Nunca pensé en contestar ese mensaje, lo borré.
Aunque me preguntaba por dentro ¿Por qué no dejas de sonreír? fue entonces cuando recibí, dos días después, el siguiente mensaje <¿No vas a contestarme?> volví a sonreír inconscientemente.
Estaba por borrarlo, cuando atrás llegó un mensaje de Lautaro, mi marido. <Está noche, no me esperes despierta. La fábrica está de paro y me necesitan acá> suspire, como si yo no lo necesitara.Le respondí un escueto <ok> y apague el teléfono.
-Vi, ¿Vamos por un trago después de la oficina?-preguntó Cecilia, mi confidente y mejor amiga.La mire con una sonrisa de lado y le mostré el mensaje de Lautaro.
-Supongo que nada me detiene para ir en busca de una copa de vino-comenté.
-Es un caso perdido tu marido, a veces me gustaría saber que pasa por su mente-dijo mi amiga mientras negaba con la cabeza suavemente.
-No creo que haya nada muy interesante ahí dentro-comenté riendo.
-Pobre Lauty se olvida que está casado con vos y no con el trabajo-dijo ella mientras volvía la vista a la pantalla para seguir trabajando.
Volví a lo mío, mientras llenaba un sinfín de formularios, encendí mi celular, el cuál volvió a sonar.
Otro mensaje, <Muy bien, lo entendí.> mismo remitente, negué con la cabeza, borre la conversación y seguí con mi trabajo.
-¿A qué bar?-pregunté cuando estábamos juntando nuestras cosas.
-A Xula-dijo Ceci riendo, ese bar era tan ella, música del momento, tragos y mucha gente.
-No puedo creer que me vayas a arrastrar ahí-dije poniendo los ojos en blanco.
-Vamos, no perdemos nada y hasta puedo encontrar algo que valga la pena-dijo ella mientras íbamos hasta mi casa a cambiarnos.
Le deje una nota a Lautaro, le puse a dónde íbamos porque quizás nos alcanzaba en el bar.
Sabía que no iba a ocurrir pero la esperanza es lo último que se pierde, ¿Cierto?
ESTÁS LEYENDO
Ponle título a lo prohibido [TERMINADA]
RomanceDISPONIBLE EN FÍSICO Y EN DIGITAL El matrimonio es sagrado, la infidelidad un pecado... ¿Cierto? Victoria estaba cómoda con su matrimonio de doce años con Lautaro, trabajaba y todo iba de acuerdo a lo que todos esperaban. Sí, quizás no era pura emoc...