Del hombre que me enamoré.

34 - Recuperación.

Chris se veía bastante bien y la verdad eso me ponía muy contenta, me alegra el hecho de que no perdí al amor de mi vida y que su salud se ha recuperado.

Al salir de su habitación me topé con el Doctor Gomez, el Doctor a cargo de Chris.

- Buenos días, señorita.

- Buenos días.

- Mire, Chris por milagro de Dios está vivo, la bala no perforó más allá de su piel y una que más arteria. Pero fué muy profundo el impacto un impacto así la verdad es que me imagino que la persona estaba muy cerca de él.

- Podría decir que menos de 5 metros.

- La bala no perforó algún órgano y eso hay que agradecerlo, la bala pasó muy pero muy cerca del corazón, unos centímetros más y su esposo no lo cuenta.

- Me imagino.

- Tiene que estar aquí por lo menos unos 5 a 6 días, debemos estudiar a Chris y por lo que me enteré este es un caso mayor, tanto Isabel como Chris son claves en la detención de ese hombre por eso necesito que esté aquí no por la gravedad de la situación, si no que siento que su esposo aquí estará mejor ya que los mismos detectives vendrán a su habitación y así él no tendrá mucha movilidad.

- Me parece perfecto.

- Bueno, solo eso tengo que decir señorita.

- Muchas gracias Doctor, de verdad que mujer gracias.

- No hay de qué.

Sin más que decír se marchó, es un hombre jóven no supera los 35 años podría jurar, tiene barba y su piel es muy blanca y unos ojos azules que penetran la piel.

Me fuí del Hospital y me estaba esperando Sara, su madre y su padre, Jorge el cuál nos llevaría a mi casa. La verdad es que Jorge es una persona muy entretenida no paré de reír en todo el camino, es más lo primero que hice al llegar a mi casa fué entrar al baño pero corriendo.

Samanta había salido con Ashley, y me habían dejado una notita, subí a la pieza y cerré la puerta, con pena coloqué mi frente en la puerta pensando en todo cuándo siento un "hola", mi piel se puso de gallina y mi respiración empezó a bajar, mi corazón lo sentía en mi garganta cómo si quisiera salir, al darme vuelta me dí cuenta que era Felipe.

- Enfermo de mierda, me asuste.

- ¿Cómo estay?.

- Oye, ¿cómo cresta entraste a la casa?.
- Me sé tu casa de memoria.

- Mi si ti cisi di mimiria.

- ¿Cómo está Chris?.

- Un poco mejor.

- Me alegro mucho.

- Oye y tú no andabas con silla de ruedas.

- Pues ya no.

- Chucha que te recuperai rápido.

- Por favor, soy Felipe Gonzalez a mi nada me ataca nada me hace débil.

- Ay, Felipe no seas patético por favor, hace unos meses estabas muriendo y "ay Ale, es que me gustas tanto que me gustaría estar contigo, es que Ale me enamoré de tí y por eso fuí un hijo de puta, y ahora soy peor" deja de ser tan hueón por la cresta, ni tú te crees tus palabras eres tan.

No dije nada más que eso y Felipe se me tiró encima, dándome un beso. Mi reacción fué empujarlo y pegarle una cachetada.

- Que no se te olvide la mierda que me hiciste Felipe, que no se te olvide hueón, déjame tranquila por la cresta. Estoy feliz tengo mi vida realizada.

- Perdón hueón fué un impulso.

- Vas a tener que aprender a controlar tus impulsos de mierda de nuevo por que yo no responderé.

Sentí mi celular vibrar, era mi mamá.

- Aló.

- Aló, hola hija.

- Hola, ¿qué querí?.

- Alejandra, soy tu mamá.

- Por eso mismo, ¿qué querí?.

- Saber cómo estás, cómo está Chris, la Samanta, cómo estuvo tu ceremonia.

- Bien, están todos bien.

- ¿Qué te sucede hija?.

- Ahora te preocupa lo que me sucede verdad.

- Alejandra, más respeto.

- Nada que más respeto aquí señora. Usted se ha dedicado toda su vida a su trabajo, a su empleo a nada más que eso, aaa y a su otra hija que por cierto es mi hermana la cuál núnca he visto en mi vida, ni siquiera sé cómo es, lo único que han hecho tú y mi papá es alejarme de ustedes y de una vida que no tengo, te agradesco por todo lo que me diste en mi infancia, sí, pero no quería unas barbies caras, no señora, no quería una colección completa de muñecas que valen una fortuna, no quería ir al mejor colegio pagado, no quería plata cada vez para mi cumpleaños. Lo único que quería era cariño y usted no entiende que el cariño es algo de piel no plata, no dinero lo cuál ni siquiera llena sus bolsillos usted me tuvo y me dejó a lo que el mundo me diera sola, toda mi infancia sola, mi adolescencia, y ahora se las quiere dar de la mamá del año, yo soy lo que soy gracias a mí, yo me saqué la chucha por estar dónde estoy no gracias a ti. Si soy una profesional ahora es gracias a mi esfuerzo y el de Chris, usted piensa que todo funciona con dinero pues no, su hija Alejandra no funciona así quizás su otra hijita lo hará pero yo no, no me llame más. Adiós.

Solo escuché que colgó y tiré el celular a la mierda, Felipe me abrazó no podía parar de llorar mis piernas se hacían débiles y mis ojos no aguantaban tanto llanto, tantas cosas sucedidas en tan poco tiempo me sentía tan mierda tan poca cosa lo único que tenía en el mundo eran a mis amigos, Chris y a mi hija a nadie más.