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La muerte de Sebastián parte 2...

Sigue narrando Juanpa Zurita.

Me levanté de donde estaba y corrí hacia Sebastián tenía un disparo en el pecho y otro en un costado. Saque mi celular y llamé a una ambulancia, los minutos pasaban y sebas aún no despertaba. Todo había pasado demasiado rápido cheque su pulso y este se encontraba muy débil, las sirenas de la ambulancia se escucharon y después los paramédicos se acercaron y me pidieron que me alejara. Llamé a Arango y le informe lo que había pasado me dijo que no me preocupara y que acompañará a Sebastián al hospital que él se encargaría de encontrar a Caeli. Subí en la ambulancia y uno de los paramédicos se acercó para curar mis heridas y vendar mi brazo.

Narra Caeli.

Las horas pasaban y Juan Pablo seguía sin aparecer, después de unos minutos vi como una camioneta se estacionaba frente al edificio de ahí bajo Juan Pablo. Un auto color negro se estaciono tras la camioneta y tres chicos se bajaron del auto, Juan Pablo los miró y corrió dentro del edificio, el teléfono del chico que hasta ahorita no sabía cómo se llamaba sonó y después escuché como subían las escaleras, toco un par de veces y abrí la puerta él me miraba fijamente y entro en la habitación, sin decirme nada empezó a meter toda mi ropa en la mochila y después saco la maleta de Juan Pablo. Me tomo de la mano y salimos por las escaleras de emergencia.

-¿A dónde vamos?

-Callate y solo camina si quieres seguir viviendo

-Pero y Juan Pablo que pasara con él.

-No te preocupes él estará bien sabe cómo defenderse, te llevaré a casa de Mario y después juanpi te alcanzará

-Dejame ir... Porfavor puedo triplicar la cantidad que te dará Juan Pablo por ayudarlo

El chico me miró y negó con su cabeza. Después me sonrió y me entrego mi mochila subimos al auto y el arranco, no quería ir a casa de Mario él era una mala persona y sabía que tarde o temprano traicionara a Juan Pablo y yo terminaría por caer en manos de ese tipo. Mire al chico y trate de convencerlo para que me dejara ir, necesitaba encontrar a Sebastián yo sabía que él estaba vivo y en estos momentos me necesitaba más que nunca.

-Me llamo Daniel...

Gire mi cabeza y el me sonrió, le regrese la sonrisa y él fijo su mirada en la carretera.

-Porfavor Daniel déjame ir.

-No es tan fácil, sabes si te dejo ir ellos me mataran a mí

-Puedo ayudarte para que eso no pase, conozco a alguien que puede sacarte del país

-Tu tío Sebastián Arango...

-¿Lo conoces?

-Si, fue mi jefe en la agencia y de Sergio también. Solo que cuando Sebastián y Juanpa llegaron él nos hizo a un lado.

-No lo creo,mi tío nos contó que ustedes un día dejaron de ir y jamás supo que pasó, el puede ayudarte, solo déjame ir.

Soltó un suspiro y solo asintió con su cabeza sonreí y por un impulso lo abrace, él me miró y solo sonrió después de unos minutos me dejó cerca de mi casa y me entrego mi celular y la mochila. Caminé dos cuadras más y llegué al gran barandal que estaba en la entrada de mi casa, me acerque a la caseta y Mario salió de inmediato no esperaba su reacción y la verdad me dio mucho gusto verlo de nuevo, me acompaño dentro del jardín y se aseguró de que llegara a la  puerta de mi casa. Gire la perilla y entre, porfin estaba en casa escuché voces en la sala y me acerque  con lentitud. Mi madre, mi padre, Yuya y mi tío se encontraban ahí todos. Se veían tristes y mi madre estaba llorando, la primera en notar mi presencia fue Yuya que al hacerlo corrió a donde yo estaba y me abrazo.

-¡Hija!

-Hola papá...

Mi padre me estrecho en sus brazos y después mi madre se unió al abrazo, se sentía tan bien estar de nuevo cerca de las personas que me querían mire a mi tío y el extendió sus brazos yo caminé a donde estaba y lo abrace con todas mis fuerzas. Las lágrimas me traicionaron y salieron sin permiso mi tío me miró y me pidió que lo acompañará al despacho de mi padre.

-¿Que pasa?

-Sabes quien te secuestro

-Si, Juan Pablo, Mario Bautista su hermano u un tal Sergio.

-Sergio... Que no es el chico que trabaja para mi hace algunos años

-Si, tío puedes dejar fuera de esto a Daniel Bautista. Él me ayudó a escapar de Juan Pablo.

-Sabes que no puedo hacer eso, te hicieron daño trataron de arrancarte de nuestras vidas y tú me pides que lo deje fuera de esto.

-Me ayudo a escapar, él solo quiere irse de acá. Puedes ayudarlo...

-Esta bien, sabes lo que pasó con Sebastián...

Mi mundo se detuvo y lo mire fijamente, Daniel no me había mentido Sebastián estaba muerto y yo no pude hacer nada para ayudarlo, asentí con mi cabeza y las lágrimas me traicionaron de nuevo. Mi tío se levantó de donde estaba y me abrazo de nuevo, no pude evitar desahogarme. Me hizo que lo mirará y limpio mis lagrimas nos sentamos en el sofá y él se acomodó para mirarme de nuevo.

-No llores, Sebastián está en el hospital los disparos que resivio son delicados pero gracias a que Juanpa estaba cerca el sigue con vida.

Escuchar eso me hizo sentir más tranquila, él estaba vivo y pronto iba a verlo de nuevo. La puerta se abrió y Yuya entro junto a mi padre y mi nana. Caminé a donde estaba y la abrace las tres salimos del despacho y dejamos que mi tío y mi papá hablaron, mi nana me llevo a la cocina y me preparo algo de comer. La verdad no tenía hambre yo solo quería estar con Sebastián ya. Después de rogarle a mi padre que me dejar ir a verlo el accedió y varios guaruras me siguieron al hospital central.

Mi Guardaespaldas 1° TDonde viven las historias. Descúbrelo ahora