Ponle título a lo prohibido [TERMINADA]

S E S E N T A Y O C H O

Esto era raro, por no decir otra cosa, estaba sentada cenando con mi mamá, mi papá, Antonia, la madre de Aiden, el padrastro de éste, Rodrigo con su novia, y Ceci sola porque la relación con el amigo de su papá estaba en zona de riesgo y prefierió venir sola. Aún no tenía muy claro el propósito de la cena, yo no había dicho nada del casamiento, salvo algún comentario al pasar a mi mamá únicamente.
-Bueno-dijo Aiden golpeando una copa y sacandome de mi burbuja donde estaba ensimismada-Quiero hacerles saber el motivo por el que están acá, hace algo más de un año, esa mujer que ven sentada ahí, entro a mi vida como un huracán, desestabilizando todos mis proyectos, poniendo de cabeza mis creencias y hasta en jaque mis principios. Por suerte, no sé que me habrá visto, luego de mucho insistir, me dio una oportunidad. Agradezco cada momento vivido con ella, incluso los más oscuros, porque de ahí sacamos fortalezas para nuestra relación. Así que quiero hacerles partícipes del evento que va a estallar en tres meses-lo miré sorprendida porque no habíamos puesto fecha-sólo si ella dice que sí, obviamente-se arrodilló, tomo mi mano, giro mi anillo que yo había estado usando al revés para que las piedras no me delataran-Victoria, ¿Me aceptas como tú esposo?-preguntó y una sonrisa idiota se coló en mi cara, a la vez que oía a mi madre y a Ceci suspirar.
-Claro que si-dije y él me alzó para dar una vuelta conmigo.
-Gracias-susurro antes de besarme, antes que todos rompieran en un ruidoso aplauso y vítores de alegría.
-¿Cuando la fiesta, entonces?-preguntó Antonia cuando vino a felicitarnos, yo me alce de hombros
-Luego de las fiestas, en marzo-declaró Aiden-El día lo elije la novia-añadió con un guiño
-¡Genial!-grito Ceci abrazandome
Esa noche, estábamos acostados y me puse sobre su pecho.
-¿A qué vino está cena y tu doble proposición?-pregunté
-Aproveché un momento de paz, donde estaban todos los que nos importan, poco más o poco menos-explicó acariciando mi pelo, cerré los ojos saboreando esa caricia.
-Te amo-dije y él en un sólo movimiento me tumbó debajo.
-Yo más-declaró, colocó mis manos sobre mi cabeza, y empezó a besar mi cuello. Me deje llevar por sus labios expertos que recorrían mi cuerpo como quien conoce el mar que navega.
Sus magistrales caricias hacen estremecer cada fibra de mi ser, siento que cuando él me toca, no existe tiempo ni espacio, sólo existimos nosotros dos.
Cuando el juego previo finalizó, yo estaba más que preparada para recibirlo, por eso opte por ir arriba.
-Me encanta cuando sacas este lado tuyo-susurró el mientras yo me disponía a montarlo
-Y a mi me encanta haber descubierto este lado mío con vos-declare arqueando mi espalda mientras sus manos se clavaban en mi cadera, profundizando la penetración. Llegamos al clímax juntos, y no pude estar más segura de que la decisión que había tomado horas antes, era más que correcta.