Del hombre que me enamoré.

33 - Por favor no.

- Chris, escúchame estoy aquí amor.-le decía entrando a hospital.

- Ale.- podía responder solamente eso, su boca estaba llena de sangre.

- Amor, yo estoy aquí nada te va a suceder, créeme no te pasará nada mi vida.

- Te amo.- me respondía.

- Yo también te amo mi ratón.

Fué todo tan rápido que aún no puedo entender con claridad.

Me senté en la sala de espera a Chris lo llevaron a pabellón de urgencias, perdió demasiada sangre y la verdad no se ve para nada bien la situación, me acomodé y no podía parar de llorar. Ashley venía entrando a la sala de urgencias lo único que hizo fué abrazarme y decirme que todo está bien y que a Chris no le sucederá nada malo.

Yo no podía aguantar y no había nada que me callara, me sentía estúpida todo lo que le había prometido a la abuela de Chris se había roto, esa promesa de que cuidaría a Chris, me siento estúpida no sé porque razón.

Ashley me trajo un café, a los 10 minutos llegó Javiera, Fernanda, Sara, y Sami. Mi hija aún no entendía con claridad lo que había sucedido con su papá y creo que es algo difícil de contar para una pequeña.

- Mamá.

- Hijita mía.

- ¿Qué le pasó a papá?.

- Papito se sintió mal mi corazón, a papito lo tendrán que operar de la guatita, no le sucederá nada malo, ¿ya?.

- Bueno mamá.

- Te amo hija.

Sami solamente me abrazó y no hizo nada más que eso, ya era bien tarde y todos estabamos cansados y necesitábamos descansar.

- Sara, ¿puedes venir un segundo?.

- Claro, voy.

- Hija, quédate con tu tía Ashley, mamá irá a hablar con la Tía Sara.

- Bueno mamá.

- Acompáñame por acá Sara.

Nos metimos a un pasillo el cuál daba a una cafetería.

- Alejandra, perdóname todo lo que le sucedió a Chris es mi culpa, yo no quería que esto sucediera créeme me siento muy estúpida por esta situación de verdad, me da pena y rabia que ese hijo de puta hiciera eso, menos a tí, que eres una buena persona pero todo lo malo te sucede a ti.

- Sara, aquí no existen más culpables que tu ex y si Chris se muere yo a ese hijo de puta lo seco en la cárcel tengo la plata y tengo contactos que lo harán, créeme tú no tienes culpa eres una víctima de ese hueón, así que por favor no te heches la culpa de nada.

- Igual, perdóname.

- Si, Sara tranquila, ¿quién los trajo?.

- Jorge.

- ¿Él está aquí?.

- Sí, yo me vine con él, y Ashley también, Fernanda y Javiera se vinieron solas para acá.

- ¿Tu mamá?.

- Se quedó en la casa con mis hermanos y los hijos de Jorge, me dijo que ella se quedaría ahí en caso de algo.

- Gracias Sara.

Las horas pasaron y con Sara pedimos un café y nos sentamos a conversar un rato cuándo llega Fernanda corriendo dónde estábamos.

- Ale.

- ¿Qué?.

- Chris.

- ¿Chris qué?. ¡Qué le pasó a Chris!.

- Chris aguantó la operación se está recuperando, amiga no le sucedió nada.

- Dios mío.

No aguanté las lágrimas y Fernanda me abrazó, mi razón de vivir estaba bien y no le había sucedido nada en la operación.

Me acerqué a la sala de espera y sentía ese alivio de que no le había sucedido nada y me sentía tan contenta.

Ashley se había llevado a Samanta para la casa ya era muy tarde y necesitaban las dos descansar, pero les dije que cualquier noticia yo las llamaría.

Pasaron las horas y ya había amanecido y tenía una cara de cansancio gigante, unas ojeras que me llegaban a las rodillas, Fernanda me había ido a buscar ropa a la casa así que ya no tenía un vestido ahora tenía unos buzos, chaleco y zapatillas.

- Familiares del paciente Toledo.

- Yo, soy su pareja.- respondí levantando mis manos.

- Buenos días, Doctor Gomez.

- Buenos días, Alejandra Monsalves.

- Su pareja está en perfectas condiciones, está pidiendo verla, por favor pase por acá.

- Bueno, muchas gracias.

Seguí al Doctor por unos pasillos hasta que me indicó que ahí estaba Chris. Al entrar me dí cuenta que había una enfermera acomodando su almohada.

- Amor.

- Ale.

- Mi vida.

Le dí su manito y le dí un besito, la enfermera se fué y me dijo que cualquier cosa que necesitaríamos que solo la llamaramos a ella.

- Te amo tanto Chris.

-Y yo a ti.

- Eres tan fuerte mi vida, soportas tanto, eres mi pilar más grande en esta vida Chris.

Él solo sonrió, se ve cansado.

- ¿Te acuerdas cuándo nos conocimos?.

- Claro.

- Cuándo llegaste super calladito a la sala y lo primero que me pediste fué hablar conmigo, y sentarte al lado mío. Cuándo enfermabas siempre pero siempre tenía que ir a tu casa a dejarte la material del día no sé pero tenía la necesidad de hacerlo, yo a tu abuelita la conocía de hace muchos años y a ti también, te conocí cuándo eras pequeño un niñito y créeme que lamento demasiado lo de tus papás, pero aquí estoy yo, yo soy tu mujer y siempre te ayudaré en casa paso que des en cada proyecto que te propongas, no te imaginas lo hermoso que es despertar cada día al lado tuyo y sentir ese aroma, sentir tu piel desnuda, tus besos, eres lo que siempre he querido y siempre voy a querer no hay nada que se compare con el amigo que siento por tí, tú y nuestra hija son lo más lindo, todavía me acuerdo de nuestro primer beso, de nuestra primera vez desde la primera vez que te besé supe que sería para siempre, te amo tanto, más que a mi vida.

- Por eso me enamoré de vo, ahueona.

- ¡Jaja! Estúpido, te amo.

No paramos de reír, se sentía recuperado, se sentía bien, se sentía mi vida.