<<______>>
¿Creen que el tiempo pueda condensarse en una fracción de segundo? Yo no lo creí hasta entonces.
Todo sucedió de manera atropellada, no tuvimos siquiera la posibilidad de sujetarnos a algo, a lo que fuese, un fragmento de tiempo, las teorías de la física, el asiento del auto, la sonrisa de un ser amado, o a ese persistente sentimiento nostálgico. No hubo tiempo para nada de eso, y a la vez, lo hubo para todo. Es extraño, lo sé; pero es lo que sucedió, al menos en parte...
-Demonios-maldijo Vladimir en cuanto acabamos de atravesar el hoyo de gusano-. Tenemos que irnos.
Lo miré sin entender.
-¡Ahora joder!-espetó antes de sujetarme por la muñeca e instarme a correr.
Pero ya era demasiado tarde, lo que Vladimir temía se precipitó sobre nosotros incluso antes de que parpadeásemos.
A la izquierda del hoyo de gusano por el que habíamos llegado, se abrió otro, uno mucho más ancho e inestable, las ondas se expandían exageradamente y no alcanzaban a formar un circulo sino más bien una especie de ovoide... ese portal era una bomba de tiempo; no obstante, aquella idea se disipó tras ver con incredulidad a quién salía de él.
Elisabeth Douglas avanzó con la mirada en alto y llevando casi a rastras a una chica cuyo cabello pelirrojo parecía refulgir como el fuego a la luminosidad del portal. No la había visto en años, pero pude reconocerla... era ni más ni menos que la hermana menor de Vladimir.
-¡V-Vlad!-lloriqueó la chica que apenas debía de tener unos catorce años.
Los ojos de Vladimir se abrieron con estupor, como si no pudiese creer lo que estaba frente a nosotros. A decir verdad, yo tampoco podía, no lograba acabar de concebir cómo había conseguido abrir Elisabeth aquel portal sin alguien que manejase el tiempo.
-¿Cómo la hallaste?-espetó Vladimir.
-Oh, cariño-se adelantó Elisabeth con una sonrisa torcida-. Las madres lo saben todo, incluso las travesuras de sus hijos-me lanzó una mirada despectiva-. Esperaba que hubieses sido más listo hijo; pero no, tuviste que dejar que esta mocosa te nublara el juicio, incluso con la vida de tu hermana en juego...
-¡Suéltala!-rugió Vladimir-. Ella no tiene nada que ver en esto.
-Lo tiene-Elisabeth sujetó rudamente la barbilla de su hija-. Y es por tu culpa. Mira a tu hermano Erika, eligió un bando y no pensó en ti. Te abandonó.
-Él... me ocultó de ti...
-¿Y eso sirvió de algo?-se mofó la mujer-. Cuando esto termine, me aseguraré de que tengas un buen tiempo para reflexionar-una mueca que reconocí de cuando era niña se posó en su rostro-. O puedo hacer algo mejor. Quizás es tiempo de que hagas algo útil con tu vida-sujetó a la chica y la empujó contra los portales inestables y abiertos.
-¡No!-grité precipitándome hacia delante.
Pero antes de que siquiera pudiese alcanzarla, Vladimir me sujetó con fuerzas de la muñeca... todo sucedió en segundos, de un instante al otro fue demasiado tarde para que alguien pudiese siquiera pensar en salvarla. El último ingrediente que faltaba para que el tiempo entero colapsase por la existencia paralela de ambos portales había sido agregado a la ecuación: materia orgánica.
La luz que salía de ambos portales me cegó, me vi obligada a cerrar los ojos mientras mi cuerpo era expulsado por los aires, la reacción había sido puesta en marcha, en una hora el tiempo sería consumido por la atemporalidad... cuando llegué a aquella conclusión ya me encontraba rodando a toda velocidad tras haber caído en alguna parte de la carretera oscura.
ESTÁS LEYENDO
Temporal (Steve Rogers y tú) [En corrección]
FanfictionLa felicidad, la vida, la risa, las palabras, el daño, el dolor... absolutamente nada dura para siempre, es más, me atrevería a decir que la eternidad no existe para un ser humano; y yo no soy la excepción. Esta es la historia de como mi hermano Joh...