Escándalo

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Cuándo se preparaban para abandonar el set,Kerena se retraso, viendo trabajar a los tramoyistas.
Caminaba por un pasillo antes de salir de la televisora,cuando algo más atrajo su atención.
La rubia bonita vestida de azul, acababa de besar al príncipe Erickson.

Kerena tuvo que esconderse para que no la pillaran espiándolos. Contuvo la respiración para poder escuchar mejor lo que susurraban.

- Erick... - susurro ella contra su boca.

- Lo siento - dijo él - No deberíamos hacer esto.

- ¿ Por qué no?

- Debemos acabar con todo esto. - le dijo echándose atrás.

- Yo quiero continuar... - respondió ella, intentando persuadirlo.

- No querrás una vida cómo ésta.

- ¿No la querré yo,o tú?

- Ninguno de los dos,pero yo no tengo opción.

- ¿A caso una de esas niñas tontas te ha hecho sentir algo?

Durante un largo momento, Murdock no respondió. Kerena se acercó más al final del pasillo para echar un vistazo.

Él volvió a besarla y luego la apartó de sí.

- ¡Es imposible! ¿¡Es qué tú no sientes nada por mí!?

- Lo que yo sienta no es la cuestión. - se evadió.

Ella le tomó las manos.

- ¿Qué sientes?

- Siento... Siento que esto se acaba hoy.

- ¡NO,NO! - repuso ella. - ¡Tú no puedes hacerme esto! - Empezó a alzar la voz.

- Cynthia por favor, no lo hagas más difícil.

- ¡Ire con los medios! - lo amenazó. - Lo contaré todo, su majestad.

- Y lo perderás todo Cynthia. Tu carrera,tu esposo... Todo.

Kerena ahogó una exclamación al oír aquélla confesión. Se llevó ambas manos a la boca para evitar hacer más ruido.
Escuchó un golpe seco, supuso que la rubia había abofeteado al príncipe, y no se equivocó.

- Supongo qué me lo merezco.

- ¡Te arrepentirás Montaraz! - Cynthia se alejó furiosa,Kerena podía escuchar la furia en sus pisadas.

Esperó el tiempo justo, para que Murdock también se hubiera marchado y salió de su escondite. Sólo que Murdock seguía allí parado.

Cuando sus miradas se encontraron, ninguno de los dos supo disimular su culpabilidad.

- ¿¡Desde cuándo estás ahí!? - le preguntó él, más enojad con sigo que con ella,enojado y sorprendido.

- Yo... - titubeó ella.

- ¿Y bien?

Erickson dio un paso hacía ella,a Kerena le pareció qué se veía mucho más alto qué de costumbre. Envolviéndola con su sombra.

Ella palideció.

- Yo - exclamó, intentando recuperar la voz.

- Lo escuchaste todo,¿Cierto?

Ella respondió con un ligero movimiento de cabeza.

- ¡Maldición! ¿ No deberías estar con las demás aspirantes? ¡El camión ya se marchó! - Kerena tragó saliva al escuchar aquello.

¿Ahora qué iba hacer? ¿Cómo iba a volver?

- ¿ Qué hacías espiando a hurtadillas?

- ¡Yo no estaba espiando! - replicó fríamente.

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