Estábamos en plena evacuación de los civiles cuando ocurrió. Toda la lógica se fue por la cañería incluso antes de que mi cerebro pudiese acabar de asimilar la situación... media Sokovia se elevó en el aire.
Pietro se apresuró a alejar a todos del abismo cada vez más profundo que separaba la ciudad suspendida de la superficie terrestre, al tiempo que Wanda y yo les dábamos indicaciones de ocultarse dentro de lo que quizás alguna vez fue un pequeño supermercado.
Entonces, cuando creí que la situación no podía tornarse más rara, oí el grito de algunos civiles al final de la fila de evacuados, corrí hacia ellos y me encontré con al menos una docena de robots surgiendo de la tierra como si se tratasen de zombis de una película clásica. Sin acabar de pensarlo bien, tomé una barra de metal (quizás un pedazo de viga) y golpeé con todas mis fuerzas a los que sujetaban a alguna persona, sus manos apenas si alojaron el agarre durante un momento, Wanda se apresuró a alejar a los civiles antes de que los zombis metálicos recobrasen del todo su programación.
Un escalofrío me recorrió la columna vertebral mientras los robots acababan de salir de la tierra, todos me sacaban al menos una cabeza, y debían de ser cuando menos, unas diez veces más resistentes que yo... traté de apartar los pensamientos pesimistas al tiempo que sujetaba con más fuerzas la barra de metal, si querían llegar al supermercado primero iban a tener que pasar por mí.
Una ráfaga de aire impactó contra el lado izquierdo de mi rostro, no necesité volverme para saber que se trataba de Pietro.
-¿Están todos a salvo?-le pregunté sin apartar la vista de los robots.
-Todos a salvo-respondió y algo en su voz me hizo creer que estaba al borde de una sonrisa-. ¿Alguna vez has jugado al críquet?
-No.
-Es buen día para empezar-soltó.
Y antes de que pudiera replicar que no era momento para estar jugando, él ya me había cargado en su espalda y me llevaba prácticamente en zic zac entre las criaturas metálicas. Solté una exclamación inentendible cuando las ráfagas de viento me dieron de lleno en la cara.
-¿Qué? ¿No lo viste venir?- soltó Pietro burlón.
Sonreí, consciente de que de alguna manera, estábamos a mano (o más cerca de estarlo) y golpeé a ciegas tan rápido como pude, a la velocidad que íbamos, se me imposibilitaba ver claramente la posición de los enemigos; pero tras varias vueltas que no duraron más de diez segundos en total, acabamos con todos.
Pietro se detuvo y me bajé de su espalda de un salto.
-Gracias-le extendí la mano.
Él estaba a punto de estrechar la mía cuando otro robot salió volando del espacio entre nosotros y lo invistió, el gemelo (ya no) malvado salió volando hasta quedar a poco más de un metro del abismo, retrocedí y volví a aferrarme al trozo de metal.
Pero incluso antes de que pudiese blandirlo con todas mis fuerzas, otro robot apareció detrás de mí y me lo arrebató de un solo tirón, aun así, a pesar de estar acorralada recordé algo que había dicho Nat hacía mucho tiempo, en mis primeros entrenamientos:
<<Usa a tu oponente a tu favor>>
Y aunque mis habilidades todavía no eran comparables con las de ella, hice mi mejor esfuerzo para aplicar lo que me había enseñado. Retrocedí bruscamente un par de pasos hasta quedar prácticamente pegada al robot que estaba detrás de mí; pero sin rozarlo, el que estaba frente a mí también avanzó hacia mí cerrando las distancias, sonreí, y sin darle tiempo a nadie para pensar, ni siquiera a mí misma, me agaché como si estuviese desesperada por alcanzar el suelo y con todas mis fuerzas pateé al que estaba frente a mí, que sin más se tambaleó sobre el otro, dejándome un margen pequeño pero suficiente como para recuperar mi barra y asestar un golpe seco en la nuca de uno y clavar la barra en la frente del otro... una sensación de culpabilidad me revolvió el estómago mientras los ojos luminosos de las criaturas se apagaban... pensé en la Legión de Hierro, esos robots podrían haber salvado miles de vidas como ellos si Ultrón no los hubiese corrompido... pensé en John, ¿Él también estaría tan cegado como para herir a gente inocente?
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Temporal (Steve Rogers y tú) [En corrección]
Fiksi PenggemarLa felicidad, la vida, la risa, las palabras, el daño, el dolor... absolutamente nada dura para siempre, es más, me atrevería a decir que la eternidad no existe para un ser humano; y yo no soy la excepción. Esta es la historia de como mi hermano Joh...