Kerena tenía las emociones y los pensamientos revueltos. Tantas noticias impactantes en tan poco tiempo solo la confundieron.
Estaba feliz porque su hermano había recuperado su libertad. Furiosa de que Amairani estuviera con él. Y perturbada por la noticia del embarazo de Cyntia Lovelance.
Erickson por otro lado se enfrentó al toro por los cuernos. Exigió una prueba de paternidad. Desgraciadamente el avanzado estado de gestación impedía realizar el examen ya que ponía en riesgo al bebé. Y por obvias razones el príncipe jamás pondría en peligro una vida inocente que incluso podría ser parte de él.
Por mandato real Cyntia Lovelance se traslado a palacio hasta el día del alumbramiento. Algo que desquició momentáneamente a Erickson, mientras que la famosa actriz aprovechaba la oportunidad de volver a su vida intentando aferrarse con sus afiladas garras a la monarquía.
— No te emociones tanto "querida" — había dicho el príncipe mientras se zafaba de su abrazo cuándo la visito en sus aposentos. — Aquí sólo eres una invitada,y sólo será hasta que nazca el bebé,después te marcharás. — le dijo.
Toda su expresión corporal mostraba un profundo rechazo hacia la mujer que un día cubrió su cuerpo de caricias.
— Y cuándo la prueba de ADN te confirmé qué eres el padre ¿ Qué harás? ¿ Nos echarás a la calle? ¿ Negarás tu paternidad? ¿ o arrancarás a un recién nacido de los brazos de su madre? — la hermosa rubia contemplaba con los intensos ojos azules llenos de soberbia a Erickson. — Debes saber,"amorcito" que estar embarazada ha hecho que nazca en mí el amor de madre,y dónde sea que se encuentre mí... — pensó mejor lo que iba a decir. — corrección. Nuestro hijo. — dijo con énfasis. — Allí me encontraré yo. Así qué ¿ Por qué no terminas con todo este asunto de la lotería y anuncias nuestra unión?
Erickson se le quedó mirando. No era capaz de reconocer aquella mujer.
Durante su aventura había sido dulce,relajante,comprensiva,sensual, incluso la consideró especial y no tan sólo una más. Pero ahora...— ¡Me das asco!
El príncipe abandonó la habitación de la actriz. No soportó continuar un minuto más en su presencia. ¿Qué clase de mujer era aquélla? ¿ Hasta dónde estaba dispuesta a llevar su ambición? ¿Qué mujer usaba a un ser qué no ha llegado a nacer para subir de escalafón?
Sentía qué le dolía la cabeza.
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Daba grandes zancadas, intentando alejarse lo más posible de aquel monstruo que inconscientemente él mismo creó, cuando al doblar en una esquina chocó con el amor de su vida.
— ¡Ker! Tenemos qué dejar de encontrarnos así. — Nada más verla,el trago amargo de hace un momento desapareció. Se esfumó por completo. Era cómo si ese día hubiera vuelto a salir el sol. — ¿Me concedes un minuto de tu tiempo?
— Claro.
Hacia semanas que no convivían,con todos los acontecimientos acaecidos después de lo de Rufus Ambrose,se habían distanciado por todo el revuelo que se originó.
Kerena aún sentía vergüenza de qué él supiera lo que pasó años atrás con aquel desalmado. Sabía que no era su culpa,que sólo había sido una víctima de las circunstancias, pero haber revivido todo de nuevo y sumar el hecho de tener que hablar de eso con una extraña cómo la psicóloga que la princesa Serena recomendó la hacían sentirse sucia y expuesta frente a los demás, en especial con Erickson.
Caminaron juntos hasta salir de palacio,y recorrieron los jardines en silencio, el grupo de escoltas se había triplicado y Erickson estaba seguro que la joven no se sentiría cómoda sí alguien más estaba escuchándolos.
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Esclava
RomanceKerena S Child,es elegida junto a otras diez aspirantes para competir por la corona de Miralmar y el corazón del príncipe Erickson. Lo qué significa alejarse del único lugar que considera su hogar,para competir por algo qué no desea y vivir en un pa...