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Juampa Zurita.

Mi celular sonó y sin ver la pantalla contesté sabía quién era, me lleve el aparato a la oreja y hablé. Estaba por volverme loco pues no sabía en donde mierda estaba Mariand y al parecer Sebastián estaba en las mismas circunstancias.

-Zurita

-Dime que sabes en donde están

-No, ya busque por todos lados y no sé a dónde se fueron solo me falta checar el computador de Mariand

-Estas chicas son un dolor en el trasero, parce por eso no quería otro trabajo de estos

-Tranquilo, las vamos a encontrar

-Llamame cuando tengas algo

Colgue la llamada y entre en el cuarto de Mariand encendí la laptop y una notificación de instagram llegó en segundos, la abrí y sonreí al verlas en la foto con la descripción de "Noche de amigos y fiesta con Jaramillo" llamé a Sebastián y le dije lo que tenia.

-Te espero en 15 minutos en la dirección que te mandaré

-Sebastian tranquilo...

-Callate Zurita esa niña me va a conocer

Cortó la llamada y yo me fui en busca de una camioneta y personal de seguridad.

Caeli Torres.

Era demasiado extraño que mi padre aún no se diera cuenta de que no estaba en casa, seguí divirtiéndome y bebiendo sin ningún control pues sabía que podría quedarme en casa de mi mal teñido amigo, Yuya como siempre en alguna habitación con algún chico. Caminé al baño y me retoque el maquillaje después de unos minutos salí mis ojos se posaron en dos chicos que miraban a todos lados, los conocí de inmediato uno era Sebastián y el otro era el guarro de Mariand. Subí las escaleras y empecé a abrir puertas hasta que encontré lo que buscaba.

-Perdon por interrumpir pero tenemos que irnos.

-¡Que porque!

-Estan aquí. Tenemos que irnos ya

Yuya me miró confundida y arrugó su nariz, puse los ojos en blanco y le aventé el vestido para que se cambiara.

Juampa Zurita.

Llegué a un edificio en el centro de la ciudad. Al estacionarme vi como Sebastián se acercó a mí auto, baje y su actitud me asusto un poco, lo conozco y sé que está molesto.

-Sebas, tranquilo son solo chicas

-¡Son solo chicas! En serio juampa estas niñas necesitan disciplina y límites

-Ellas no son como Juana

-¿Que tiene que ver mi hermana en esto?

-Me refiero a que no puedes ponerles reglas, nos pagan para cuidarlas... No lo olvides

-Sabes perfecto que detesto a las chicas como Caeli Torres

-No todas son Daniela Rued...

Levanté mi cabeza al chocar con la espalda de Sebastián, di un paso hacia atrás y lo llame.

-¡Sebas!

-¿Que has dicho?

-Por dios no vas a hacer un drama de esto o si?

-Sabes que no me gusta hablar de Daniela y tú me la recuerdas cada que tienes oportunidad

Mi Guardaespaldas 1° TDonde viven las historias. Descúbrelo ahora