Esclava

Desaparecida

Dedicado especialmente a Keeity- Ashley
Gracias por esas hermosas imágenes que compartiste conmigo y que forman parte de este capítulo.

Tenían rato llamando a la puerta. A Erickson comenzaba a dolerle la cabeza.

- Adelante.

La puerta se abrió para que entraran dos hombres uniformados y tras ellos los reyes de Costa Luna.

Erickson los observó en el más completo silencio, había pasado la última hora yendo de un lado a otro del despacho cómo un león enjaulado; con la sensación de que estaba ocurriendo algo importante y fuera de su control...

Respiró hondo y esperó a que hablaran de una buena vez.

El rey Denzel fue el primero en hablar:

- ¿ Qué ha sido todo eso? Sus gritos se escucharon hasta el comedor.

- ¿No es obvio? Su primera discusión de enamorados. - lo interrumpió su esposa.

- No estamos enamorados. - argumento Erickson a la defensiva.

La reina soltó un suspiro. Después de darle un beso en la frente comenzó a decir:

- Una mujer ama con todo el corazón. Pero un hombre, ama con toda sus fuerzas. Y tú querido amigo tienes mucha de esa en tu interior.

Erickson se quedó observando a su amiga mientras se sentaba cómodamente en el enorme sofá de piel y se acariciaba el vientre donde crecía su sobrino.

¿A qué venía esa tontería sobre el amor?

El amor no tenía nada que ver con lo qué estaba sucediendo. Era obvio que se había sentido atraído por Kerena y eso lo había hecho comportarse cómo un idiota,perdiendo de vista sus objetivos. Pero,eso se acabó. Se encogió de hombros y llegó a la conclusión de qué las mujeres eran todas unas soñadoras con la cabeza llena de fantasías que incluso una reina cómo Serena no estaba exenta, ella también era vulnerable y estaba indefensa ante esas tonterías.

- Alteza... - los interrumpió el oficial montaraz que hacia guardia en la puerta y que había entrado junto con sus amigos y un soldado raso que por cierto tenía un sobre amarillo en la mano.

- Stevens... - le dijo Erickson con una sonrisa falsa al ver que se cuadraba.

- El oficial Nyves,ha venido a entregar algo,pero ha insistido en hacerlo personalmente.

Los tres monarcas miraron al oficial que antes mencionado que tendría apenas unos veinte años cuando mucho y se cuadraba frente a ellos.

- ¿ Y bien? - respondió el príncipe frunciendo el ceño. - ¿ Qué es eso tan importante que debes entregarme personalmente y no puede esperar?

- Lo siento... Alteza... - se disculpó el joven soldado muy incómodo.

- ! Dame eso ya maldita sea!

- ¡ Murdock! Modales. - lo reprendió la reina.

Erickson lanzó un soplido de frustración.

- Sería mejor sí se los muestro... - titubeó ligeramente el oficial.

El príncipe asintió.

Los dos oficiales se pusieron en movimiento mientras sus altezas reales se miraban inquisitivos entre ellos.

El sobre con calidad de urgente contenía un DVD, los oficiales abrieron la cómoda,dónde se encontraba una pantalla y un reproductor. Cuando la película empezó, apareció un hombre en pantalla.