Ponle título a lo prohibido [TERMINADA]

T R E I N T A Y U N O

Estaba sentada al lado de Aiden que charlaba animadamente con mi padre de fútbol mientras sostenía mi mano, jugaba inconscientemente con mi dedos. Estaba radiante de felicidad y preparada para enfrentar a quien viniera, me di cuenta que con Aiden a mi lado nada era imposible y juntos podíamos vencer a cualquiera, cuando consulte a Aiden por su madre dijo que apenas yo me fui ella inició su plan de casarlo entonces él se dio cuenta de lo que había pasado.
-¿A donde iremos cuando lleguemos?-pregunté
-A mi casa-dijo.
-¿Al hotel?-pregunté confusa, él sonrió y beso mis nudillos
-Ese es nuestro lugar, pero no es mi casa, pequeña-me respondió. Su chofer nos esperaba en el aeropuerto, mi padre iba derecho a un hotel que había reservado y yo seguía con Aiden. Llegamos a un barrio cerrado, y baje mis gafas para mirar sobre ellas, estaciono frente a una sencilla construcción de dos pisos, de colores verde claro y detalles en amarillo pastel. Cuando Aiden me abrió la puerta, le di la mano para bajar y entonces sonreí
-Ya veo porque tu madre estaba preocupada por mi-comenté y él besó mis labios
-Mi madre está loca, no hay explicaciones para su comportamiento-explicó caminando hacia la casa.
Nos abrió la puerta Antonia y me recibió con un abrazo maternal, luego me miro frunciendo el ceño.
-Casi matas a mi niño-dijo y luego resoplo-Aunque creo entender-añadió caminando hacia la cocina
-Me asusta-comenté
-Lo sé, por eso la adoro-comentó tirándose en un sofá cercano, se veía tan lindo con la camisa clara y el jean, informal pero siempre con su toque distintivo de elegancia.
-¿Qué miras?-pregunto y yo me acerque
-Al hombre maravilloso que me invita a pecar desde que lo conocí-comenté sentándome arriba.
-Maravilloso pensamiento, porque nos vamos derechito al infierno nosotros-susurró antes de besarme apasionadamente. Mi suave meneo no paso desapercibido y muy pronto las respiraciones estaban muy agitadas, cuando quiso quitarme el vestido, le saqué la mano.
-Me voy a dormir un rato-comenté
-¿Venganza acaso?-pregunto él cerrando los ojos
-Obviamente, sabías que lo ibas a pagar, además nada que una ducha y una mano no solucione-dije guiñandole un ojo-¿Donde puedo dormir un rato?-pregunté y él señaló la escalera
-Tercera puerta-contestó admitiendo la derrota tambien