Ponle título a lo prohibido [TERMINADA]

V E I N T I C I N C O

Llegué rápido a casa y guarde el sobre al fondo de mi cajón de camisetas, intentando despejar mi mente puse música fuerte para limpiar la cocina y el comedor, estaba vestida con su pantalón corto de algodón y una musculosa, el pelo atado en un moño en lo alto de mi cabeza, bailaba entusiasmada con la escoba una divertida cumbia cuando me aplaudieron riendo, me di vuelta y Aiden estaba apoyado sobre la mesada divertido mirándome
-¿Te parezco graciosa?-dije intentando sonar seria
-Me pareces apetecible vestida así-dijo quitándose la corbata arrojándola al piso, tomándome por la cintura.
-No me mató limpiando para que tires tu ropa al piso-me queje
-Que mal te veo entonces, porque toda nuestra ropa tiene ese destino-dijo besándome con una sonrisa en sus labios.
Estábamos cenando en la cama cuando me pregunto como había ido mi día, entusiasmada le conté que me había sincerado con mi amiga y eso me tenía tranquila, estaba contento.
-¿Al final con quien almorzaste?-pregunto y me atragante al recordar el sobre que por un momento había desaparecido de mi mente.
-Sola-dije cuando me recupere, fingiendo una sonrisa.
-Mientes-dijo él frunciendo el ceño-O algo pasó, dime la verdad-añadió mirándome y obligandome a mirarme frente
-Pues-dude, pero si después se enteraba por otro lado, iba a ser peor- nada grave-intente aclararlo-sólo me hicieron llegar un sobre extraño-añadí
-¿Dónde está?-pregunto y yo señalé el cajón. Se levantó y yo por unos momentos me perdí en esa visión de su espalda desnuda y su boxer negro con detalles en blanco, que tan bien le quedaba. Cuando vio el sobre y su interior, maldijo mientras iba a su armario, sacó un conjunto de ropa deportiva y tomo las llaves de su moto.
-¿Qué pasó? ¡Aiden, espera!-grité siguiendolo pero me di cuenta que yo seguía en ropa interior. Volví a la habitación tome un saco y corrí, pero no logré alcanzarlo. Cuando llegue al estacionamiento pude escuchar como aceleraba la moto alejándose.
Obviamente él supo al instante de donde provenía el sobre, era la única explicación lógica para salir como un loco pasada la medianoche.
Me quedé dormida en el sillón de la entrada esperándolo.