29 - Taxi.

56 3 1
                                    

Salí del Hospital y lo primero que hice fué irme para mi casa no aguantaba más esto.

Tomé el primer taxi que ví y me fuí todo el camino llorando.

- Penas de amor.- preguntó el taxista.

- No, problemas mayores.

- Deje de llorar señorita, el llanto no solucionada nada, créame.

- Lo sé, pero todo esto me supera.

- La entiendo yo tuve problemas de amor, mi ex mujer me dejó con mis dos chiquillos cuándo eran unos bebés. Son gemelos ambos y tuve que yo mismo ingeniarmelas por las mías buscaba por todos lados cosa para poder seguir mantiendome.

- Su vida fué muy dura verdad.

- Sí mi niña algo así.

- Y ahora, ¿no tiene la necesidad de nada?.

- La verdad no, he sabido salir adelante con mis dos chiquillos.

- Eso es bueno.

- ¿Y usted?.

- Yo crecí prácticamente con mi nana, mi papá y mi mamá son empresarios viajan siempre núnca tuve la necesidad de nada ya que tienen dinero, tengo una hermana mayor pero ni idea de cómo se llama ya ni me acuerdo de ella ni a qué se dedicará hoy en día.

- Osea que usted es de plata verdad.

- Algo así.

- ¿Y tiene pololo?.

- Sí, y una hija de 5 años se llama Samanta.

- Tiene una hija ya, mire que bueno.

- Sí, es lo que más amo en la vida.

Seguí conversando con el taxista y la verdad me hizo reír bastante se llama Jorge y vive con sus hijos, al bajarme le dí la plata de lo que costaba el pasaje y una plata para que se comprara lo que quisiera,una galleta,una bebida no lo sé, él estaba muy agradecido de eso.

Entré a la casa y llamé a Chris diciéndole que ya había llegado para que no se preocupara.

- Amor.-contestó.

- Hola ratón, llegué a la casa recién.

- ¿Pudiste conversar con Felipe?.

- Sí, y la verdad ya estaba más tranquilo.

- Me alegro mucho.

- Amor sabes hoy llegan la mamá de Sara con sus hermanos a vivir cerca de aquí y hablé con la Sara y le pedí que llamara a La Javiera y a La Fernanda tú sabí que ellas dos siempre organizan todo, la Javiera sobre todo que le va super con su restaurant, la cosa es que necesito que me traigas carne.

- ¿Carne?, dime de cuál.

- Traete unas costillitas de cerdo, trutros de pollo, longanizas, carne de vacuno ahí ves tu amor cuál de todas te gusta más, y algo para tomar lo que quieras, podrías traer un cabernet sauvignon por favor y juguitos para los pequeños.

- ¿No necesita nada más la señorita?.

- Sí, ensaladas trae muchas cosas amor, lechugas, repollos, coliflor, tomates.

- Bueno, nos vemos en la tarde.

Dejé mis cosas en el living y fuí para atrás, estaba la Javiera y la Fernanda sentadas al lado de la piscina.

- Hola chicas.- dije saludando a las dos.

- Hola Ale.- dijo Javiera saludandome de beso en la mejilla.

- Hola Alejandra.- Dijo Fernanda.

- ¿Cómo están?.

- Bien, ¿y tú?.- dijeron al mismo tiempo.

- Bien un poco cansada la verdad.

- ¿Vienes del Hospital?.- preguntó Javiera.

- Sí, Javi vine del Hospital, me sentí super mal allá y incluso me desmayó.

- ¿Y por qué tanto?.

- Hueas que se me pasan por la cabeza.

- Trata de no alterarte demasiado.

- Claro, lo tengo en mente.

- Por si te preguntas, Samanta y Sara fueron a comprar helados al almacén.

- Bueno exáctamente eso te quería preguntar.

- Ale deberías de darte una ducha con agua helada mejor.- dijo Fernanda.

- Sí, eso haré si llega Sara y Sami díganle que yo ya llegué que Chris llega en una hora más y que me estaré bañando.

- Bueno anda tranquila.

Subí al segundo piso y fuí a la pieza, me saqué la ropa y entré al baño me dí una ducha con agua helada sentía que esa agua me devolvía el alma era tan exquisita, tan confortante luego de estar un buen rato en la tina pensando cosas pensando en Chris, en Felipe en todos.

Me levanté y me puse la toalla en la cabeza, y luego en el cuerpo lo seque lo más rápido posible y me apliqué crema, luego me puse la ropa interior y un vestido lo más fresco posible para poder seguir una vez lista y con el pelo planchado y maquillada bajé. Sara y Samanta ya habían llegado y Chris venía llegando cargado con todas las cosas que yo le había encargado.

La verdad es que la tarde se nos hizo demasiado corta, Chris nos deleitó con un asado demasiado rico con las chicas hicimos ensaladas muchas ensaladas y luego estubimos en la piscina por un buen rato. La madre de Sara ya había llegado y la verdad es que la recibimos en mi casa, una mujer muy sencilla se notaba su sencillez, y muy amable por cierto. Sus hermanos unos pequeños también sencillos y muy caballeros que ayudaron a su mamá en todo momento me encantaba ver la cara de Sara al ver a su mamá cerca de ella, me daba la leve impresión de que cuando Oscar abusaba de ella en su mente pediría que su madre estubiera aquí para ayudarla de ese estúpido de mierda y pusiera darle ese consuelo todas esas noches cuándo era golpeada todas esas noches cuando amanecía abusando de ella.

Yo desearía que mi mamá se diera más tiempo para mí, la entiendo ella trabaja siempre con mi papá y si no fuera por eso nosotros no tendríamos lo que tenemos ahora y tampoco estaríamos dónde estamos.

Del hombre que me enamoré.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora