26 - Secreto.

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- Tienes que estar tranquila, de nada te sirve alterarte de tal manera.

- Es imposible para mí entiende Chris.

- Lo sé Alejandra.

- Lo que más me da rabia es que núnca me dió la iniciativa pa decirle la verdad a Felipe.

- ¿Piensas decirle la verdad?.

- ¿Y qué quieres que haga?.

- Alejandra, mira yo sé que lo que sientes es terrible pero amor, Felipe está recién despertando de un coma de meses, ¿entiendes?, su recuperación debe de ser muy tranquila, es difícil para alguien enterarse que estubo ahí por meses sin hablar sin nada.

- Lo sé, pero necesito te juro que necesito decirle la verdad.

- Yo sé que encontrarás el momento exacto para decirle todo.

- ¿No te molesta que yo tenga ese secreto?.

- ¿Y por qué lo haría?.

- No lo sé, digo yo.

- Eres mi esposa y la mujer que más he amado en mi vida, tú, nuestra hija y mi Beli son las mejores personas del mundo no te mereces este sufrimiento menos de esta manera.

- Te amo.

- Yo también a ti.

- Perdóname Chris por nunca contarte esto es que para mi era imposible.

- Te entiendo no es necesario que me digas todo esto, te amo y lo sabes.

- No sé que haría sin tí.

- Nada, pues yo soy todo para ti.

- Sí, tienes razón eres mi todo.

Se acercó a mi cara, me observaba y me secaba las lágrimas con el puño de su chaleco no podía entender la razón por la cual amaba tanto a Chris, pero había algo que me amarraba a Felipe.

***

Los días pasan y la verdad es que aún no he podido ver a Felipe. Javiera y los demás han estado ahí junto con el pero yo aún no y me tiene con mucha inquietud esta situación.

¿Se acuerdan de Bárbara la ex de Chris?.

Bueno respecto a ella, volvió con la misma intención de antes y con las mismas palabras en su boca que Chris es el papá de su hijo y un sinfín de cosas más la cuál provocó una fuerte pelea entre él y yo, lo que llevo a cabo que Chris se haría una prueba de ADN y el hijo de aquella mujer también y sólo ahí saldríamos de la duda. Chris está muy confiado ya que era casto hasta que me conoció a mí.

No me sorprendería de ninguna manera que Bárbara pudiera alterar los resultados reales del exámen esa mujer está muy desquiciada y la verdad que es capáz de todo para recuperar el supuesto cariño que Chris le tiene.

Ashley me ha llamado diciendo que mis papás están en Chile de vuelta y los de ella también ya que ambos son socios de Blunt Empresas, un proyecto de los papás de Ashley que incluye a mis padres. Me estaba vistiendo cuándo Ashley me llama diciendo de que hoy era mi visita y que podría ver a Felipe, me alegré mucho la verdad, Samanta estaba con sus amiguitos en la casa y Chris y Sara estaban acá también.

Salí lo más rápido posible y al llegar me percato que está Víctor a la entrada del hospital.

- Víctor, tanto tiempo ¿cómo estás?.

- Hola Alejandra, muy bien ¿y tú?.

- Bien gracias.

- Bueno me tengo que ir, cuídate.

Las palabras de Víctor eran muy secas muy no sé, no podría decir pero la verdad llegaba a pensar que me odiaba.

Esperé mi turno ya que estaba la odiosa de Alicia dentro viendo y me tomé un café y me puse a pensar en muchas cosas muchas pero muchas cosas. Veo que Alicia sale y pido un pase para el Paciente Felipe Gonzalez al entrar al lugar dónde está Felipe me percato que hay muchas personas casi o peores que él, como está en recuperación sus visitas no pueden ser muy prolongadas.

Busqué y busqué hasta que dí con él.

Al entrar lo observo y estaba todo conectado con cosas, y depende de un ventilador mecánico en aquel momento no podía decir nada estaba en shock me costaba hasta respirar lo seguía observando y me acercaba de a poco hasta que me divisó, sus ojos se llenaron de lágrimas y trataba de decirme algo pero aún no sabía que era me senté al lado de él y lloraba cómo una niña mientras el acariciaba mi pelo no podía parar de pedirle perdón por todo, de pedirle perdón por ser tan estúpida por ocultarle cosas por tratarlo de la manera en que lo hice el tenía que entender igual que no podía hacer nada respecto a eso.

Levanté la cabeza y Felipe también estaba llorando, lo abracé y le dije que no lo hiciera más, luego me acerqué y le besé la frente dándole la mano y quedándome a su lado, la tarde se me hizo corta hablando tantas cosas, Felipe aún no podía hablar bien así que poco y nada decía, se reía o movía su cabeza.

Su apariencia había cambiado mucho su piel se había tornado más pálida había adelgazado mucho y sus manos estaban más huesudas.

- Felipe ya es tarde, me tengo que ir.

- Quédate.

- Me quedaría cariño pero no puedo, la Samanta también me necesita.

- ¿Cómo está?.

- ¿La Samanta?.

- Sí.

- Grande cómo siempre y preguntando por su padrino que cuándo va a estar bien para jugar a la pelota.

- Que es linda.

- Sí, hermosa mi niñita.

Felipe sólo me sonrió, me despedí de un beso en la frente y salí con los ojos llenos de lágrimas, él se merecía saber la verdad.

Del hombre que me enamoré.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora