJ- Zed y yo gritamos al unísono mientras Adam no paraba de reír.

Media hora más tarde los chicos se marcharon y Zed y yo suspiramos aliviados. Como ya he dicho, no podemos confiar en nadie, les invitamos a entrar para conocerlos mejor.

-Tienes un don para mentir demasiado bueno.- Dijo Zed mientras una cerveza llegaba de la nevera a su mano flotando.- ¿Debería preocuparme?

Me senté en el sofá a su lado.

-De lo único que deberías tener miedo es de tú cara.-Le bufé.

-Ya está, se acabó, te la vas a ganar.

Zed empezó a hacerme cosquillas en los costados mientras yo pataleaba. Perdí el equilibrio y los dos caímos del sofá al suelo. Abrí los ojos poco a poco y me encontré a Zed encima de mí con sus manos a los lados de mi cabeza.

-Eh... no es por nada, pero me gustaría levantarme.

No me contestó, ni lo iba a hacer, del susto paralicé el tiempo al caer. Sin saber por qué, me quedé embelesada mirando sus ojos marrones. "Tierra llamando a Thea, ¿se puede saber qué coño estás haciendo?"

Devolví su tiempo a su estado natural. Zed me miró sorprendido y dio un gran salto hacia atrás.

-Voy... voy a ducharme... con la visita no he podido hacerlo antes...

A continuación sale corriendo del salón y se encierra en el baño.

A continuación sale corriendo del salón y se encierra en el baño

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Denki (Electricidad)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora