22 - Recuperación poco a poco.

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Ya han pasado varios días y solo sé que el Felipe aún sigue en coma, me da lata verlo en ese estado, no me gusta, la verdad que no, he ido siempre a verlo, pero solo lo observo desde la ventanilla, no me he atrevido a acercarme mucho, porque sé que terminaré llorando, de verdad que no me gusta verlo en ese estado, se me hace extraño.
Por más que intente saber, cuál fue exactamente la razón por la cual Felipe tuvo ese accidente, por más que busque respuestas, no encuentro nada, no entiendo nada, ¿cómo ocurrió?, ¿por qué?, tengo tantas preguntas en mente que, no se aveces siento que nada tiene respuesta en esta vida, nisiquiera ella.
La Sami en dos días más está de cumpleaños, hoy amaneció muy lindo, hace calor, diría que alcanzar unos 32°, Chris, hoy no fué a la Universidad y ni al trabajo, yo tampoco, ambos pedimos licencia médica, Leticia me dijo que teníamos trabajos pendientes, y otro certámen, Sara también, pero la niña de su grupo nisiquiera se ha presentado, yo no pongo ningún problema para que venga a la casa, pero es cosa de ella nadie puede obligar a nada.
Con Chris hemos pensado en hacerle el cumpleaños en grande a Samanta, cumple 6 años, y yo en días más cumplo 24, Chris me dice que podríamos hacerle una fiesta en la tarde con asados para los mayores, y una fiesta y pijamada para los más pequeños, para la hija de la Ashley, y los hijos de los demás, somos todos una familia y la casa es bastante amplia para todos.
Sara y yo, iremos hoy a comprar todo para el cumpleaños de Samanta, los globos, los dulces, serpentinas, frugelé, de todo, Chris obviamente se encarga de comprar la carne y lo demás, la gran noticia es que vendrá el tío de Chris, Alejandro, me enteré que él, estaba pololeando y que su mujer estaba embarazada, la verdad me alegra mucho, Alejandro es un buen hombre y es un buen tío para Chris, y para la Samanta, cuándo recién lo conocí, estábamos tomando once con la Abuela de Chris, y llegó el, diciendo que yo era la polola de Chris, en su momento me causó gracia, no lo voy a negar, pero ahora siento que todo lo que dijo fué real.
Mañana sábado iremos al Cementerio a visitar a la abuelita del Chris, le llevaremos flores y varias cosas más, Sami quiere ver a su abuelita ya que su abuelita por parte de su papá no la conoce, ni yo sé en qué cementerio están enterrados, pero por lo que sé, que acá no estarán, Chris núnca me ha hablado que sucedió ese día y a mi tampoco núnca me ha entrado la curiosidad de saber, ya que, siento que es algo muy incómodo para el, pero aún así trato de siempre estar ahí para mi esposo.
Bajo y mi hija ya se había ido, Sara me ha dejado dormir hasta tarde estos días ya que no he parado en el hospital, y necesito descansar, me siento mal obviamente, porque no puedo estar con Samanta, nisiquiera he podido despertarla en las mañanas, cómo siempre antes lo hacía, me siento inservible en estos momentos así, Sara me había preparado desayuno a mi, una buena taza de café le sube el ánimo a todos, con una tostada y margarina, Sara es muy buena cocinando.

-Sara, toma, ten.- respondí pasándole $200.000.

-Ale, no, ¿y esto?.-preguntó.

-Te has dedicado a cuidar muy bien a la Sami, los días que he estado en el hospital, tú la has cuidado bien, es lo más mínimo que te puedo dar, de verdad.
-No, Ale es mucha plata de verdad, toma, lo hago porque me nace, no porque tengas que pagarme, no, imagínate, vivo en tu casa y me pagas, no.

-Sara, la plata es tuya.

-¿Puedo mandarle esta plata a mi mamá?.

-Hazlo, yo no tengo problema, es tuya.

-Ale, eres la mejor, te quiero de verdad muchas gracias.

-¿Tu mamá dónde vive?.

-Como a media hora de aquí.

-Ya vístete, vamos al centro, depositas la plata y vamos dónde tu mamá, Chris está descansando y pasaremos a buscar a la Sami.

-¿En serio?.

-Sí, muy en serio.

-Me visto y vengo altiro.

-Bueno, tranquila.

La Sara subió corriendo, y yo subí a la pieza dónde estaba Chris, acostado, llegué y está sin polera acostado encima de la cama, tenía su espalda libre para que yo pudiera hacer algún cariño, así que, tomé un pequeño impulso, y me subí en su espalda, el se asustó y me miró.

- Amor!.

- Dime.

- ¿Que pasó?.

- No pasa nada, ¿por qué?.

- Es que te subes a mi espalda.

- Es que me encanta tu espalda, eso pasa.

- ¿Y por qué te gusta?.

- Es hermosa, me encanta tenerla en mi poder y así poder morderla.

- Eres una loca, pero te amo.

- Yo también te amo tanto, no me dejes núnca sola por favor, núnca.

- Núnca.

- Te amo, amor, voy a salir con Sara, cuídate, te amo mi vida.-me despedí y le dí dos besos.

Bajé y Sara ya me estaba esperando, estaba lista para irnos, sería un viaje muy hermoso, recogimos a Sami en su jardín infantil, pasamos al supermercado, a comprar unas pocas cosas que faltan, la Sami como siempre comprando sus helados de chocolate que le encantan, y creo que son los únicos que tolera.
Emprendimos un viaje que la verdad yo, no sé el camino, pero llegaremos estoy más que segura, le debo esto, y mucho más a la Sara, ella ha sido un siete conmigo.

Del hombre que me enamoré.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora