¿Que pasaría si un día despiertas y tienes poderes?
Acompaña a Thea, una chica con una vida normal, o eso creía ella, hasta que empezaron los sueños extraños. Una vez comenzaron las pesadillas, su vida se desmoronó.
...
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Me acerco a Zed y lo miro más de cerca.
-¿Qué haces?- Dice Zed sorprendido.
-Tus ojos, son grises como los míos.
-¿Enserio?
El chico entra del todo en el cuarto y se acerca al espejo que hay colgado encima de mi escritorio.
-Ahora soy más guapo.
-Sigue soñando...- Me coloco a su lado comparando nuestros ojos en el espejo.- Los míos son más oscuros, mientras que los tuyos tienen un color más azulado.
Levanto la mirada de mi reflejo y mis ojos chocan con la mirada de Zed, el cual está mirando atentamente a mis labios... "Sigo cabreada por lo de esta mañana, no puede enfadarse siempre por cualquier cosa y esperar que los demás le riamos las gracias."
Me doy la vuelta y sus brazos rodean mi cintura. Me acerca a él pegando su pecho en mi espalda. Siento su respiración agitada en mi nuca. El chico comienza a besar suavemente mi cuello. Su personalidad agresiva se pierde entre el cariño y la dulzura que noto en cada beso que deposita en mí.
-Zed...para...- Me doy la vuelta y nuestras miradas vuelven a encontrarse una vez más.- No tenemos tiempo para esto. Ya lo sabes.
Zed pone los ojos en blanco y me suelta mientras da un suspiro lleno de indignación.
-No pienso dormir en el sofá.- Dice mientras se tira sobre mi cama.
-Vale, pero solo vamos a dormir.
-D-O-R-M-I-R. Lo prometo
Al siguiente día después de desayunar nos juntamos todos en el jardín con ropa de deporte. Hacía tiempo que no entrenaba y la verdad es que lo echaba bastante de menos, bueno, lo mucho que puedas echar de menos hacerte todas las heridas posibles...
-¡Prepárate Zed!- Dice Gab con ojos de ilusión.
-No, me niego a practicar con vosotros, os podéis hacer daño. Todavía sois demasiado pequeños.
Adam se coloca al lado de Gabriel.
-Ellos entrenarán con nosotros, además, Ele puede hacer que cualquier herida sane en cuestión de segundos.- Adam apoya su mano en la cabeza del niño.- Es difícil darle a Gab y su poder es el preferido de Misha, el que usa más, por lo que es perfecto. También quiero que sepan protegerse solos.
-Está bien...-Dice Zed resoplando.- Pero no esperes que entrene enserio con ellos.
-Lo que tú digas.- Suelta Adam antes de alejarse y sentarse junto a Eleanor y yo.
Zed y Gab se ponen uno enfrente del otro a una distancia considerable y se preparan en posición defensiva.