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Narra Sebastián.

Salimos de la habitación de mi hermana y caminamos al final del pasillo. Abrí la puerta y encendí las luces mi habitación estaba como la última vez que había estado aquí, me hice a un lado para que Caeli pasará ella entró y miraba con curiosidad cada lugar de aquí.

-Tu duermes aquí...

-Si, pero mientras estemos aquí será tu habitación.

-Y tú en donde dormirás

-Puedo dormir en la habitación de Juan o en en la sala.

-Sebas, no quiero causar molestias

-Tranquila no causas molestias además eres mi invitada y no aceptaré un no, te dejo para que te instales.

Salí de mi habitación y caminé a la de mi hermana, cuando estaba por entrar mi madre apareció y me llamó. Caminé a su habitación y la encontré cerca de su cama con un libro en las manos.

-¿Puedo pasar?

-Claro corazón, ven quiero hablar contigo

-¿Hice algo malo?

-No sebas, solo quiero saber quién es Caeli, de donde se conocen

-Es la chica que está a mi cargo, sé que fue muy tonto traerla pero ella está pasando por momentos difíciles y lo único que se me ocurrió fue traerla conmigo a Colombia.

-¿Te gusta?

-¡No! Claro que no es linda pero... Es una niña mimada mamá 

-Te gusta, sebas ya pasamos por esto y no quiero que sufras de nuevo.

Rodeé los ojos porque sabía en qué iba a parar esta conversación con mi madre. En parte tenía razón haber traído a Caeli a Colombia había sido una locura pero ya no podía hacer nada las cosas ya estaban hechas y solo quedaba disfrutar su compañia.

-Tranquila mami, le juro que ella es solo una buena amiga

-Lo mismo dijiste de danny.

La mire fijamente y solo sonreí, le di un beso en la mejilla y salí de su habitación, regrese y toque la puerta antes de entrar pero nadie me contestó.

Narra Caeli.

Después de que Sebastián se fue, busque en mi maleta y saqué mi pijama y mi cepillo de dientes. Salí de su habitación y entre en el pequeño baño, hice mis necesidades y después regrese a su habitación abrí la puerta y entre sin darme cuenta de que el ya estaba ahi, terminando de hacer su cama en el suelo a lado de donde yo dormiría.

-¿Que haces?

-Voy a dormir aquí, solo que tú dormiras en la cama y yo en el piso

-La que debería dormir ahí soy yo sebas

-Estas de acuerdo que está haciendo frío y a parte eres mujer no dejaré que duermas en el piso.

-Lo mismo pienso yo así que ven aquí.

Me hice a un lado y toque el lado de la cama que estaba vacío, le hice una señal para que subiera y él rodo los ojos pero al final subió eran las cuatro de la mañana y aún seguíamos despiertos. Tome mi celular y lo conecte al cargador, después conecte mis audífonos y dejé que The scientist me ayudara a dormir.

Narra Juana.

Desperté y mire en mi reloj, este marcaba las 11:45 de la mañana. Salí de mi cama y baje a la cocina, cómo era de suponerse mamá no estaba en casa, recordé que Sebastián estaba aquí y corrí escaleras arriba para despertarlo y que bajara a desayunar conmigo. Abrí la puerta de su habitación y me detuve en seco, la escena era simplemente encantadora mi hermano estaba acostado boca arriba y la chica que lo acompañaba estaba recostada en su pecho y lo abrazaba como si su vida dependiera de aquello. Saque mi celular y capture una fotografía, cerré la puerta de nuevo y baje a la sala. Después de prepararme un cereal encendí el televisor, empecé a pasar canales hasta que uno llamó mi atención en el salí una chica alta delgada y de cabellos castaños, no sé porque sentía que yo la conocía de algún lado. El presentador hablaba de su llegada a la ciudad y como todas las chicas y chicos de mi edad la habían ido a resivir. Mi cerebro hizo click y las imágenes de la chica llegaron a mi cabeza.

**flashback**

-Promete que no le dirás a Sebastián que estoy viva.

-No me puedes pedir eso, sabes que mi hermano te adora

-¡Juana! Porfavor esto lo hago para que Sebastián este a salvo

-El estará bien Daniela, ese tipo ya está en la cárcel y no podrá separarlos

-Prometelo...

-No le haré esto a Sebastián. Si tú lo vieras cómo está desde que pasó lo de tu muerte, el simplemente dejo de vivir...

-Es lo mejor Juana el pronto va a superarlo y te prometo que jamás lo buscaré ni regresaré a Bogotá, sabes que es el amor de mi vida... Pero si a él le pasa algo me muero.

-Esta bien, cuenta con mi ayuda...

***fin de  flashback***

Que hacía ella aquí, no se suponía que jamás regresaría y menos ahora que Sebastián la estaba olvidando, escuché ruido en la escalera y apague el televisor. Seguí comiendo sin prestarme atención a nada más estaba muy nerviosa y sabría que Sebastián lo notaría, y ahora que le diría... ¿Como le diría que la chica a la que tanto amaba lo engaño y estaba viva? Me perdí en mis pensamientos que no lo escuché entrar en la sala si no hasta que se sentó a un lado mío y paso su brazo por mis hombros.

-¡Buenos diaaaaas!

-Hey, buenos días aún no creo que estás aquí

-Pues creélo porque estaremos juntos tres días

-¡Genial!

-Uy, no si se nota que le da mucho gusto que está aquí.

-No seas tonto, claro que me da gusto es solo que estoy preocupada

-Tu también vas a empezar con la misma tontería de que me gusta Caeli.

Lo mire algo confundida y el solo sonrió y rodo los ojos, le sonreí y me levanté para ir a dejar mi plato a la cocina, Sebastián tomo el control de la televisión y pulso el botón de power, la tele cobro vida el mismo programa en donde me había enterado de que Daniela estaba aquí seguía al aire, caminé a la sala y lo llame él me prestó atención y se levantó para caminar a donde estaba de alguna manera dios, el destino o no sé quién fue me escucharon y Caeli apareció en la sala llamando la atención de Sebastián y alejándolo un momento de la sala, caminé y apague la televisión no dejaría que el se enterará de aquella mentira y la única que podía ayudarme con esto era la chica.

Mi Guardaespaldas 1° TDonde viven las historias. Descúbrelo ahora