C I N C U E N T A Y D O S

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La lluvia azotaba mi ventana, estaba en el trabajo, después de un fin de semana con revelaciones y sin Aiden mi cabeza no estaba para arrancar la semana, pero poco le importa al calendario mis deseos.
-¿Victoria? ¿Me escuchaste?-pregunto la chica de recepción mientras pasaba su mano delante de mí cara.
-Perdón, no te oí-dije mirándola
-Te buscan en la recepción-dijo y yo la mire ceñuda
-¿Quién?-pregunté
-Dijo que es tu suegra-mi corazón dio un vuelco, está mujer nunca se acercaba a mi por nada bueno. Instintivamente lleve la mano a mi vientre, estaba completamente segura que ella había tenido que ver con el choque. El auto había sido manipulado y para mi, no habían dudas.
-Que pase-dije reuniendo todo el valor. A los pocos segundos oí con claridad los tacones subiendo las escaleras, así  como tocaba la puerta, respire hondo y le ordene que pasará.
-Gracias por recibirme-dijo entrando, con un conjunto en rojo fuego, unos tacos finos y negros.
-Siéntate, por favor-respondi señalando el lugar libre frente a mi escritorio, así lo hizo- Iremos directo al grano, ¿Que es lo que quieres?-pregunté, mi voz sonó mucho más fuerte y decidida de lo que realmente estaba.
-Quiero-se retorció las manos, y suspiro- Quiero pedir disculpas-finalizó
Yo casi me caigó de mi silla, mantuve mi compostura e incline mi cabeza
-¿Por qué tendría que creerte?-pregunté
-Cruce una raya, y eso no puedo perdonarmelo-murmuró y por primera vez sonó sincera
-¿A qué te refieres exactamente?-pregunté
-Dos personas murieron por mi insensatez, no quiero una relación de nuera-suegra idílica, pero si te doy mi palabra, si de algo vale, que no volveré a interferir en tu relación, y tampoco sabrás de mi-dijo
-¿Dos personas?-inquiri
-Si-Asintió con su cabeza-Esta mañana me informaron del fallecimiento de Lautaro, del cual soy en parte responsable y me enteré también que perdiste un embarazo enel choque-dijo bajando la vista, salte de mi asiento con ganas de arrancarle los ojos, de mis entrañas un fuego ardía, únicamente podía pensar en ese ser inocente que pago con su vida por los caprichos de los demás. Caminé hasta la ventana y deje que mi ser se relajara con cada gota que caía por la ventana.
-No tengo palabras, quisiera pedir perdón, pero sé que no es suficiente-dijo entonces luego de un largo silencio
-No hay palabras, ni para definir lo que hiciste ni para justificarlo. Mi hijo-trague cerrando los ojos-fue un daño colateral, del cual ni siquiera yo estaba enterada, pero tu hijo iba en ese auto, podrías haberlo matado, y todo por el vil dinero y la ambición de poder, tenes razón, te perdono así como perdone a Lautaro por sus estupideces, pero no te quiero en nuestras vidas porque sos tóxica, y no quiero que nadie ni nada quite la bella sonrisa que día a día ilumina mis días, ¿Entendiste?-dije inclinandome en mi escritorio con ambas manos apoyadas en él.
-Lo entendí-dijo poniéndose de pie, colocando su falsa máscara de altanera.
-Me alegro, está vez, fue un placer haberte visto-dije girandome para mirar por la ventana dejando en claro que su presencia ya no era grata. Oí segundos después como giraban el picaporte para salir, me senté en el suelo y lloré con rabia y bronca contenida, ella había matado a dos personas en su afán de poder y dinero.
Dolía saber que existía gente así.

Ponle título a lo prohibido [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora