Cap.11 - Perdida

47 6 2
                                    

Estoy empezando a perder poco a poco la noción del tiempo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Estoy empezando a perder poco a poco la noción del tiempo. Hace 4 meses de la muerte de mi madre, pero para mí parece que han pasado años. Necesito ser más fuerte, más rápida, más poderosa, todo lo que sea posible para derrotar a Misha.

Zed hace nuevos progresos cada día, mientras yo solo me siento estancada. No se cómo explicar mis sentimientos, es como si todo lo que hiciera no sirviera para nada, un estorbo.

Alguien entra en mi cuarto sacándome de mis pensamientos.

-Wow, me he reído al ver a Zed de moreno, no sé si me habitúe a verlo sin su pelo blanco, pero tú estás preciosa.- Menos mal que piensa que nos hemos teñido.

-Oh, Adam hola. Perdón, ¿te ha abierto Zed? no he escuchado el timbre.

-Es que no he llamado, Zed se ha ido a comprar y nos hemos encontrado en la puerta. ¿Cómo estás?, me asustaste mucho anoche.-Adam coge la silla de mi escritorio y la acomoda cerca de mi cama antes de sentarse.- Me dijo que padeces de terrores nocturnos. Ele antes también los tenía.

-Estoy bien gracias por preocuparte.-Creo una sonrisa forzosa.- En cuanto al pelo... Queríamos que la gente del pueblo nos dejase de mirar raro cada vez que paseábamos.

Adam no dejaba de mirarme.

-¿Sabes? Me hubiera gustado ser yo el que estuviera en tu cuarto contigo y no Zed.- Se acercó un poco más a mí.

Vale esto es muy cerca.

-¿A...Adam? Deja de bromear.- Río nerviosamente.

Sonríe y se aleja de mí. De verdad que no lo entiendo, "¿acaso le parezco un juguete?", me está empezando a mosquear demasiado.

-No le veo la gracia.-Adam se dirige hacia la puerta y antes de marcharse se da la vuelta.

-Tu quizás no, pero yo sí, y tiene mucha. Por cierto Thea, cuidado con lo que sueñas, todo es posible, todo puede pasar, al fin y al cabo, son sólo eso, sueños, ¿no?

Doy un salto y me encuentro en mi cama, está todo a oscuras y Selva descansa a mi lado, miro el reloj y son las cinco de la mañana.

"Cuidado con lo que sueñas, todo es posible, todo puede pasar, al fin y al cabo, son sólo eso, sueños"

Un escalofrío recorre mi cuerpo al pensar en aquellas palabras. No sé si pensar en que ha sido más que un sueño, pero últimamente mi vida gira demasiado en torno a lo sobrenatural y lo anormal. Estoy mal, mi madre murió a causa de unos asesinos con poderes llamados placebos, mi padre desapareció, he tenido que dejar todo porque intentan matarme, capturarme, o yo que sé que, así que digamos que estos sueños son debidos a que me estoy volviendo loca del estrés ahora mismo.

Miro el reloj de mi mesita, son las 9 de la mañana. Ya estoy harta. Me cambio de ropa y me dirijo hacia el jardín. Empiezo calentando y me pongo a entrenar. Cuanto antes me prepare, antes podre ir a la ciudad a pedirle explicaciones a Misha.

-¡Thea!- Escucho a Zed llamándome desde la cocina. Se asoma al jardín.-Para ya y ven a comer. Son las 3.

El tiempo se me había pasado volando. Entro a la casa y me encuentro con Adam sonriéndome.

-Hola.

-Hola- Le devuelvo el saludo demasiado cortantemente así que intento ser más agradable.- ¿Cómo llevas tu libertad sin niños?

-Para mi sorpresa la verdad es que no muy bien, he estado tanto tiempo pendiente de esos mocosos que ahora no sé muy bien qué hacer con mi tiempo libre.

Después de comer todo lo que podíamos y más, Adam y yo nos tiramos encima de los sofás. Zed se iba a sentar en el sillón que estaba libre.

-No no, ni lo sueñes.- Dije dirigiéndome a Zed.

- ¿No cuela no?

-Nop, hoy te toca a ti fregar los platos así que venga, ve.- Le saqué la lengua y el con cara de fastidio se dirigió a la cocina.

-Bueeeenooo.- Dice Adam cambiándose a mi sofá.- Creo que nos dejamos una charla a medias el otro día.

-¿Perdona?- Se acerca a mí mientras lo empujo con las manos hacia atrás.- Enserio Adam, no sé de qué narices vas. Primero delante de Zed y los niños eres la persona más dulce del mundo y eso me encanta, sin embargo, esto me pone los pelos de punta. ¿Qué te crees que soy?, ¿un juguete?

Se quedó mirándome durante unos segundos, segundos que se me hicieron eternos. Me perdí en sus ojos intentando descifrar que pasaba por su cabeza en estos momentos. Nunca he sido buena leyendo a la gente y esa faceta de mí no ha progresado nada en este tiempo. "¿Es bueno?, ¿es malo?, ¿es mi amigo?, ¿es mi enemigo?". En el fondo quiero creer que no, pero ya me han dado tantas puñaladas en esta vida que estoy harta de recibir más. Aunque a quien quiero engañar, soy Thea Swan, la chica torpe y tonta que tropieza 100 veces con la misma piedra.- ¿Vas a responder o te piensas quedar mirándome toda la tarde?

-Un juguete es una palabra muy fuerte como para referirse así a una persona, aunque he de admitir que verte cabreada o con cara de sorpresa me divierte demasiado.

Acercó su cara a mi mejilla y me acarició con suavidad. Es el mismo gesto que tuvo Misha conmigo la primera vez que lo vi. Me he quedado totalmente paralizada. Es como si estuviera en mi casa, mi madre muerta en el suelo, yo malherida y Misha de cuclillas frente a mi acariciándome la mejilla con una sonrisa en los labios.

-¿Interrumpo algo?

Miro a mi derecha y me encuentro a Zed con cara de sorpresa.

-No, yo ya me iba.- Adam se incorpora.- Hasta luego Zed, adiós preciosa.- Vuelve a mirar a Zed y guiña un ojo antes de salir por la puerta.

-Zed, yo...- Antes de terminar la frase veo como su rostro cambia de perplejo y enfadado a una mueca sarcástica.

-No te preocupes.- Empieza a reír.- No es como si tú y yo estuviésemos saliendo o algo, solo es un lío tonto. Puedes follarte a Adam todas las veces que quieras. Yo vi a una compañera del trabajo en la tienda del pueblo el otro día, me dio su número y tiene un culo de escándalo. Me dijo que esta soltera, ya sabes lo que eso significa, la tengo en mis manos.- Zed seguía sonriendo.

Paré el tiempo y me fui de allí lo más deprisa que pude. Me perdí entre los arboles del bosque que hay detrás de la casa. No devolví el tiempo a su estado natural hasta estar lo suficientemente lejos de Zed.

"Eres inútil, sabes cómo es Zed, sabías cómo era Zed y aun así caes".

Pasan las horas y se hace de noche. En el fondo quiero que me encuentre y me lleve a casa con él, pero yo misma me he escondido bien para que eso no pase, en realidad la culpa es tuya por bajar la guardia y abrirte a él. Igualmente no tengo tiempo para relaciones.

-Bueno por fin has salido de esa casa me estaba cansando de esperar.

-Bueno por fin has salido de esa casa me estaba cansando de esperar

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Denki (Electricidad)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora