Denki (Electricidad)

Cap.19 - Lazos

Una vez fuera de la celda me apresuré a buscar por todos lados de dónde provenían las explosiones. Vi pasar por mi lado tres o cuatro veces a mi amigo bola de billar, pero parecía que estaba demasiado concentrado en lo que quiera que estuviese haciendo. Tras toparme con algún que otro pasillo cortado, conseguí llegar hasta el comedor.

Salgo corriendo hacia su interior, chocándome con toda la gente que sale despavorida de él, intentando encontrar la causa del pavor.

Él último grupo de personas que quedaba en la sala se dispersa dejándome ver la causa de las explosiones. Zed...

El peliblanco estaba destruyendo toda la sala a base de explosiones de aire concentrado. Misha, sin embargo, lo único que podía hacer en esta situación era esquivar y mirar con cara de odio a Nau, la cual se encontraba al lado de Zed con Adam y los niños. Divisé un hueco en la pared que llevaba al exterior, seguramente es por ahí por donde han entrado. "Un último esfuerzo Thea."

Paré el tiempo de Misha, los chicos, al darse cuenta de que éste no se movía, empezaron a buscarme con la mirada. Los ojos de Zed se toparon con los míos. Caigo exhausta al suelo, me está costando muchísimo utilizar el tiempo. Noto como dos brazos pequeños rodean mis caderas.

-Hola pequeña.- Digo mientras devuelvo el abrazo.

Ele está encima mía llorando, una luz empieza a emanar de ella. Me siento mucho mejor, descansada y energética. "Nunca me había sentido tan bien."

Miro a Adam y éste se encoge de hombros sonriendo. Zed, sin embargo, tiene su típica mueca, "cómo la echaba de menos". Naunet se acerca y me tiende la mano para levantarme.

-Una reunión preciosa, pero será mejor que salgamos de aquí.

Cojo a Eleanor en brazos y salimos por el hueco de la pared. Al dejar el ahora destruido comedor, lo único que veo es todo desierto. "¿Pero dónde cojones estamos?". Zed, haciendo ver lo bien que me conoce hace un gesto con la cabeza para que mire detrás mía. Estaba en una pirámide, lo más gracioso es que tiene bastante sentido. Con mis habilidades en perfecto estado gracias a la enana, paso nuestro tiempo más deprisa hasta encontrarnos en un apartamento de Giza rentado por Adam.

"Zed"

Adam y yo salimos a hacer unas compras mientras Nau, Thea y los niños descansaban en el apartamento.

-¿Qué crees que le habrán hecho?- Pregunta Adam mientras metemos las bolsas en el maletero del coche que hemos alquilado un par de horas antes.- No me lo puedo ni imaginar.

-La verdad es que no me atrevo a preguntárselo. Pero parecía agotada cuando la vimos. Esa pirámide... era como si se alimentase de nuestros poderes, por cierto, ¿porque tu padre no te reconoció?

-No me conoce, o mejor dicho, no en esta vida. Espero que siga siendo así, por los enanos más que por mí.

Terminamos de guardar las cosas en el maletero y conducimos hasta el apartamento. Naunet, Ele y Gabriel estaban viendo la televisión.

-Thea está durmiendo en la habitación.

"Ve.", escucho la voz de Nau en mi cabeza.

-¿Pero qué coño?-Naunet sonríe y prosigue.

-Que la despiertes y vengáis al salón, tengo que hablar con vosotros.

Me acerco a la puerta del cuarto y no sé si entrar o no. He pasado cuatro días sin ella y me han parecido una eternidad. Aunque sé que no pasará, me da miedo abrir la puerta y que Thea no esté. Entro a la habitación y me siento en la cama con cuidado de no hacer ruido.

-Idiota...-Le acaricio la mejilla y ella abre poco a poco los ojos.- Nau quiere hablar con nosotros.

Se acerca más a mí y esconde su cara en mi espalda.

Seguimos así por un rato más mientras peino su pelo blanco con mi mano. Debe estar muy estresada, no puedo ni pensar en lo mal que lo habrá pasado.

-Venga vamos... ya tendrás tiempo de dormir.

-¿Juntos?

-Juntos.

Consigo que Thea se levante y nos dirigimos hacia el salón donde los demás nos estaban esperando. Nos distribuimos como podemos entre los dos sofás y miramos a Naunet fijamente esperando a que hable.

-Como sabéis hay tres hijos directos de los dioses. Por ahora sólo han encontrado a Thea. Yo sin embargo conozco a otro.- La chica crea una bola de agua en una de sus manos.

"Tengo telepatía, por lo que soy la segunda hija de los dioses. Gracias a esta habilidad, desde que vi a Zed, sabía que venía a buscar a Thea, por eso no dudé en ponerme de su lado. Zed, se que tienes más de un poder, eres el tercer hijo."

-¿Vosotros también lo escucháis o estoy loco?-Dice Gab mientras agita los brazos.

Naunet ríe.

-¿Tienes una fuerza sobrenatural y aún te cuesta creer este tipo de cosas?- Nau pasa de una sonrisa a estar seria en cuestión de segundos.- Quería contaros algunas cosas que escuché en la cabeza de Misha sobre vosotros... sobre vuestros padres, los verdaderos. Creo saber más o menos quienes son.

Miro hacia Adam quien acto seguido se lleva a los niños a jugar al cuarto.

-¿Y bien?-Después de hacer la pregunta miro a Thea, no habla, simplemente está sentada con la mirada fija en la mesa.

-En cuanto a ti... Thea... Sólo he podido saber que tu padre es Anubis dios de los muertos y del otro mundo también llamado la Duat, y... respondiendo a la cuestión que ronda tu cabeza... sí, es el encargado de los placebos. Lo siento pero tu madre no sé quién es.

Thea no mueve ni un músculo, sigue totalmente inmóvil, bloqueada.

-¿Y los padres de Zed?- Al fin habla pero para preguntar por mí.

Naunet se recoloca y entrelaza los dedos en una postura en la que se puede divisar lo incomoda que se siente en estos momentos.

-A ver cómo digo esto... Tus padres son Anuket y Amón. Anuket es la diosa del agua, mientras que Amón es el dios del aire.

-¿Cual es el problema?- Pregunto con curiosidad.

-Mi madre es Naunet, la llamaban "las primeras aguas". Anuket, tu madre... también es la diosa de la lujuria... Entre dioses ser del mismo género no es un problema para tener hijos... así que...

Veo como Naunet rueda los ojos mientras murmura nerviosa frases que no logro escuchar.

-Sois...-Dice Thea mientras abre sus ojos todo lo que puede.-¿¡HERMANOS!?