Una mueca de incredulidad le cruzaba el rostro, mientras escuchaba el discurso del príncipe:
— La última aspirante a la corona será escogida hoy. Estas diez jóvenes me acompañaran a palacio, no para competir por mí, si no para conocernos mejoro. Hace poco menos de unas cuántas horas, alguien me hizo un comentario sobré qué esta antigua tradición era falsa,que era un truco para engañar a mí pueblo y qué al final de estos seis meses terminaré por escoger a la candidata más conveniente para ser mí esposa,es decir: Aquella que cumpla con los requisitos financieros necesarios, o aquella que permita alianzas políticas favorables para el principado... Pues bien. Aquí, frente a todos ustedes le quiero decir a esa persona qué...¡ Yo tampoco me vendo! Diez señoritas tendrán la oportunidad de enamorarme con sus sentimientos y sus acciones, hacia su gente,hacía su pueblo con nuestro principado ¿Y por qué no? ¡También hacía mí...!
Kerena lo escuchaba y seguía rechazado sus palabras.
En lo qué ha ella respecta no era más qué un embustero. ¡Hacerse pasar por escolta...! ¡Chapucero!
—... Así púes, terminemos con esto y celebremos a nuestras diez candidatas — dijo el príncipe después de un largo y embaucador discurso que a Kerena le pareció más bien un regaño en público para ella.
Dos lacayos empujaban el carrito dónde estaba la urna de cristal con los papelitos que habían sido depositados en el transcurso del día. Estaba a rebosar.
La colocaron frente al público y el príncipe se acercó a ella,todas las jóvenes que habían echado su nombre estaban espectantes,algunas cruzaban los dedos pidiendo suerte para ser escogidas, otras sujetaban las manos de sus madres rezando al cielo por el mismo propósito.
El príncipe pidió a sus lacayos qué giraran la urna para que se revolvieran los papeles. Y después de un buen rato torturando a aquéllas jóvenes que comenzaban a perder la paciencia, él mismo metió la mano mientras revolvía de nuevo los papelitos y bromeaba con que estaba emocionado.
Kerena tuvo suficiente de todo aquello y comenzó a subir los escalones para entrar de nuevo en la mansión.
Al mismo tiempo, el príncipe alzaba la mano izquierda dónde tenía un papel blanco dejándolo a la vista de todos.
Se acercó de nuevo al micrófono.
Con voz fuerte y serena,dijo el nombre de la última candidata tras una larga pausa:
— KERENA S CHILD.
Kerena se detuvo en seco al final de la escalera al escuchar su nombre rebotar en los altavoces.
<<¡PERO QUÉ DIABLOS...!>> pensó.
Hubo llantos y gritos de decepción entre el resto de las muchachas y sus madres que esperaban sentadas. Todo lo contrario a las escaleras dónde estaba la servidumbre. Gritos de jubiló y aplausos inundaban aquel espacio mientras felicitaban a su compañera totalmente aturdida.
—¿¡Fuiste tú!? — les preguntó a cada uno de ellos — ¿¡Tú echaste mí nombre a la urna...!?
Todos lo negaban mientras la abrazaban o le daban palmadas en la espalda.
Desde el principió había dicho que no iba a participar y estaba segura de no haber escrito su nombre en ningún papel que se pudiera traspapelar. Así que solo había dos opciones:
O uno de sus compañeros lo había hecho a sus espaldas o el príncipe en persona había ordenado hacerlo.
La pregunta era ¿Por qué...?
— Kerena S Child,ven al estrado — ordenó el príncipe, al mismo tiempo que uno de sus consejeros se acercaba a él.
— Alteza,me entrega el papel con el nombre para registrarlo por favor.
— ¡Oh,yo...!¡ Pero qué torpe...! Lo siento consejero creó que lo he perdido... — se disculpó Erickson, mientras buscaba con la mirada en el suelo por sí el papelito estaba por allí tirado.
— Esta bien alteza,ya veré qué hago.
Mientras tanto en las escaleras,Kerena se negaba a subir al escenario.
—¡ Vamos niña! No tenemos todo el día — la apuro la cocinera.
Entre ella y un lacayo la llevaron casi a rastras ante la mirada envidiosa de las demás muchachas.
-¿¡Es ella!? — oyó Kerena que decían con voz decepcionada.
—¿Cuantos papeles creen que echó?— preguntó alguien más.
Otras decían qué aquello no era justo,qué ni siquiera era bonita.
El príncipe fue a su encuentro y la ayudó a subir al escenario.
—Kerena. — la llamó por su nombre cuando le tomó la mano y se la llevó a los labios.
— ¿Cómo fue qué esto paso? — le preguntó ella quedito para qué nadie más la escuchara.
Él dio besos al aire junto a sus mejillas y le dijo:
— Tienes suerte después de todo.
La mano qué no le había soltado todavía, la alzó y presentó a la audiencia a la cándida del distrito diez,la última joven que competiría por ganarse un lugar en el corazón del príncipe de Miralmar.
Y al parecer, la única de todo el principado que no quería hacerlo.
Los reporteros los cegaron con los flashes de sus cámaras.
Mientras el evento era transmitido en vivo en cadena nacional.
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Esclava
RomanceKerena S Child,es elegida junto a otras diez aspirantes para competir por la corona de Miralmar y el corazón del príncipe Erickson. Lo qué significa alejarse del único lugar que considera su hogar,para competir por algo qué no desea y vivir en un pa...